Viviana Calderón tenía ocho años cuando tomó un volante por primera vez. Su hermana Ximena y ella usaban sin permiso la microbus familiar y su juego era aprender a manejar ¡de verdad!
Han pasado más de 30 años desde aquel evento, en el que Viviana asegura ellas fueron protegidas por ángeles. Esta mujer continúa con la misma osadía y energía que transmite en sus redes sociales cuando comparte alguna aventura subiendo el Chirripó o caminando por Machu picchu. Su interés es inspirar. Cree que ser influencer (solo en Instagram la siguen casi 400.000 personas) significa “influenciar a los demás con armonía, respeto y amor hacia los animales y la naturaleza”.
Viviana Calderón creció entre Tres Ríos y Tilarán. Sus días pasaban entre caballos, bicicletas y diversión al aire libre. Es hija de Fernando Calderón, un agrónomo tico y de María Cecilia Márquez, una artista colombiana.
Hoy recuerda que mientras corría o iba al corral de las gallinas a buscar huevos para desayunar, Viviana soñaba con el cine, la actuación y el modelaje. Hoy sigue corriendo, pero en el asfalto, la presentadora de Divas pero Divinas suma cinco maratones.
La mujer de hoy, quien es una madre enamorada, continúa disfrutando, casi siempre con su pequeña Giuliana Lizano, de la sencillez de esas pequeñas acciones que la hacen inmensamente feliz y que logra amalgamar con la imagen producida y bonita que presenta en televisión.
Viviana, de 39 años, se siente cómoda con o sin maquillaje. Como cualquier mujer aprendió con los años a amarse, a descubrir que no existe perfección y que no hay que compararse.
La risueña rubia, quien sorprendió en la televisión hace casi 20 años, es más real que nunca. Abre su corazón y se muestra como un humano más, un ser al que maquillan y producen casi a diario, pero que como cualquier persona ha vivido inseguridades, temores y ha sufrido.
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Al mundo con el que siempre soñó
Su llegada a la tele empezó a gestarse en el 99, ella concursó en el certamen Señorita Imagen Internacional, de Zermat, y ganó. Luego entró al ya fenecido concurso Tica Linda, pues su objetivo era foguearse para ser Miss Costa Rica. Esa vez no ganó el concurso, pero sí un contrato para empezar con el piloto de Adela en Repretel y a partir de allí toda la historia en medios de comunicación. Recuerda con especial cariño a Pedro Odio, él la citó para aquel microprograma. Jimmy Toso, productor de A todo dar también le vio potencial, solo que en aquel momento pensó en ella como modelo y no presentadora, según se enteró Viviana hace poco.
La carrera de Viviana se disparó cuando entró a ser presentadora de A todo dar (2001), y que estuvo antecedida por su actuación en Los Popofs. Años atrás había tenido una pequeña sección en el programa Burumbum de Teletica, cuando apenas cumplía 15 años y poseía todas las ganas de ser artista, presentadora y “jineta”, como soñaba desde niña.
La alegría de Viviana siempre ha sido auténtica, ese resplandor de sus sonrientes ojos es natural. Mas admite que en estos años, hubo un periodo en el que para verse como siempre tuvo que “usar máscaras”.
20 años después de que aquella jovencita, siempre apoyada y protegida por su mamá, soñaba con todo lo que ha vivido; es una mujer moldeada por la experiencia de la vida y rodeada por el amor de su hija Giulina y de su inseparable familia. Cerca de sus cuatro décadas es una mujer plena, feliz y en la búsqueda constante de ser mejor todos los días.
En esta entrevista, Viviana Calderón, la mujer, habló de su recorrido de 20 años en la televisión, de sus experiencias y aprendizajes y de cómo se sobrepone alguien, a quien llaman figura pública, cuando su vida personal es profanada y juzgada.
¿Qué cree que le ha permitido mantenerse en la pequeña pantalla casi por dos décadas?
Yo trato de ser yo siempre. Obviamente soy ser humano y a veces estoy “enchompipada” o puedo estar triste porque uno es ser humano. También he sido leal y apasionada con mis cosas. Creo que se debe tener un sello propio y creo que se ha logrado siendo yo. Cada quien tiene su manera de animar, su personalidad.
