No hay que ser amante del rock para amar la historia del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards; hay que ser amante de la música y de la vida misma, no más.
Si bien han existido numerosos documentos que cuentan la historia de una de las leyendas musicales del siglo XX, entre ellos una recomendada autobiografía publicada en el 2010, vale la pena echarle un ojo al documental Keith Richards: Under the Influence .
La más reciente producción, dirigida por Morgan Neville, sobre su vida fue estrenada días atrás en Netflix y , de quien ya conocíamos excelentes documentales sobre Johnny Cash, Muddy Waters y Stax Records.
“Keith Richards terminó siendo un hombre real, lleno de humor, conocimiento y sabiduría. Ese es el Keith real que trabajamos para capturar en la película, y me honra poder presentárselo a una audiencia global por medio de Netflix”, manifestó Neville.
Under the Influence viaja a la génesis del sonido de Richards y de sus intenciones como compositor. Si bien repasa sus momentos musicales más importantes, no se queda varado en el pasado, sino que también lo muestra en el proceso reciente de confección de su disco solista de música blues .
Las cámaras visitan lugares claves para el Keith humano normal y el Keith artista: Chicago y Nueva York, dos ciudades en las que se encontró y se perdió; lugares en los que muchas obras nacieron como por magia.
Sin embargo, lo más importante de la cinta es la oportunidad de volver a recordar que, 71 años después de haber nacido y con las peores sustancias del mundo merodeando por su cuerpo, Keith Richards permanece igual de humano y profundo que siempre.
Véalo en Netflix: www,netflix.com