En noviembre del 2020, Disney+ llegó como una tromba a Latinoamérica, ostentando joyas realmente costosas —Marvel, Pixar, Star Wars, etc.— para atraer a sus primeros suscriptores. Sin embargo, pasada aquella euforia inicial empezó a surgir un sentimiento de que algo le estaba haciendo falta al servicio de streaming del ratón.
Por donde se le mirara, Disney+ era demasiado familiar, buenazo, apto para todo público. Y eso, si bien no es algo malo, hizo que muchos potenciales clientes dudaran ante la evidente falta de contenido más orientado al público adulto.
Ahora, en medio del 2021, el muy calculado plan de streaming de Disney está claro. Nunca hubo intención de que Disney+ apelara a los amantes de los dramas policiales o de los contenidos con advertencias tipo “violencia y lenguaje inapropiado”, dado que esa tarea le correspondería a su hermano menor, uno que irónicamente sí puede usar palabrotas y llegar a casa tarde: Star+.
Recién inaugurada a finales de agosto para Latinoamérica, la nueva plataforma es una criatura que goza de independencia pero que a la vez complementa a Disney+. Y la compañía así quiere que sea percibida, pues al final lo que se busca es que el suscriptor combine ambos servicios, ojalá con la esperanza de que se convierta en su opción preponderante (única) dentro del cada vez más competitivo mercado del streaming.
Admito que en mis planes no estaba, por el momento, pagar una membresía más a otro servicio de streaming, pues ya con los recibos de Netflix, Disney+, Amazon Prime (con un buen descuento por medio de Tigo), Spotify y HBO Max es suficiente (también uso Apple TV+ pero la membresía salió “gratis” con la compra de un dispositivo de Apple). Sin embargo, Disney tuvo la amabilidad de facilitarme un acceso de prensa a Star+ y por eso, tras una semana de uso, puedo compartirles mis impresiones sobre la plataforma que viene a ser una fusión de la ya desaparecida Fox Play con ESPN+ y Hulu, servicios todos propiedad de Disney.
Vayamos por partes...
Usabilidad
Lo primero es reconocer que Star+ es bastante amigable con el usuario. Tanto en su diseño como en usabilidad es prácticamente idéntica a Disney+, por lo que los usuarios que ya están acostumbrados a esa otra plataforma no tendrán mayor problema para manipularla.
Su antecesora, Fox Play, siempre me pareció pesada, poco ágil y en ocasiones para ver un programa ahí había que armarse de paciencia, pues era común que se pegara la reproducción. En cambio, Star+ corre sin problemas, tanto en móviles como en computadoras y televisores inteligentes.
Además, en su esfuerzo por hermanar sus dos servicios, Disney permite que el cliente utilice los mismos accesos y contraseñas para Disney+ y Star+, lo cual facilita el registro y ayuda a verlos como una misma cosa.
Algo a lo que sí hay que acostumbrarse es a la coexistencia con los contenidos deportivos. En el “home” de Star+ se alternan los listados de películas y series con los de transmisiones de partidos de tenis y béisbol mexicano. Para quienes no son particularmente adeptos a los deportes, a lo mejor esto puede resultar una molestia menor.
Acertadamente, el servicio cuenta con un menú lateral que agiliza la navegación entre películas, series y ESPN.
Deportes
Star+ viene a ser el primer servicio de streaming en integrar de lleno los deportes en su oferta. Yo solo acostumbro ver ESPN después de los partidos eliminatorios de la Concacaf para oír los lamentos y pleitos de David Faitelson y José Ramón Fernández (en otras palabras, no soy target) pero aún así debo decir que encontré bastante con qué entretenerme en la sección deportiva.
El principal atractivo de esta categoría es poder ver en vivo, por medio de Star+, muchas de las principales transmisiones deportivas de ESPN. Aquí hablamos de, por ejemplo, el US Open, juegos de la NFL, Grandes Ligas, competencias de motores, combates de artes marciales mixtas... el abanico es amplio.
En el caso específico de fútbol, en Star+ están las transmisiones de la Serie A italiana, la Ligue 1 francesa (y sí, los juegos del PSG con Messi, Neymar y un tal Keylor), la MLS estadounidense, el campeonato mexicano y torneos internacionales como la Champions League, la Europa League y la Concacaf Champions League. Todo esto está muy bien.