Mantenerse por tantos años, en un medio en el que se recibe “amor y rigor”, no es una hazaña que logra cualquiera...
Estaba haciendo un rewind de lo que fue mi vida en televisión y la verdad empecé muy joven y tal vez en esos momentos uno no analizaba en donde estaba y ahora analizo y pienso que he recorrido bastante. Un montón. Me he llevado mis “totazos”... Donde estoy ahorita ha sido por puro esfuerzo y trabajo.
Digamos que lo bueno es haberse mantenido, pero, ¿qué ha tenido qué superar en este camino? ¿Alguna vez han querido sabotearla para ganarse su puesto, ha recibido propuestas indecentes para que su avance se condujera por un camino más corto?
Gracias a Dios como que la gente sabe quien soy. Hay personas que inspiran a que otros piensen 'como por aquí me puedo ir', pero siento que conmigo han percibido que deben respetar.
Desde que comencé en esto siento que también el apoyo de mi mamá fue esencial. Ella no me dejaba sola en ningún momento, siempre fue como una chaperona, me cuidó mucho en ese aspecto. Uno en este mundo se puede desviar terriblemente.
“Siempre vi esto como un trabajo que me llenaba, que yo disfrutaba y disfruto. Creo que en ese sentido no he topado con propuestas indecentes o malintencionadas. Mi trabajo es transparente, todo me lo he ganado a punta de esfuerzo. En los canales que he estado me he puesto la camiseta, es más, creo que he dado demasiado”.
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¿Lo dice por alguna experiencia en particular?
Con todo lo que he vivido he echado para mi saco y he hecho una introspección y digo: ‘juepucha di mucho’ y a veces no se valora todo el sacrificio y esfuerzo que uno da en ciertos momentos. Pero bueno, al final todo es un aprendizaje y siempre voy a estar agradecida con todos los trabajos que he realizado porque he conocido gente hermosa, lugares increíbles.
“He tenido oportunidades de crecimiento laboral bastante fuertes. Echando para atrás digo wow, la verdad que soy afortunada por todas las cosas que he experimentado en mi vida, tanto buenas como malas pero han estado ahí y me han hecho la persona que soy, me han hecho mejorar mucho”.
¿Le dolió salir de Teletica?
Vieras que ya eran 12 años superentregadísima. Todo lo que uno deja, el trabajo que hizo y obviamente si se cierra el ciclo hay nostalgia, tristeza, miedos. Uno dice, ¿ahora qué?
¿Sí fue su decisión? Hubo rumores que decían que la invitaron a salir del canal...
Sí, fue mi decisión. Yo ya lo estaba meditando desde hace rato pero ese tipo de decisiones cuesta tomarlas porque ya son muchos años. Uno llega a su zona de confort, a acostumbrarse a un lugar y eso nos pasa a todos.
Salgo agradecida y con la frente en alto. Demostré la calidad de persona que soy. La vida continúa.
Salió de Teletica y un mes después llega la oferta para ser parte de Divas pero Divinas (de Multimedios). ¿Le parece que ha sido de sus mejores oportunidades, especialmente porque el programa le permite ser usted misma?
Es vacilón porque esa es Viviana Calderón. Normalmente en los formatos en los que yo estaba era como todo muy cuadrado, entonces si uno empezaba a hacer algo más de lo que te decían entonces era ‘no no, bájele un poco. Necesita cambiar su imagen’.
Entonces ahora me toca con estas chicas y es una yunta maravillosa (trabaja junto a Cristiana Nassar y Glenda Peraza). Siento que la vida se trata de eso: de disfrutar, de ser uno como es.
¿Este es el espacio que más ha disfrutado?
Todo lo he disfrutado, sinceramente. Pero este es un programa que además de que entretiene, educa y te pone en perspectiva. Te hace reflexionar y tener mucho qué pensar en el momento y lo importante es que se disfruta y se goza y esa alegría se transmite. Eso es lo que se necesita en estas épocas, en estos momentos. La gente está harta de ese bombardeo de noticias negativas. A nosotras (las presentadoras) nos sirve de catarsis, de terapia. Nos salimos de nuestro rollo, llegamos ahí, nos juntamos y morimos de la risa. En otras ocasiones nos ponemos más serias, cuando hay que ser serio, hay que serlo. Ese es un equilibrio bastante bonito.
