Édgar Silva le dio la primera oportunidad, con Adriana Durán logró consolidarse y Randall Salazar le permitió seguir creciendo como profesional. Thais Alfaro afirma que para los jefes que ha tenido en Buen Día solo tiene palabras de agradecimiento.
Ella es la única periodista que, a su vez, es presentadora, y la única que se ha mantenido en la revista matutina de Teletica a pesar de los cambios que se han presentado en el programa en los últimos 10 años. Sabe que ese detalle conlleva una responsabilidad muy grande, pero también tiene claro que es un fruto de su esfuerzo y dedicación.
Ahora se prepara para una nueva etapa, una liderada por Jennifer Segura, que le permitirá seguir haciendo ese periodismo de servicio con la misma ilusión que tenía en el 2014, cuando se incorporó al programa.
En entrevista con La Nación, la comunicadora habló de su trayectoria en el espacio, así como de la nueva etapa que está por empezar en Buen Día, más allá de la pantalla.
―Usted es la periodista en pantalla que más procesos de reestructuración ha presenciado en Buen Día, ¿cómo ha sido adaptarse a tantos cambios?
―Yo siempre digo que la única constante en la vida es el cambio, y como ser humano, a veces nos cuesta un poco entender esto. La vida misma nos lleva a procesos y situaciones en los que tenemos que cambiar, adaptarnos y mejorar desde el área en el que nos estemos desempeñando.
―¿Usted en algún momento pensó que iba a desempeñar el rol de presentadora cuando llegó a Buen Día?
―Es muy vacilón, porque yo llegué a Buen Día porque Édgar Silva me hizo una llamada telefónica cuando yo tenía dos meses de estar desempleada, porque había renunciado a Telenoticias. Édgar fue el que me contrató como periodista. Entonces me ilusionaba el tema de poder servirle a nuestros televidentes y, con el paso del tiempo, Édgar me dio la oportunidad de presentar junto a él y junto a Adriana (Durán).
”Esa fue una oportunidad que atesoré y que traté de aprovechar al máximo y aprendí mucho de él, su manera de enseñar siempre fue para mí un honor.
”Me acuerdo que un día me dijo de la nada: ‘Thais, venga. Va a hacer esta entrevista conmigo’. Yo no tenía la más mínima idea de la entrevista como tal, pero yo sentí que lo hacía o perdía la seguridad en mí misma y en lo que yo podía hacer, porque aunque era algo que nunca había hecho, yo siempre he tratado de ser segura dentro de lo que he estudiado y me he formado.
”En ese momento, yo no me había preparado para eso, pero tuve que poner todos mis sentidos en la entrevista, meterme en el tema y fue una charla bonita. Ya luego se fue Sasha Campbell y comencé a trabajar como presentadora con Édgar, Wálter Campos y Adriana Durán.
”Ya luego Randall confió y valoró mi trabajo, al igual que Édgar y Adriana, y yo siempre he estado muy agradecida con ellos”.
―Para usted, ¿qué cualidades posee que le han ayudado a permanecer en el programa y sobresalir, no solo como periodista sino también como presentadora?
―Pues yo creo que la parte de asumir el trabajo con mucha responsabilidad, dedicación, ser agradecida con las oportunidades, desarrollar el efecto camaleónico, adaptarse al cambio -porque es la única constante-. Hay que poner en práctica no solo lo que la universidad enseña sino lo que se aprende en la calle.
―¿Cómo recibe esta nueva etapa de Buen Día?
―Estoy muy agradecida. Yo les deseo lo mejor a cada uno de los compañeros que vienen, a los presentadores y también a todos los que estamos detrás del programa. Es una propuesta que trae muy buenas ideas que creo que serán muy útiles para los televidentes.
―En esta nueva etapa usted va a estar detrás de la pantalla...
―Sí, paso a ser parte del equipo de contenidos y a estar en algunos pases en vivo cuando algo surja. Asumo con mucha responsabilidad, humildad y agradecimiento esta nueva etapa, porque también creo que hay que agradecer las oportunidades y esto también es parte de mi formación profesional.
“Estar frente a la pantalla ha sido bonito, porque me ha conectado con nuestros televidentes de alguna manera y he logrado sentir el cariño de todos ellos y eso me parece lindísimo. Ahora, el hecho de estar ahí para reportear, para hacer un pase en vivo también es muy gratificante, porque la verdad yo me formé en eso”.
―¿Y a usted no le molesta pasar de ser presentadora a únicamente ser reportera?
―No, no me molesta, porque yo estudié y comencé así; sin embargo, pues obviamente siempre voy a estar muy agradecida con todas las oportunidades que mis jefes me han dado.
―¿Cómo ha sido el actual proceso de adaptación?
―Ha sido rápido, ha estado bien. En temas de trabajo uno tiene que adaptarse, y yo, personalmente, como ya había pasado por todos estos cambios, entonces lo asumí con mucha responsabilidad y con mucho agradecimiento.
―¿Qué le deja el haber trabajado como presentadora de televisión en vivo?
―Que uno tiene que estar preparado, que uno tiene que asumir un programa de televisión con seriedad y ganas. A veces el programa tiene cambios imprevistos o situaciones y es mucha responsabilidad también.
“En la vida a veces se presentan momentos en los que uno se equivoca y así pasa en un programa en vivo y no hay oportunidad para echar para atrás, la única opción es echar para adelante y esa es la mayor enseñanza que me ha dejado: si yo me equivoco tengo que seguir adelante, uno tiene que aprender y sacar la tarea con profesionalismo, entusiasmo y humildad, porque detrás de la pantalla están las señoras fieles que nos ven siempre”.