Un tatuaje es una decisión marcada de por vida... Literalmente hablando. Dejar esta constancia en la piel no se debe tomar tan a la ligera, pues los resultados pueden ser realmente catastróficos.
Precisamente, personas que no analizaron bien sus opciones al recurrir a expertos en el arte del tatuaje, entre otros elementos, son los verdaderos protagonistas del reality Tattoo Nightmares .
El programa, que se transmite los sábados a las 10 p. m. por el canal Infinito, recrea las historias que hay detrás de los dueños de esos terribles “dibujos”, que van desde los más hilarantes hasta los más perturbadores.
Ser rescatados de su error parece ser algo irrealizable, hasta que aparecen en escena Tommy Helm, Jazmín Rodríguez y el gran Big Gus, tres reconocidos artistas del mundo de los tatuajes.
En cada uno de los ocho episodios de esta primera temporada, el televidente podrá ver todo el proceso al que se someten las personas para obtener otra imagen, pero con mayor calidad y, eso sí, apechugando con todo el dolor por el proceso al que se debe someter su piel.
A diferencia de otros programas de su estilo, este se centra en lograr que cada individuo valore mucho más desde la modificación de color, el diseño y hasta la puesta en escena, por así decirlo.
Su secreto para conseguirlo será la experiencia de la que gozan estos tatuadores. Por ejemplo, Helm tiene casi 20 años en la industria y su talento es la respuesta al por qué su estudio tiene una lista de más de dos años de espera.
Por su parte, Big Gus desarrolló desde que era niño su pasión por los dibujos, esto gracias a que su madre era artista. Desde los 14 años emprendió esta aventura, pero fue hasta los 22 que lo hizo de manera profesional.
En el caso de Rodríguez –la única mujer de este selecto grupo– , ella se enorgullece de la versatilidad de su trabajo, además de que tiene la capacidad de realizar un tatuaje complejo en la menor cantidad de tiempo posible.