La pequeña Isabella Porras Villalobos, de 11 años, conquistó con su chispa y su sonrisa a los televidentes del programa ¿Quién quiere ser millonario?, que este martes 6 de setiembre realizó una edición especial para festejar el Día del Niño.
Isabella avanzó a paso firme en el concurso, aplicó sus conocimientos y con la ayuda de los comodines logró llegar hasta la pregunta que le dio un total de ¢7.5 millones.

Desde que se sentó en la silla caliente demostró su temple y también confianza en sí misma. Esas características la llevaron a no vacilar en las preguntas, pero cuando necesitó ayuda no dudó en pedirla.
Por su edad esta es la segunda temporada de ¿Quién quiere ser millonario? que Isabella ve, pero desde que conoció del concurso se puso la meta de participar, contó su mamá Joselyn Villalobos.
“Me preguntaba que de qué se trataba, me decía que tenía que estar ahí”, dijo Joselyn.
La niña, que tiene un carisma muy especial, es estudiante de quinto grado de la escuela y vive en Zapote con su mamá. A inicios de este 2022, la familia sufrió un golpe muy duro debido al fallecimiento de Dariella, la hermana mayor de Isabella, en un accidente de tránsito. Es por esta razón que la pequeña le dedicó el programa a su hermana.
“Siempre veíamos el programa las tres juntas. Este proceso de preparación para que Isabella fuera a participar le ayudó mucho a distraerse un poco. Yo siempre le he dicho que, por más que el día esté oscuro y las cosas no siempre son buenas, hay que esperar al sol del otro día”, explicó la mamá.
La familia siempre fue muy unida. Isabella y Dariella se amaban mucho como hermanas y aunque también tenían sus desacuerdos, siempre salía a relucir el apoyo y el cariño.
Precisamente, ese amor y esa unión es la que llevará a Isabella a cumplir un gran sueño suyo y de su mamá. Desde que se sentó en la silla caliente la niña le dijo al conductor Ignacio Santos que con el premio llevaría a su madre de viaje.

“Queremos ir a Disney, será cumplir un sueño de las dos. Sería la primera vez que vayamos a viajar fuera del país”, comentó Joselyn.
Sobre el premio que le quiere dar su hija, la madre se siente muy orgullosa de saber que la pequeña entiende y valora su papel como mamá.
“Se siente muy bonito, porque cuando sucede algo como lo que le pasó a mi hija mayor, uno como mamá se cuestiona mucho el papel de madre. Desarrolla muchas culpas y cuestionamientos, y ver que en realidad se está haciendo bien le llena a uno el corazón de satisfacción. Isabella es mi vivo ejemplo de que hago las cosas bien, si ella lo nota y lo valora vale más que cualquier cosa”, finalizó.