Entiendo que estos 20 años de trabajo la han absorbido. Sin embargo, usted ha sido muy clara en el tiempo de calidad que debe dedicarle a su hija Giuliana...
Este trabajo sí demanda mucho. Los tiempos de antes en las navidades uno pasaba ahí metido. Entreteniendo a la gente, entonces daba más cólera porque tras que uno está trabajando, entreteniendo y de repente todo mundo te está criticando. Pero sí en esos aspectos (de tiempo) uno ha sacrificado mucho: familia, pareja, hijos. Uno lo disfruta pero de repente uno echa para atrás y piensa: 'pude haber equilibrado esto mejor'.
¿Qué la hizo querer defender sus prioridades?
Ahora más que nunca trato de priorizar mis cosas. Tener lista de prioridades más tajante. Antes decía: 'ay no voy a poder, ay voy a cancelar' porque tenía que cubrir o ir a algo. Son cosas que se podían manejar diferente y yo me consumí en el trabajo.
Ahora trato de comenzar a tener mis prioridades, en las que por supuesto está Giuliana y yo, lógicamente. Sé que uno necesita del trabajo, lógico, ahora más que nunca necesito trabajar. Gracias a Dios me va bien. Pero siento que uno tiene que equilibrar.
Ahora en Divas llegan muchos especialistas y desarrollamos tantos temas de superación, de amor propio. Entonces estoy tomando nota y eso me ha hecho recapacitar, tener un cambio de mentalidad. Me encanta porque me ha funcionado un montón. Estoy feliz.
¿Siempre bonita?
¿Qué implica tener que verse siempre bonita? ¿Hay mucha presión alrededor de eso?
Qué presión, verdad. Es curioso porque es algo muy lindo que la gente diga ‘qué dichosa porque sale todos los días en tele y la maquillan, la producen, le dan ropa y todo eso’. Pero a veces es desgastante porque te ven y te ponen en un pedestal, te ven como la persona perfecta, como la persona que no tiene tristezas, ni problemas. Y cuando te desnudás ante la gente en ese sentido dicen: ‘ay, pero qué es eso’. Y cometés un error y te acribillan y te juzgan y todo. En parte estar expuesta se justifica que te digan: ‘uy está roquísima. Ya esa mae no debería estar en televisión’. O, ‘uy vea, está gordísima, vea qué pelo’. Así como otra gente que te halaga y te dice cosas bonitas. Pero si es una presión muy grande.
¿Ha llegado a sentir presión en cuánto a subir de peso?
Antes sí. Pero ahorita lo llevo más tranquila. Imaginate que cuando entré a televisión, entré a A todo dar, todas eran así (muestra dedo pulgar de la mano) y yo era la más gruesa. Porque siempre he sido gruesa. Nunca voy a ser una mujer delgada. Soy de piernas grandes, soy latina. Todas tenemos un cuerpo hermoso.
En ese momento te empiezan a decir: ‘tenés que bajar de peso, vea que todas están así (delgadas)’.
Yo tenía 21 años. Por dicha estoy como muy clara de quién soy y de la seguridad que tengo, porque o si no estaría operada de pies a cabeza.
¿En esos tiempos le sugerían esto de hacerse arreglos, bajar de peso?
Sí, lo sugerían constantemente.
¿Cómo se mantenía fuerte y siendo usted misma ante ese bombardeo, hoy conocido body shaming (avergonzar a alguien por su cuerpo)…
Yo ni sé cómo hice. Y eso que en ese momento no existían las redes sociales. Pero sí llegaban cartitas anónimas.
¿Eran las personas?
En el trabajo de repente tiraban la chinita y en eso venían los calendarios (de A todo dar) en vestido de baño y yo me sentía así cómo ‘ay Dios mío’.
Parece mentira pero también soy una mujer que tiene complejos.
A ese punto quería llegar porque finalmente usted es una persona de carne…es cierto, la mayor parte del tiempo luce arreglada, pero al final del día, ¿quién usted?
Soy más que una persona con maquillaje. Es vacilón porque la gente se imagina otras cosas.
