El nombre del joven costarricense Daniel Zovatto no deja de aparecer en importantes producciones internacionales. El 26 de abril en el canal Showtime de EE. UU. se estrena Penny Dreadful: City of Angels, la serie más reciente en la que el tico tiene un importante papel. Aún consolidando una prolífera carrera, Daniel sigue hablando como tico y su modestia es clara.
En el show, que llega a Estados Unidos el 26 de abril y que aún no anuncia fecha de estreno para Latinoamérica, Zovatto protagoniza a Tiago Vega, un detective que trata de resolver un crimen que ocurre en Los Ángeles en 1938, justo en los inicios de la Segunda Guerra Mundial. En el ambiente en el que se desarrolla la historia reina lo sobrenatural.
Mientras avanza la serie, Tiago vivirá la hostilidad de una atmósfera angelina plagada de racismo, traumas infantiles y problemas de fe.
Esta ficción presentará la problemática de la ciudad en los años 30: la construcción de las autopistas de la ciudad, las tradiciones de los mexicano-americanos y el peligroso espionaje del Tercer Reich, reza la sinopsis.
“A todos por allá les mando saludos y les digo que el show tiene un grupo de personajes interesantes. Que estás regresando casi 90 años y viendo un período de cómo se construyeron Los Ángeles y su historia. En 1938 fue cuando se hizo la primera autopista. Este va a ser un show interesante: hay mucha humanidad y mucha certeza en la historia. El creador tiene una manera de combinar lo sobrenatural con cosas reales de una forma que me parece muy bien hecho”, dijo Zovatto.
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En entrevista telefónica, Zovatto, de 28 años, habló de la relevancia de esta serie para su currículum, de las enseñanzas que le deja, de lo importante de seguir aprendiendo y manteniéndose consciente de lo que se vive gracias al esfuerzo y un poco de suerte, e incluso del covid-19, virus que tiene en alerta al mundo.
Penny Dreadful: City of Angels es un spin off de la producción de terror Penny Dreadful, ambas son creación de John Logan.
—Preséntenos a Tiago Vega, el detective a quien da vida en esta serie…
—Tiago es un muchacho que es chicano (ciudadano estadounidense de origen mexicano). Los papás vinieron de México. Es parte de la familia Vega, ellos son prácticamente el corazón que palpita en el show. Está su mamá, que es interpretada por Adriana Barraza, una actriz de México con nominaciones al Óscar y Globos de Oro por su trabajo en Babel. Como en nuestras familias latinas, la mamá es la jefa.
Mi hermano mayor se llama Raúl y lo interpreta Adam Rodríguez que ha salido en shows como CSI y en la película Magic Mike. En el show, él y yo tenemos diferencias. Está más conectado con nuestra cultura y a permanecer mexicano y chicano y orgulloso de ello y trabajar en el campo y en las pescaderías, tipo de labor que no es la que Tiago quiere. Él quiere salirse un poco más de dónde él es y se convierte en parte del LAPD, que es la policía de Los Ángeles.
En su niñez, Tiago tuvo un encuentro con Santa Muerte y su padre muere en frente de él. Santa Muerte empuja a Tiago, le deja una cicatriz en el pecho y ahí empieza la historia.
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—¿Cómo tuvo que prepararse para este personaje?
—Venía de filmar una película independiente que aún no sale. Para ese personaje me quería ver diferente de lo que venía haciendo antes y bajé a 150 libras para verme un poco más flaco. Luego salió la oportunidad de la audición para Penny y les dije que quería subir a 170 libras. Eso es lo que tuve que hacer físicamente. La preparación fue mucho hablar con el creador del show John Logan. Él ha hecho películas como El aviador y El Gladiador, películas que he visto toda mi vida. Eso fue mucha de la preparación: entender su mundo, entender a Tiago, porque cuando lo describe lo hace como si fuera su Hamlet y todo mundo que lo conoce sabe lo complicado que es ese personaje.
Hubo mucha investigación y plática con historiadores que han escrito libros sobre migración a Estados Unidos en los 1800.
—Tiago parece ser determinado y persistente. ¿Encuentra similitudes con su personaje?
—Sí. En el proceso en el que te mandan un personaje o una historia siempre creo que tiene que haber algún tipo de similitud y entendimiento con el personaje. Lo que comparto con Tiago son sus ganas de salir adelante y su determinación. Los dos nos tomamos el trabajo muy en serio. Es una persona que trata de salir adelante y yo también trato de salir adelante en mi vida. En eso hay mucha similitud.
También hay cosas diferentes y eso es lo divertido. De alguna forma u otra se encaja en el personaje con lo que uno se siente a gusto y después lo demás se vuelve como un juego. Esa es la parte divertida cuando uno puede ser alguien diferente unas horas al día.
