La idea me ha asaltado varias veces mientras recorro el pasillo de alguna juguetería en búsqueda del próximo regalo para un sobrino o algún hijo de un amigo: ¿Qué pasará si le regalo una muñeca?
La pregunta tiene trampa, pues soy padre de niñas y al pensar en muñecas no me refiero a Barbie y otras líneas similares, sino a las poquitas heroínas que se han lanzado como parte de las colecciones de figuras de acción de personajes de Marvel, DC o Star Wars.
En una época en que los superhéroes de Marvel dominan el entretenimiento en todos los rangos etarios, la presencia de personajes femeninos en su oferta es casi un asunto de mero rigor. A la fecha Los Vengadores solo cuentan con dos mujeres en sus filas –Viuda Negra y Bruja Escarlata–, y Los Guardianes de la Galaxia tienen en Gamora su única mujer competitiva (Nébula es villana y Mantis es un chiste).
Esa disparidad de género es igual de notoria en los juguetes que Disney ofrece bajo la sombrilla de Marvel, especialmente dentro de la muy popular serie Titán, de figuras de 12 pulgadas.
La Titán no es la más llamativa de las colecciones de figuras de acción; de hecho es bastante básica, con muñecos apenas articulados, sin mucho cuidado en los acabados y que bien pueden pasar por los primos guerreros del Ken. Esto se debe a que se trata de una línea económica, de precio accesible y que Hasbro ha llevado no solo a las jugueterías, sino también a los supermercados y bazares.
Haga la prueba: en los anaqueles de Cemaco, Toys o Universal podrá encontrar, como parte de Titán, todo tipo de versiones de Iron Man, Spider-Man, Hulk y el Capitán América, e incluso personajes secundarios que no parecieran especialmente populares entre los niños, como el Hombre de Arena, Ultrón, Electro o Visión. Sin embargo, si lo que busca es una mujer, tendrá suerte si acaso logra dar con la figura de Viuda Negra (la muñeca de Gamora es aún más difícil de obtener y la Bruja Escarlata ni siquiera fue incluida en la colección Titán).
Igual pasa con las colecciones de figuras de 12 pulgadas basadas en los personajes más populares de Star Wars –con Jin Erso y Rey en medio de decenas de sus colegas varones– y de DC, con la Mujer Maravilla y Harley Quinn peleando espacio en medio de Flash, El Guasón, Robin, 10 versiones de Superman y 35 variantes de Batman.
Afortunadamente, la entrada triunfal y aplastante de la Mujer Maravilla al cine podría cambiar el panorama. Y aún antes del estreno de la película de la amazona, DC se adelantó y, de la mano de Mattel, desarrolló el concepto de las Superhero Girls, una colección para niñas que junta a algunos de sus personajes femeninos más emblemáticos, como Batichica y Superchica, además de las ya mencionadas Harley Quinn y Mujer Maravilla.
Cierto que hablamos de juguetes pero también de estereotipos y valores. El que las figuras de acción basados en personajes femeninos o no blancos (Finn, en Star Wars , por ejemplo) se peguen en los anaqueles y terminen con precios de oferta no habla bien de nosotros, los adultos cuya mentalidad afecta, para bien o para mal, la compra.
La próxima vez que su hijo le pida un Avenger, ofrézcale a Viuda Negra. El que la use “esposa” o que la ponga a combatir a la misma altura de Iron Man depende de usted.