En un programa de Divas yo me puse a hacer como la giganta. Había personas muertas de risa, otras diciendo que qué espanto, que creyeron que yo era más seria. También dicen: “Viviana usted está cambiando” y yo no estoy cambiando. Yo soy así. Si me gusta hacer feo, hago feo. Siempre he sido así. Al final de cuentas te van conociendo y más bien les gusta esa parte porque uno se muestra tal cómo es. No está impostando nada. Eso es lo bonito de la tele.
Pero te digo que cuando uno sale, la gente es cruel, porque por ejemplo se fijan y dicen: 'ay esa es la de la tele y de fijo los de la tele no tienen celulitis, ni arrugas'. Te ven en la playa y están: 'uy mirá, veále las nalgas'. Lo he sentido.
Ahora ando en bikini y no me importa y siento que me ven. No sé si diciendo algo bonito o feo.
¿Qué condiciones se ha puesto o qué presiones ha vivido para mantenerse como figura de la televisión? Pregunto, por ejemplo, cuidar mucho la apariencia o presión para que no se convirtiera en mamá en determinado momento.
Eso se lo impone uno. A mí, por ejemplo, me daba pavor quedar embarazada por eso. Pensaba en el trabajo, en que yo que tenía que viajar y hacer las giras, creía que de fijo me iban a quitar mi puesto.
Creo que es valioso hablar de esto porque a veces las personas perciben a las figuras del medio siempre viéndose y pasándola bien, ostentando miles de seguidores… pueden llegar, incluso, a desear la vida que muestran en las redes sociales; aun teniendo todo esto, ¿se tienen los mismos miedos que cualquier persona?
Total. Uno llega y entrevista profesionales y uno no es conocedor. Uno está viviendo. Va creciendo, tratando de mejorar su versión. Uno no puede buscar perfección al 100 porque eso no existe. Antes me sofocaba mucho. Vuelvo a ver a atrás y pienso que qué tontería haberme sofocado tanto por esas cosas y sin embargo, lo hacía, lo disfrutaba (el trabajo), pero estaba esa parte. Hasta la fecha lo estoy trabajando.
También he vivido presión laboral, por ejemplo: me criticaron mucho (el público) cuando entré a Buen Día y decían que era malísima haciendo entrevistas. Fue raro porque empecé a llenarme de miedo y cuando iba a entrevistar a alguien me intimidaba.
Luego yo me decía: 'Viviana qué le pasa, usted es una persona de retos. Vamos'. Me empecé a sentir como chiquitita y como poquita. A ese punto llegué.
Vida personal
Su divorcio se hizo muy público. ¿Esta vivencia cómo cambió su forma de mostrarse?
Sí, porque el divorcio es feo, triste. Y más triste cuando se hace público y la gente empieza a hablar.
Más de hablar del hecho del divorcio, comentarios en redes sociales la culpabilizaban, pues indagaban en su vida personal...
Nadie sabe y nadie lo sabrá (los motivos del divorcio). Solo mi expareja y yo y Dios. Son muchas cosas que la gente desconoce y lo que duele es que la gente hable con propiedad. Imaginate que me trataron de que yo hasta abandoné a Giuli.
Fue horrible. Yo estaba supermal. Estaba superconvulsa. Me puse mal. Sin embargo, seguía trabajando. Di la cara. Nunca bajé la frente. Siempre me mantuve así. Yo por dentro estaba hecha leña. Por dentro me puse mascaras. También me hacía leña leer los comentarios que esa es otra cosa que ya aprendí. Yo ya no leo nada. Ya no me intoxico con nada.
Nadie es quien para señalar y juzgar. Todos en esta vida nos hemos equivocado. Nadie tiene una vida perfecta. No hay que fijarse en la vida de los demás para hacer daño. Fijémonos principalmente en nuestra vida antes de señalar a los demás. En este caso, por ser la “conocida” hicieron un circo mediático. Me hicieron daño a mí, hicieron daño a mi familia, a mi expareja y a su familia. Y eso no es justo.
Al final, nuestras acciones demuestran de qué está hecho nuestro corazón. Y sé que hay gente linda y buena y esa es la que se valora. A las negativas, que Dios las bendiga.