—¿Cuál es la magnitud de Penny Dreadful: City of Angels en su carrera?
Creo que cada cosa que pasa es una meta que te da un tipo de confianza. Algo específico de esto más que nada es que desde que me fui de Costa Rica siempre quise venir a Estados Unidos y trabajar con la mejor gente con la que yo pudiera trabajar. Llegar y hacer escenas con gente que muchos admiran y de quienes se conoce su trabajo. Uno aprende ahí más que nada. Uno está al lado de ellos.
Es como ser deportista y querer jugar con Keylor (Navas) porque es el mejor. Uno siempre quiere estar con esa gente. En esta oportunidad pude trabajar con gente de ese calibre. Con John Logan, con Adriana Barraza, con Nathan Lane... y eso significa mucho para mí: sigo aprendiendo y creciendo y estoy en un lugar en el que siento que estoy evolucionando. Esta carrera se trata de eso. Quiero seguir esta carrera toda mi vida.
—La serie muestra problemáticas de finales de los años 30. ¿Qué paralelismos cree que existen en el mundo más de 80 años después?
—Lastimosamente la historia se repite. Hay cosas que en Estados Unidos se siguen viviendo. Principalmente por lo que pasa en el Gobierno y por la división entre la gente que piensa de una manera y otros que piensan totalmente diferente. Lastimosamente eso sigue pasando y de eso se habla mucho en el show: sobre racismo, de quienes se siente más grandes o importantes que otros solo por el color de la piel o por las culturas o lo que sea. Ojalá Penny genere una conversación.
Hablando del tema, a mí me cuesta entenderlo. Porque en Costa Rica uno siente que todos somos los mismos. Así me crié y lo veo. Me cuesta entender cómo gente con esos pensamientos existe.
—¿Personal y artísticamente qué enseñanzas le deja esta serie?
El proceso de audicionar y filmar todo fue como de un año y medio. Uno vive con esa persona (el personaje) por mucho tiempo. Por ejemplo, Here and Now fue una responsabilidad más grande que la anterior y ahora con Penny puedo decir lo mismo de mi trabajo anterior: en este me han dado más responsabilidad, me han dado un personaje que tiene más evolución del punto A al punto Z y eso es lo que uno quiere: ir creciendo y que le den más responsabilidad. Eso es experiencia. La experiencia te da sabiduría. Este show me ha abierto más a eso.
—Antes mencionó a sus compañeros, pero, ¿qué destaca de ellos luego de este trabajo?
—Todos son de nivel increíble. Es gente que en los últimos años han estado trabajando y haciendo cosas que me gustan mucho. Los admiro. A veces, estando en ese círculo, uno se jala las orejas y dice ‘y mae, estoy aquí’. Son momentos especiales. Hablando de enseñanzas una de las más grandes es que a veces uno se vuelve loco con el trabajo, como que te chupa y uno como que no puede apreciar lo que está al frente tuyo.
Yo siempre lo recuerdo y me digo: tomate dos segundos y ve alrededor tuyo y decí: ‘qué jeta’. Por que diay sos suertudo y no es que todo es suerte, porque yo trabajo, pero la suerte ha estado a tu favor'. En este (trabajo) me he sentido más suertudo que en cualquier otro. Porque los sets y los mundos que nos construyeron son impresionantes. Nada de lo que vayás a ver está en pantallas verdes. Todo está literalmente construido y lo podés tocar y entrar en esos edificios y todas las mesas y las sillas son de período. Uno entra en este mundo y es como estar en la película de Jim Carrey The Truman Show en la que lo tienen en un mundo con cámaras y después se da cuenta que todo es mentira (risas). A mí me pasaba eso.
—Esta serie aborda una temática sobrenatural. ¿Vivió alguna experiencia particular?
—No pasó nada de eso. Pero sí creo en esas cosas. Sí creo, dejémoslo ahí (risas).
—Hablando más de su actualidad y de un tema que afecta al mundo, ¿cómo la está pasando en este tiempo en el que el coronavirus tiene paralizado al planeta?
—Pues primero que nada Costa Rica lo está manejando superbien. Estoy superorgulloso del país. Porque yo estoy en Estados Unidos y es estar en el epicentro de todo. Por dicha, en Los Ángeles está un poquito más calmado. Antes vivía en Nueva York y es supertriste ver la cantidad de gente que está muriendo.
Yo he estado en la casa. Literalmente no he salido en las últimas siete semanas, si salgo es a comprar algo al súper. Por dicha amo pintar y amo la fotografía. Obviamente he estado ocupado haciendo esto y también creando un show de animación que vengo trabajando desde hace como dos años. Estoy haciendo cosas que se pueden hacer en la casa. Espero que podamos salir de esto pronto y ojalá que salgamos mejor.