Óscar Rodríguez A. oscar.rodriguez@nacion.com
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) estima que invertirá $2.000 millones entre el 2016 y 2024 con el fin de reducir el rezago en infraestructura de salud en Costa Rica.
La entidad autónoma recurrirá a créditos, un fideicomiso y recursos propios para financiar las nuevas obras.
El portafolio de proyectos de la institución incluye la edificación de cuatro nuevos hospitales regionales en Turrialba,
Cartago, Puntarenas y Golfito.
Cada uno de estos centros significará una inversión de $100 millones entre la construcción y el equipamiento médico.
El plan también incorpora el fortalecimiento de la estructura de hospitales nacionales con la edificación de torres en el hospital México, el Calderón Guardia, el San Juan de Dios y la Torre de la Esperanza del Hospital Nacional de Niños.
Además, incluye la construcción de un nuevo Centro de Cuidados Paliativos, una torre de emergencias en el hospital de Pérez Zeledón y un edificio para el hospital Anexión de Nicoya, detalló Gustavo Picado, gerente Financiero de la CCSS.
El proyecto incorpora la construcción, remodelación y ampliación de 10 Áreas de Salud que ascenderá a $200 millones.
Asimismo se harán 20 nuevos Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebáis) para la atención primaria de los asegurados por $40 millones.
FOTO: Graciela Solís
El plan de inversiones de la Caja incorpora el fortalecimiento de los hospitales Calderón Guardia, México y San Juan de Dios. Pacientes son atendidos en el Servicio de Hematología del hospital México.
Un nuevo centro de abastecimiento de medicamentos y reforzamiento de nueve sucursales de la Caja. La primera obras con un costo estimado por $25 millones y las segundas en $20 millones.
“Tenemos capacidad financiera para ejecutar el portafolio de inversiones en los próximos ocho años”, detalló Picado.
Fondeo. Las principales fuentes de recursos del plan de inversiones serán un fideicomiso por $450 millones, un préstamo de $420 millones del Banco Mundial y un crédito por $270 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El resto se complementará con el ingreso de las contribuciones obrero–patronales y el tributo especial al tabaco, dijo Picado.
Actualmente, los ingresos del Seguro de Maternidad y Enfermedad (SEM) son insuficientes para satisfacer la demanda de infraestructura para atención médica en el país.
Este es uno de los mayores retos para la institución, que cumple 75 años en noviembre y pretende, según han afirmado sus autoridades, llegar renovada y fortalecida al centenario, en el 2041.
En la última década, la inversión en obras y equipo fue, en promedio, del 3,6% de los gastos anuales del SEM.
Para este año la inversión será del 10% del egreso del seguro de salud, detalló María del Rocío Sáenz, presidenta ejecutiva de la Caja en noviembre pasado.
La jerarca enfatizó en que el equilibrio financiero alcanzado tras la crisis del 2011 les ha permitido triplicar el presupuesto asignado a obras hospitalarias.
“Estamos cerrando brechas de inversión, especialmente en las zonas más rurales con mayores problemas de acceso a los servicios de salud”, dijo Sáenz.
FOTO: Mayela López
Para el nivel básico de atención, la Caja planifica la remodelación y ampliación de 10 Áreas de Salud del país. En la imagen, el Área de Salud Desamparados 2, ubicada en San Rafael Abajo.
El principal obstáculo para el desarrollo de obras es el fuerte peso de las remuneraciones y las prestaciones legales. En el último año significaron el 74% del total del gasto del SEM, es decir, ¢1,2 billones.
Pablo Sauma, exdirectivo de la CCSS y exmiembro de la Junta de Notables, calificó de tenues las medidas de la entidad para reducir la carga de los pluses salariales y duplicidad de funciones.