“¡Pausa!”. Empezamos esta nota con esta expresión que se ha tornado famosa en los últimos tiempos, gracias al vacilón que tres amigos (y principalmente familia) armaron en Internet. Conforme lea el artículo la entenderá y, de seguro, se le va a pegar.
Relajados, auténticos, riéndose de ellos y con sus invitados; así es como el cantante Toledo, su hermano el DJ P y el productor Johnny Roper se reúnen en Los Gordos Podcast y Los Gordos Monchies para pasarla bien.
La consigna es ser totalmente naturales y orgánicos. Al igual como lo hacen cuando se juntan con sus amigos en sus casas para conversar y reírse a carcajadas, así lo hacen frente a las cámaras. No se esconden, no ocultan sus predilecciones, no tienen censura y eso ha gustado.
La idea nació de manera natural, como es todo en la vida de estos artistas. Toledo y DJ P trabajan juntos en el estudio Ruff & Tuff, y durante las sesiones de grabación ellos siempre recuerdan pasajes de su vida en la industria y comparten con los artistas sus anécdotas. “Es como estar sentados en una mesa de tragos con los compas”, explicó Toledo.
Cierto día, DJ P tuvo la grandiosa idea de grabar estas charlas porque muchas veces, entre trago y trago, el vacilón y las risas, salían ideas artísticas de las cuales después no se acordaban. “Había que documentar la paja que hablábamos para buscar las ideas y aplicarlas”, recordó Toledo.
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Poco a poco, estas sesiones mutaron al podcast, consiguieron equipo de grabación, cámaras y micrófonos y comenzaron a llegar más amigos.
Desde que nació la idea de grabar, por el programa han pasado cantantes de hip-hop, reggae y DJ, pero poco a poco el programa se ha abierto (¡pausa!) y Los Gordos han invitado a otras personalidades como el comediante Alex Costa o el exfutbolista y músico Alonso Solís; próximamente, será la boxeadora Hanna Gabriel quien visite a Los Gordos para hablar de su historia.
Entre sus invitados anhelados figuran el expresidente José María Figueres para hablar sobre su posición sobre la legalización de la marihuana en un tono más relajado, y Hernán Medford, director técnico del Cartaginés. “A Medford seguro no lo dejan por la fumeteada”, vaciló Toledo.
Por el programa han pasado artistas como el recién fallecido Lil Quil, DJ Black, Killa, Mr. Rasta, Chino, Tapón, Gonín, Jahricio y Shel Dixon, entre otros.
“No hay guion, no tenemos apuntadas las preguntas, nos juntamos a hablar paja, tomamos guaro y fumamos marihuana. Los primeros invitados llegaban jachudos, ahora les da como miedo, pero nosotros somos así de naturales frente y fuera de cámaras”, comentó Toledo.
No, no es que todos fuman. Si el invitado no fuma ni toma, puede igual pasarla bien en compañía de Los Gordos. Así pasó con Solís quien más bien se relajó tanto en compañía de los tres conductores que soltó uno que otro secreto que nadie conocía.
¡Pausa!
Tenemos que explicarlo. La expresión la usan como vacilón cuando hay alguna frase que podría tomarse con doble sentido. Toledo contó que el origen viene de los barrios de Harlem, en Nueva York, donde se usa mucho la expresión; él y su hermano la aprendieron y la adoptaron en el programa.
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Nadie se salva de ser pausado, algunos hasta se autopausan. Más de la mitad del programa pasan pausándose entre ellos; ahí sí es cierto que hay que cuidarse de lo que se dice, o más bien, de cómo se dice.
“En la vara de nosotros vivimos con cero hipocresía. Yo desde que empecé a cantar nunca dije que no fumaba o que no tomaba. Así es el programa también, totalmente real”, agregó el cantante.
La naturalidad de Los Gordos la da la relación íntima (¡pausa!) que tienen Toledo, P y Roper porque son familia. Toledo y P son hermanos de sangre y Roper está unido a ellos por un vínculo laboral que data desde hace más de 20 años, así que también es considerado un hermano más.
El peso de los tres juntos (algo que según Roper no se puede medir en ninguna romana) es la base del programa. Ellos se complementan, y aunque no siguen ningún guion para grabar Los Gordos, cada uno juega un papel muy interesante en el espacio.
Toledo dice lo que piensa, no tiene censura ni pelos en la lengua (¡pausa!). P suma su experiencia como productor, él maneja cámaras, sonido y también aporta con sus anécdotas; Roper es el cable a tierra porque pese a que también se apunta al vacilón es el más serio del grupo.
“Nos conocemos desde hace muchos años, soy un poco mayor que ellos así que siempre me ha tocado el papel de hermano mayor. Yo estaba retirado del negocio pero P me habló del proyecto de Los Gordos que es una típica reunión de nosotros tomando guaro, sin fingir, con comentarios atarantados y otros mesurados. Estamos mal de la cabeza por el poco de tonteras que hablamos porque vamos desde algún estilo de baile hasta el motor de plasma de Franklin Chang”, recordó Roper.
“Cuando estamos en el programa se nos olvida que están las cámaras porque esto lo hacemos desde siempre en nuestras casas, nos juntamos, comemos, tomamos, fumamos, hablamos paja. En el programa no son entrevistas, son conversaciones al natural”, dijo P.
“Así somos siempre, habrá mucha gente que no puede entender que uno habla y actúa así, pero todo el mundo tiene su personalidad, solo que muchos no la presentan frente a las cámaras”, agregó.
Las críticas los tienen sin cuidado. Que si fuman, que si toman, que si hay malas palabras. Ellos son como son y todos concuerdan en que a quien no le gusta el programa, simplemente que no lo vea.
Comer rico
Los tres son hombres de familia, están casados y Toledo y Roper son papás. Para los tres, la familia es lo primero, se califican unos a otros como hombres leales.
La relación que tienen se ha forjado en torno a la música y a la buena comida, otra de las pasiones de los tres, de ahí nace el otro programa: Los Gordos Monchies. Regularmente, todos viajan con sus familias a la casa que tiene Toledo en Puerto Viejo, ahí se arman las comilonas, todos cocinan y preparan deliciosos platillos de la comida caribeña.
“Nosotros como gordos obviamente comemos, comemos rico (¡pausa!). Yo quería ser piloto y chef, pero terminé siendo cantante; mi hermano y Roper cocinan en puta, así que tomamos la decisión de hacer Los Monchies”, recordó Toledo.
La idea original nació porque iban a realizar este año una gira por Europa en la cual iban a documentar sus presentaciones, sus fiestas y, por supuesto, las comidas que iban a probar, pero la pandemia echó todo abajo y dio paso a que también se grabaran cocinando.
Las recetas han pasado por pan de coco y galletas de avena, camarones caribeños o barracuda y pulpo en salsa de coco. “Todo natural, como todo lo que hacemos. Cocinamos al aire, hacemos parrilladas, disfrutamos en familia”, explicó P.
Esta es la realidad de estos tres compas que se juntan para pasarla bien, para invitar a otros a divertirse, a relajarse. En Los Gordos solo hay dos reglas: ser uno mismo y que nada se edita, todo lo que pasa es la verdad de la que nadie debe de arrepentirse.
Los Gordos Podcast se publica los viernes cada 15 días en el canal Ruff & Tuff TV de YouTube; Los Gordos Monchies la semana siguiente en el canal DJPCR.