Dentro del menú ESPN, hay apartados individuales para fútbol, ciclismo, béisbol, motores, fútbol americano, boxeo, tenis, baloncesto, golf y rugby.
El sistema funciona así: en el “home” se muestran las próximas transmisiones previstas, con su fecha y horario, y usted puede agregar a “su lista” aquellas que planea disfrutar, incluso con días de anticipación. Una vez que estas concluyen, muchas quedan disponibles para verlas en repetición por un tiempo limitado, así que si se perdió la competencia de Fórmula Uno en Malasia porque ocurrió en la madrugada, puede revivirla con calma luego, en un horario menos ingrato.
Es muy probable que a cualquier hora del día encuentre contenido en vivo de deportes en Star+. A mí me sucedió que mientras revisaba el sitio para esta nota tropecé con un juego eliminatorio que en ese momento se efectuaba en Vietnam entre la selección de fútbol local y su similar de Australia. Fue un buen partido.
Además, ESPN también llevó a Star+ muchos de sus documentales sobre deportes 30 for 30, los cuales son excelentes. Hay material de altísima calidad sobre algunas de las más llamativas historias de la NBA o la MLB, así como sobre boxeadores o bien ídolos caídos, al estilo de OJ Simpson. Recomiendo de antemano I Hate Christian Laettner, sobre el jugador universitario que nadie recuerda fue parte del Dream Team de 1992.
Y bueno, si usted disfruta como yo de las angustias de Faitelson y José Ramón, también la nueva plataforma le ofrece Fútbol picante.
Series
El catálogo de series de televisión de Star+ es muy respetable. No es tan amplio como el de Netflix pero sí está muy bien escogido. Además, muchas de sus producciones se crearon originalmente para ser emitidas en televisión (en las cadenas ABC, Fox y FX), por lo que constan de temporadas más extensas, ideales para maratonear.
Es claro cuáles son los gallos del gallinero de Star+: The Walking Dead, Los Simpsons y This is Us son imbatibles. Acá estamos hablando de realeza televisiva.
Si usted fue de los que en su momento se quedó sin ver todos los episodios de, digamos, Lost, Grey’s Anatomy o How I Met Your Mother, pues el nuevo servicio le guiña el ojo. Esos son solo tres de los títulos más emblemáticos, sumándose también a series que ya son consideradas clásicas y que en su momento fueron emblema de la televisión por cable, como Prison Break, Buffy, 24, Bones, Castle, Criminal Minds, Desperate Housewives, Homeland, Modern Family, Scandal, Scrubs, Sons of Anarchy y The X-Files.
Ya solo con eso, cualquier buen fiebre de las series puede darse por pagado. Star+ tiene todos los policiales que le faltan a Disney+.
El servicio es, además, la nueva casa, para efectos de streaming, de series aún vigentes como la ya mencionada This Is Us, así como de American Horror Story; Mayans M.C.; Pose; Outlander; Genius; Snowfall; 9-1-1; S.W.A.T, y The Resident.
Cuando Disney+ llegó, la decepción de los fanáticos de Los Simpsons fue mayor, pues solo incluía dos de las 30 temporadas de la emblemática serie. Ahora es claro que aquello se debió a que Disney estaba reservando la totalidad de los episodios para Star+, donde la longeva serie de la familia amarilla sí está íntegra.
Otros títulos animados de Fox que igualmente se encuentran en Star+ son Family Guy, American Dad!, Futurama y Bob’s Burgers.
La plataforma también apuesta a consolidar poco a poco una oferta de series originales exclusivas, entre las que por ahora se promocionan con fuerza Love, Victor; Big Sky y, muy en especial, Only Murders in the Bulding, con los veteranos e inseparables Steve Martin y Martin Short, junto con la estrella juvenil Selena Gómez.
Al igual que en Disney+, en Star+ el patrón de estreno de las series vigentes es de un nuevo episodio por semana, al contrario de Netflix que libera temporadas completas (o al menos la mitad) en un mismo día.
Poco puedo aportar sobre la producción original hecha en América Latina, pues no era especialmente aficionado de las series que Fox hacía para la región (seguro había algunas buenas, pero Cumbia Ninja no era la mejor carta de presentación). Para su introducción, Star+ le apuesta fuerte a Impuros, aunque su gran apuesta de contenido original en español llegará más adelante, con el estreno de la producción argentina Santa Evita.
