El martes debutó como presentadora de televisión con
Su presencia en la pantalla chica causó reacciones diversas en las redes sociales: algunos resaltaron su carisma y originalidad; otros la calificaron como “gritona” y de siempre querer robarse el
A sus casi 51 años, la actriz y bailarina Thelma Darkings no se arrugó ante el reto de competir, de martes a viernes, con
Ella tiene claro que en canal 9 apostaron por ella como su caballo de batalla para tratar de posicionarse ante la teleaudiencia nacional, como la misma afrocaribeña lo evidenció.
El canal tiene una línea de persona y siento que califico con lo que el canal pide, lo digo con toda la modestia. Es rico porque soy abrazona, besuqueona y todos podemos abrazarnos y besarnos. Existe un ambiente familiar espectacular.
Me parece maravilloso. Qué rico que a los 50 años me consideren en televisión un caballo de batalla. Es trabajo, me gusta el proyecto nuevo y le estoy echando todas las ganas.
Que tiene que hacerse un programa con mucho más respeto al público. A nivel personal, asumí un compromiso de instruirme y leer más para que la gente sepa que va a tener un programa que la respeta.
Feliz. Si hay que leer más, leeré. Me piden ser un poquito más de lo que soy: muy buena lectora y me gusta mucho la investigación. Tengo un gran equipo de trabajo.
No. El que tiene miedo no es más que un esclavo de la vida.
La gente lo va a decir. Ayer (el día del estreno del
No la modifica, sino que la acrecienta con compromisos. Por ejemplo, la gente que quiere pautar en el programa me pide entrevistas. El compromiso no es tampoco desagradable. Es divertido y la vida es para vivirla intensamente y esto me genera más intensidad.
Que la gente se entera y se informa con risa, de manera divertida.
Vamos a tener gente común y corriente y otros que todo el mundo conoce. Por ejemplo, queremos tener al
No creo que sean debilidades, sino más bien puntos por cuidar. Lo que debe tener es el invitado indicado. Ese es el punto más importante del programa, no tanto el tema.
Fíjate que no. No me preocupa ni me interesa, porque qué torta si en la vida no se crea controversia.
Qué vacilón porque Maricruz es como es y yo soy como soy. Gritonas, pero somos así, no estamos copiando a nadie. Si no les gusto, hay otras opciones de canales. Es un honor que me comparen con ella.
La gente no entiende que soy calva, negra y grandilocuente. Eso es inevitable y no me robo ningún
Soy muy honesta con el televidente y la gente que ha ido al set lo ha sentido así. No soy más ni menos que eso: soy muy feliz.
Me gustó. Siento que debo mantener un poco más de chispa de alegría. Por la hora, no se puede caer en lo muy serio, aunque siempre respetando el tema que se abarque.
Cada mañana me baño con aceite de oliva para que todo me resbale, porque si eso no ocurre, uno sufre y se atormenta. El punto es ser feliz para que llegar a buen puerto, de lo contrario, no funciona. Siempre habrá gente que hace eso y que no es de empuje, por lo que le es más fácil criticar negativamente.
El programa no es
No tendremos eso de decir “¡que pase el desgraciado!”... (se ríe a carcajadas). Pedí desde el principio que no fuera así, porque yo soy equilibrio, balance y paz. Ya la gente está lo suficientemente agresiva como para no hacerla sonreír.
Claro que alcanza porque existen otras opciones como salir a grabar a la calle. Eso lo quiero hacer, porque es maravilloso. Sí da para mucho y eso dependerá de qué ángulo le demos al tema.
Los invitados. Ya de por sí el programa se llama
Para nada, mientras que la manera sea cariñosa, porque existen formas despectivas. Sé leer perfectamente entre líneas cuando algo es con o sin cariño. Por eso digo que no leo los comentarios negativos, porque veo en eso la amargura y la tristeza de quienes los escriben.
Sí, claro, pero primero tenemos que calentar con el ámbito nacional. Vamos con lo mío primero.
Porque necesita dormir en paz y saber que mañana se levantará y saldrá de la casa sin miedo. Vamos a decirle: “Ríase antes de dormir”.
Estudio a mi población y a mi Costa Rica. Si se ve en España, hay muchos programas, pero son groseros de palabras y en la manera de tratar a la gente. Lo mismo sucede en Puerto Rico, México y en todos los países. El nuestro no será así. Será suavecito, sin quitarle peso.
Tengo una película con Santiago Fornaguera que ya casi comenzamos a grabar. Tenemos una obra de teatro llamada