Al principio era un grupo de 100. Mencionar el número actual de sobrevivientes de la misión sería absurdo e innecesario; lo único que vale la pena saber es que ya no son los mismos 100.
En The 100 , un centenar de jóvenes sobrevivientes al apocalipsis son elegidos para una misión salvaje: regresar a la Tierra para informar acerca de las condiciones de vida en ese planeta que en algún momento llamaron hogar.
Corre el siglo XXII y ha pasado casi un siglo desde que una guerra nuclear acabó con la mayoría de la humanidad y con los recursos naturales de la Tierra. Solo unas 400 personas sobrevivieron porque entraron en las 12 naves que salieron antes de que la destrucción se hiciera realidad.
Los elegidos para investigar la Tierra, a 97 años de su desplome, eran jóvenes y delincuentes, quienes aceptaron bajo la premisa de que si conseguían que los humanos regresasen a poblar el planeta, sus crímenes se olvidarían.
Así arrancó la serie en el 2014, cuando se estrenó su primera temporada, la cual en 13 episodios muestra la evolución y transformación de los personajes, quienes muchas veces tienen que luchar contra ellos mismos para poder seguir con el objetivo final.
Creada por Jason Rothenberg y con un cuantioso elenco de jóvenes estrellas, la producción no ha fallado en entregar episodios volátiles y entretenidos llenos de drama, acción, visiones distópicas y posapocalípticas, y tremendas dosis de ciencia ficción.
A las puertas del estreno de su cuarta temporada, parte del elenco de The 100 compartió con periodistas de Latinoamérica en la ciudad de Vancouver, en Canadá, donde se rodaron la mayoría de escenas de los episodios.
Eliza Taylor, actriz australiana que interpreta a Clarke Griffin (la líder del equipo exploratorio), aprovechó el encuentro para reflexionar sobre los cambios que ha atravesado su personaje desde el comienzo del programa, y, con ello, también abarcó indirectamente la evolución de la trama durante estos años.
“Clarke ha pasado por mucho”, adelantó Taylor. “En la primera temporada era una adolescente que fue elegida para una situación y tuvo que pararse al frente, ser una líder y tomar decisiones muy difíciles. En la segunda temporada, esas decisiones se pusieron más difíciles y tuvo que hacer cosas de las que no estaba orgullosa.
”Al final de esa temporada, Clarke era un desastre y abandonó a algunas personas. En la tercera temporada está viviendo sola en el bosque, tratando de olvidar el pasado, y le toma mucho tiempo volver a su gente y asumir responsabilidad. En la cuarta temporada, debe lidiar con la muerte, pero sin que eso se la traiga abajo y la detenga de ser una líder; tiene seguir adelante la vida sin esa persona”, agregó la actriz.
La ilusión de los ‘buenos’. Una de las escenas más icónicas de The 100 quedó en manos de Taylor, justamente cuando su personaje se sincera y sugiere que realmente no existen los chicos buenos; que los buenos son ilusiones.
“No hay (chicos buenos) realmente, pero tampoco hay chicos malos”, dijo la actriz. “Lo que amo de esta serie es que cada persona, desde mi punto de vista, está haciendo lo que cree que es bueno para su gente; no está intencionalmente haciendo cosas horribles, sino lo que creen que les ayudará a sobrevivir”.
En esa frase podría resumirse el argumento de la serie, la cual está basada en un libro del mismo nombre publicado en el 2013, siempre bajo la misma idea: los conflictos ideológicos y físicos que deben superar quienes están inmersos en situaciones extremas que los obligan a tratar de sobrevivir.
La estadounidense Lindsey Morgan actúa el papel de Raven Reyes y, durante el encuentro con la prensa, también profundizó en los cambios de su personaje. “Raven atraviesa una evolución muy interesante en la cuarta temporada. Es más inteligente de lo que ha sido porque todavía tiene un chip en su cerebro, así que tiene una suerte de superpoder y es como un regalo para ella”, manifestó la actriz. “Hay felicidad en el futuro de ella, pero esto es The 100 , entonces no se pongan muy cómodos”.
Lo que quiere decir cuando solicita que no nos pongamos muy cómodos es que The 100 tiene la característica de ser extremadamente cambiante. Cuando el espectador cree que sabe lo que va a pasar y considera que eso es bueno, el guion da una vuelta inesperada y todo termina siendo peor que cuando empezó.
Sin embargo, dentro de esa esfera competitiva por sobrevivir y ser la persona que lleva al grupo a conseguir el objetivo propuesto, la serie también da espacio para que se desarrollen emociones humanas que muchas veces se quedan por fuera de la ciencia ficción.
Raven, por ejemplo, ha tenido problemas con una persona a la que consideraba su amiga, y eso la ha inmiscuido en un espacio de soledad y reflexión que es palpable en la serie. “Escogió lidiar con su dolor en lugar de ignorarlo”, cuenta Morgan. “Está lidiando con saber cómo salvar al mundo y a sus amigos”.
Véalo: Jueves 15 de junio. 8:00 P. M. Warner.
Al final de cuentas, lo que sigue enganchando a las audiencias es el fondo de la trama: sobrevivir al fin del mundo. “Supongo que es naturaleza humana preguntarse acerca de qué va a pasar en el fin del mundo”, alega Taylor. “Vivimos en una época en la que somos muy curiosos sobre cómo superar eso y sobrevivir a este tipo de situaciones”.
Además de ser aplaudida por su forma de tratar el tema y por el encierro psicológico que muestra de sus personajes, The 100 también es bien comentada por su inclusión de mujeres fuertes y capaces de todo en su elenco.
De hecho, en la serie, las mujeres tienen mejores puestos y responsabilidades que los hombres y, además, son más y suelen tomar las decisiones más importantes. Esto no era común en una serie de ciencia ficción cinco años atrás, por lo que la prensa ha apuntado a The 100 como una suerte de ejemplo.
“Esto es nuevo; es una tendencia”, comentó en la conferencia Morgan. “Yo no sé ustedes, pero todas las mujeres de mi familia son muy fuertes; no te meterías con mi mamá, por ejemplo”, agregó.
Para la actriz, las mujeres siempre han sido “extremadamente fuertes”. “Hay tanto que se espera de las mujeres ahora, y lo hacemos todo. La televisión es excepcional porque es un medio tan masivo que toca cada aspecto del mundo y hay más posibilidades de estar expuesto por medio de la televisión, y muchas veces cuando ves a mujeres en poderosos roles protagónicos se puede continuar enviando un mensaje positivo. Pero esto no debería ser una tendencia, sino la norma”.