Mientras tanto, lo que sí es muy recomendable ahí es la serie Bios, de Nat Geo, que explora la vida de los grandes íconos del rock latinoamericano y recientemente incorporó nuevos episodios dedicados a Andrés Calamaro, Alex Lora, Café Tacuba, Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta (#RompanTodo).
Cine
Para efectos cinematográficos, Star+ es el templo de la 20th Century Fox.
Considerado uno de los estudios más legendarios y atrevidos de Hollywood, la filmografía de Fox es la que nutre en su totalidad el apartado de películas de las nueva plataforma. Aquí no busque Disney ni Marvel (¡solo a Deadpool!) ni cine para toda la familia: aquí no se aceptan menores de edad.
Tras la adquisición de Fox por parte de Disney, su gigantesca colección de cintas viene a ser el mayor activo de Star+. Es enorme, variada, abarcando desde joyas del sétimo arte hasta legítimas piezas de basura dignas del peor cine clase B (como la película de Dragon Ball #FueHorrible). Y eso el buen cinéfilo lo agradece.
Lo primero es que no espere que Star+ sea en adelante su fuente de estrenos cinematográficos, como sí sucede con Disney+ y HBO Max, donde las películas que debutan en la pantalla grande pronto son asimiladas. Fox ya no producirá muchos filmes bajo las reglas de Disney, así que concentrémonos en lo que en realidad suma: los clásicos.
Star+ es ahora la casa de franquicias de esas que encantaron en el cine y que hemos visto una y otra vez en televisión y DVDs (pirateados... a veces). Si usted tiene más de 40 años encontrará especialmente llamativo que en un único servicio de streaming ahora se junten todas las entregas de Duro de matar, Alien, Volver al futuro, La supremacía Bourne, El planeta de los simios, Depredador, Taken, y casi cualquier filme en el que participe el astro argentino Ricardo Darín.
LEA MÁS: Ya empecé a usar HBO Max: recuento de lo bueno, lo malo, lo feo (y lo que no nos dieron)
Solo con eso, ya Star+ empezó ganando.
La colección de filmes es robusta y tomará tiempo explorarla. A manera de ejemplo, estas son solo algunas de las películas que se me hacen imperdibles, que he visto una y otra vez y que son exclusivas de esta plataforma:
- Big Trouble in Little China (1986)
- Cleopatra (1963)
- Cocktail (1988)
- Dangerous Minds (1995)
- La sociedad de los poetas muertos (1989)
- Enemigo mío (1985)
- Face/Off (1997)
- La mosca (1986)
- Full Monty (1997)
- La mano que mece la cuna (1992)
- High Fidelity (2000)
- Jojo Rabbit (2019)
- El último rey de Escocia (2006)
- Logan (2017)
- El hombre del zapato rojo (1985)
- Mi primo Vinny (1992)
- Nueve reinas (2000)
- Nomadland (2021)
- Pretty Woman (1990)
- Durmiendo con el enemigo (1991)
- Speed (1994)
- Titanic (1997)
- Bajo el sol de Toscana (2003)
- Wall Street (1987)
- White Men Can’t Jump (1992)
Y podríamos seguir...
Conclusiones
Star+ tiene elementos de sobra para llegar a competir. No pareciera estar diseñado para ser el servicio de streaming preferido pero sí una muy completa segunda opción.
Disney lo tiene claro: su intención es que quienes ya tienen Disney+ terminen pagando más con tal de sumar Star+, pues solo así se entiende en su totalidad la estrategia de streaming de la compañía. Sabiendo ahora todo lo que Star+ tiene, pues Disney+ sí parece incompleto.
Sus precios son altos en comparación a otras plataformas, por lo que la mejor opción es buscar el Combo+... justamente lo que Disney quiere que usted haga.
La preponderancia de los contenidos deportivos si bien puede ser un gancho para la audiencia que consume ESPN de modo habitual, también puede espantar a quienes no tienen mayor interés en el campeonato de béisbol mexicano o los juegos de la otra liga de fútbol estadounidense que no es la MLS.
Disney tiene todos sus canales publicitarios hoy apuntados a consolidar sus servicios de streaming. El bombardeo promocional es intenso, así que no debería extrañar que a la vuelta de un año el panorama de la “guerra del streaming” sea muy distinto a lo que hoy vivimos en Latinoamérica.
