Cada episodio de Luis Miguel, la serie, nos presenta diferentes personajes importantes en la vida personal y en la carrera del Sol de México. Suave, el tercer capítulo de la producción, nos llevó a conocer cuál fue el papel que jugó Cristian Castro en la historia de Micky.
A partir de este momento hay spoilers relacionados con la trama del último capítulo de la serie, si usted no lo ha visto y no quiere que le arruinemos la sorpresa, le recomendamos que su lectura llegue hasta aquí.
Cuando Luis Miguel estaba en plena grabación de su disco Aries, empezando una relación con su hija Michelle y sobrellevando una complicada situación familiar con sus hermanos Alejandro y Sergio; el cantante había dejado de realizar conciertos. Además, tampoco tenía nuevo material musical, porque su álbum no estaba listo y tal como le dijo uno de sus empleados: cuando hay vacíos, alguien llega a llenarlos.
Según la historia, ese vacío artístico que había dejado Luis Miguel en sus fans lo llegó a ocupar Chris Valdés, personaje que a todas luces es Cristian Castro. En el episodio se muestra a Luis Miguel fastidiado y hastiado por la excesiva exposición de un nuevo artista que encantó a todos.
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La verdad de la historia es que se trata de Cristian Castro, quien con su canción No podrás (en la serie es No lo harás), se convirtió en una piedra en el zapato para los intereses de Luis Miguel. En la ficción utilizaron el apellido Valdés para identificar al personaje y así relacionarlo con Manuel Valdés, padre de Cristian en la vida real.
Los celos profesionales del Sol llegaron al límite. No podía escuchar a Castro, ni mucho menos verlo ni en pintura. Tanto así que aceptó presentarse en el Festival Viña del Mar en 1994 para paliar un poco el que estuviera “fuera de foco”.
Según la historia, Luis Miguel y Cristian se toparon momentos antes de que Luismi entrara al escenario de la Quinta Vergara y habrían tenido un breve intercambio de palabras. El hijo de Verónica Castro le comentó que usaban al mismo guitarrista (Kiko Cibrián), a quien el Sol inmediatamente despidió y no le permitió subir a escena (sobre Cibrián y la importancia de su trabajo en la carrera de Luis Miguel, hablaremos después).
En la realidad
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La rivalidad entre Luis Miguel y Castro es de dominio público. Hay muchos rumores en torno al por qué no existió una buena relación entre ellos.
Una de las hipótesis es que ambos tenían un interés romántico en común: la presentadora Daisy Fuentes.
“Fuimos amigos en un momento muy lindo, pero me decepcionó un poco su personalidad. Yo estaba saliendo con una chica que se llama Daisy Fuentes y él vino a meterse, eso fue lo que nos distanció un poquito. La empezó a enamorar y ella me lo decía, entonces como para mí Luismi era un hermano y sentía que ella realmente le gustaba, le dije a Daisy que probara salir con él. Lo dejé meterse porque lo quiero mucho”, había dicho Castro en una entrevista que replicó el medio Infobae.
Con respecto a la música, Luis Miguel disfrutaba todavía de las ganancias y popularidad de Romance, su octava producción de estudio, pero con su sabida intensidad por la perfección, él quería más, así que se dedicó rápidamente a grabar su próximo disco.
Para 1992 ya Luis Miguel era un artista consagrado, tenía 22 años y una carrera tan amplia como sus éxitos, así que casi nada podría llegar a desbalancear su bonanza... hasta que apareció el hijo de Verónica Castro.
Cristian, que en el 92 tenía apenas 18 años, lanzó su disco debut titulado Agua nueva, que logró posicionar rápidamente en los puestos más altos de las listas de popularidad gracias al sencillo No podrás.
Aunque Castro no se ha referido directamente a las coincidencias entre él y el personaje de la serie, solo atinó a mostrar en su cuenta de Instagram un video de él cantando No podrás cuando era joven. ¿Un mensaje para Luis Miguel? Solo ellos lo sabrán.