¿Ha sido de sus experiencias más duras tanto a nivel profesional como personal?
Super. La gente me decía “Viviana cómo ha hecho usted”. Y yo decía que hacía como que no era conmigo. Con Giuli me mostré fuerte. En momentos lloraba y ella me veía y le decía que hay momentos en los que mamá está triste y tiene que llorar. Es normal. Todo fue como una cosa terrible.
Que hablen de uno sin fundamento, con propiedad, sin conocerme y más en la situación que estaba viviendo en ese momento era horrible y si a eso se le suma que decían que había abandonado a mi hija , peor, aunque yo sé la clase de madre, de ser humano y de mujer que soy. Esos comentarios llegaban a doler muchísimo, y no solo a mí, también a mi familia.
Irme de la casa fue otra decisión muy triste. La búsqueda de un nuevo lugar par vivir e iniciar de cero fue rudo. Por supuesto me llené de miedos, pero consciente de que estaba asumiendo las consecuencias de mis decisiones y que por Giuli y por mí seguía fuerte, con coraje, enfrentando todo.
¿Cómo la cambió ese proceso? ¿Se hizo más hermética?
Claro. (Cuando empezó su relación) Con Pablo (Rodríguez) también nos bombardearon horrible.
En este proceso aprendí eso (a ser más hermética) y que soy una buena persona. Porque yo llegué a pensar que era una mala persona (habla con la voz compungida). Es raro porque este trabajo es muy expuesto. También tu vida personal está expuesta y no debería ser así porque al final es tu vida personal.
Tengo todo en las manos de Dios. Ha sido un proceso muy fuerte. Me he mantenido activa.
¿Cómo fue para usted saber que estaba lista para tener una nueva relación?
Eso mejor ni lo toquemos. Ese es otro tema ahí. La cosa es que estoy en mi proceso (hace poco anunció en Instagram que terminó el noviazgo con Pablo Rodríguez). Uno aprende de las cosas y hay gente muy buena. Linda. Dispuesta a brindar el amor de su corazón.
Mujer y madre
En este tiempo se convirtió en mamá… ¿cómo cambió su vida?
Quedé embarazada en mayo del 2013. Iba a cumplir 34 ese año. Quedé embarazada y fue muy lindo. Estaba entrenando para la maratón de Nueva York.
Ese fin de semana que seguía iba a hacer la Corre caminos. La hice el año siguiente y lloré llegando a la meta. Fue significativo porque cuando te dan la noticia de que estás embarazada todo te cambia.
¿Está anuente a volver a enamorarse?
Sí claro. Creo en el amor. Sé que hay muchas personas dispuestas a brindar amor necesario para poder salir adelante. Ahorita estoy tranquila. Viviendo un proceso. Agradecida porque he conocido gente maravillosa. Personas especiales a las que les deseo solo el bien.
Estoy en proceso de sanación. De mejorar ciertas áreas, de buscar mejor versión de mí, mejor versión de mamá para Giuli; también en la parte laboral. Estoy disfrutando cada instante. Con paz. Estoy tranquila.
¿Quién es usted hoy?
Soy una mujer que vive la vida al máximo. Que de los errores o malas decisiones que he podido cometer, de todo se aprende y eso no me ha definido. Soy una mujer fuerte y a la vez débil; una mujer segura pero que tiene sus complejos; soy una mujer que lo da todo en su trabajo, día a día; una mujer apasionada, entregada. Durante estos años he aprendido a valorar, priorizar. Sigo aprendiendo. Todos los días son oportunidad para un nuevo comienzo, oportunidad para hacer las cosas de mejor forma. Soy una mamá enamorada. He ido subiendo peldaños a través de mi trabajo serio, transparente. No la he visto fácil. Trabajo desde los 15 años y desde esa edad tengo mis ahorros. Soy una mujer de retos. Siempre con la mirada fija hacia mi objetivo que es ser feliz.
Créditos:
Locación: Costa Rica Beer Factory y Avenida Escazú
Bicicleta: Tienda Xpits, Avenida Escazú. Teléfono: 2289-7304, y Whatsapp: 6007-5000
Vestimenta: Boutique OXO Fashion. Tiendas en San Pedro: 2280- 3025 y Escazú: 2288-1052
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