Ya lo veremos.
Entrevista con Natalia Scalia, Senior Vice President and Head of Direct-to-Consumer, The Walt Disney Company Latin America
— ¿Los estrenos que lleguen a Star+ serán en simultáneo al resto del mundo?
— Tenemos un contenido de estrenos muy diverso, de diferentes fuentes. Por ejemplo Only Murders in the Bulding, que es el primer estreno global que tenemos, estrena date-and-day para Estados Unidos y la expectativa que tenemos es manejar date-and-day. Después vamos a tener contenido que solo estrena en la región, como todas las producciones originales, locales, y estos serán para ver en binge, temporadas completas, como Impuros. Vamos a estar muy alineados con los lanzamientos globales.
Una de las grandes producciones que estamos trabajando es Santa Evita, que se estrena en octubre 22 con Natalia Oreiro, una súper producción. También estrenando nuevas Bios, la de Calamaro, la de Mercedes Sosa, la de Sofía Vergara, de la mano de National Geographic.
— En otros mercados, como Canadá o Inglaterra, Star se integró dentro de Disney+ como una pestaña más, como están Pixar o Marvel. ¿Por qué se optó para América Latina por manejarlo como un producto aparte?
— Por varias razones. Disney+, que llegó a America Latina hace casi un año, llegó muy fuerte con un perfil muy claro y un posicionamiento de altísima relevancia en el segmento familiar e infantil. Es un espacio único, somos el referente y queremos preservar esa identidad, ese espacio, la afinidad que las familias ya tienen con Disney+.
Esa experiencia será muy distinta con Star+, es un producto complementario a Disney+. Además en América Latina, Star+ recibe una herencia de todo lo que incorporamos a partir de la adquisición de Fox, que en esta región tenía ya una afinidad muy alta y fuerte con un público adulto. Pretendemos tener un amplio abanico de temáticas e intereses para ese público, tocar todos los temas.
Y la otra motivación que nos llevó a tener un servicio independiente es la posibilidad de combinar esta propuesta de entretenimiento general con deportes, de la mano de ESPN, que también es una particularidad de la estrategia de esta región, donde ESPN tiene una presencia muy fuerte. Es una combinación que no existe hoy.
Eso es lo que nos motivó a generar un espacio diferente a Disney+, con una personalidad propia, específica, de valor y que se diferencia del resto de propuestas del mercado.
Lo que sí tenemos como estrategia es la oferta comercial combinada, Combo+, donde los suscriptores van a poder contratar un solo plan que agrupar los dos servicios; no tiene integración de productos pero sí tiene un beneficio de ahorro y también facilidades en el acceso porque las credenciales, password para el usuario que tiene el combo son las mismas. Eso facilita el consumo en el hogar.
No estamos preocupados por el precio, no creemos que el éxito pase por una cuestión de precio. Queremos una propuesta estable, de elección primaria; la sensibilidad del precio empieza cuando no le encontrás valor.
— ¿Cómo ha resultado en la región el modelo de Disney+ de estreno simultáneo en streaming de películas de cine por un monto adicional (Premier Access)? La compañía reveló datos sobre el desempeño de Black Widow en general pero no se ha dicho la recepción que tuvieron, por ejemplo, los suscriptores a Jungle Cuise, Cruella o Raya y el último dragón.
— A nivel de números la única información que puedo compartir es la pública y que ya conocen. La recepción fue muy buena porque la gente valora las opciones, en un momento como en el que estamos viviendo, donde los cines abren pero con restricciones. Creo que lo que hizo Disney fue poner al consumidor en el centro y darle todas las herramientas para que pueda elegir, cuando se pueda. La recepción fue buena.
— ¿Qué futuro le ve a la televisión por cable frente al streaming?
— Hoy en los hogares de la región lo que se ve es algo más pasivo, algo que está prefijado, lineal, y en el streaming es lo opuesto, la gente define su experiencia. Ese ritmo de cómo irá evolucionando se verá pero vamos a un mundo de convergencia. Nos lo irá dictando el consumidor.
La penetración del cable es fuerte en nuestra región y entendemos que hay un mundo digital que tiene otra lógica de consumo. Por el momento, para nosotros son complementarias las experiencias.