Todavía recuerdo a la perfección la primera cita a ciegas que tuve con Harvey Specter (Gabriel Macht). Fue una hermosa tarde de verano, de esas que son más comunes durante el mes de marzo.
Ese sábado pasará a la historia, gracias a la insistencia de mi madre, quien fue la encargada de pactar la con tan encantador hombre en la plataforma digital Netflix. Al recordar ese momento me pregunto: ¿quién podría resistirse a un caballero como este? Nadie.
Con el pasar de los minutos, este exitoso abogado de la ciudad de Manhattan, en Nueva York, fue apoderándose cada vez más de mi atención. Desde el primer instante demostró ser un hombre inteligente, práctico, creativo y capaz de resolver cualquier problema –ajeno o no– que se le ponga al frente.
Su encanto terminó por atraparme cuando me habló de Mike Ross ( Patrick J. Adams), un extraordinario joven que posee una gran capacidad para reproducir información mentalmente, pero que por cuestiones de la vida no había podido cumplir su sueño: estudiar derecho en Harvard y ejercer su profesión en un reconocido bufete de abogados.
Poco a poco su historia me siguió envolviendo. Harvey decidió contratar a Mike como su asistente legal, a pesar de que con ello quebrantaba la ley por no ser graduado. ¿El motivo de meterse en tal problema? Ve en él una versión más joven de sí mismo, alguien que no teme luchar por las oportunidades y destacar, a lo grande, en el intento.
Sí, es definitivo. Tengo un amorío con la serie Suits , de la que estos dos hombres son los principales protagonistas. Sin embargo, no estoy sola en este vicio de ver cómo ambos viven su profesión al límite, salvando empleos, velando por las inversiones de algunas empresas y defendiendo el honor vilipendiado de alguna mujer.
Según ha informado la cadena USA Network, productora de la serie, más de cuatro millones de personas están en la misma situación: son adictos a estos hombres de traje entero y de cada uno de sus colegas. No en vano, sin haber finalizado la emisión de la cuarta temporada en Estados Unidos, ya se había confirmado una quinta emisión.
Si le queda alguna duda de que esto sea así, nada más basta con echar un vistazo a uno de los capítulos de la tercera temporada, en el que el nadador Michael Phelps solicitó participar.
Lo que viene.
Si bien, mi primer encuentro con Harvey se dio en Netflix (allí están disponibles las tres primeras temporadas del programa), ahora nuestra cita será en el canal TNT Series, con el estreno de la cuarta temporada, el viernes 22 de mayo, a partir de las 10 p. m.
Por lo poco que me he atrevido a curiosear, para seguir manteniendo viva la llama del interés, en esta nueva entrega, la dupla Specter-Ross se separa, por lo que iniciam una férrea batalla por ganar y alardear sobre los mejores casos.
Al igual que desde sus inicios, en estos nuevos capítulos de Suits , los personajes tendrán que transitar entre los límites de la legalidad y la ética, sin dejar de lado que sus pasados regresarán para atormentarlos.
Esta “guerra fría” no durará mucho, ya que ambos han demostrado –con creces– que su éxito en el mundo legal se debe a la gran compatibilidad de sus personalidades.
Por un lado está Harvey, quien es considerado por algunos como un hombre soberbio, ambicioso y que no teme darle la estocada final a su presa en el momento menos propicio. Su contraparte llega de la mano de Mike, cuyo mayor problema, además de evitar que su pasado salga a la luz, está el no involucrarse sentimentalmente en los casos que trabaja.
La trama se completa con Donna, (Sarah Rafferty), la sarcástica secretaria de Harvey; Louis (Rick Hoffman), el gran rival de Specter; Rachel (Meghan Markle), la frustrada auxiliar legal y novia de Ross, además de Jessica Pearsson (Gina Torres), la mentora y fundadora del bufete de abogados en el que trabajan.
Además de sus extraordinarias actuaciones, un valor agregado de esta serie es que muchos de sus diálogos hacen referencia a la cultura pop, que se ha fortalecido por el cine y la televisión.
Es así cómo es común ver a un Louis explicando lo que significa ser un miembro de la familia Lannister, de Game of Thrones, o a Mike vengándose de alguno de sus rivales con un spoiler de Downton Abbey .
La lista de las razones del por qué usted debería unirse a esta legión de “Harvey adictos” sería de nunca acabar. Mejor póngase cómodo y dele tan solo una oportunidad.
Mientras tanto, yo me deleitaré, el próximo viernes, en una nueva cita con el encantador señor Specter.