Managua. AFP. - El Congreso de Nicaragua dio luz verde ayer a la polémica decisión del presidente Daniel Ortega de adjudicar a una empresa desconocida, con sede en Hong Kong, el permiso para construir y operar, por un siglo, un canal interoceánico cuyo costo de construcción duplica el producto interno bruto nacional.
El proyecto da a la compañía, fundada hace 10 meses por el abogado Wang Jing, la potestad absoluta sobre las tarifas del futuro canal, de expropiar cualquier terreno que considere necesario y de utilizar o desviar todos los cursos de agua. Mientras, obliga al Estado nicaraguense a renunciar a su inmunidad en caso de conflicto.
Parece “que se volvió loco Ortega, cuestionó el diputado de la disidencia sandinista, Víctor Hugo Tinoco, para quien la concesión es un negocio “encubierto entre Wang y Ortega” para “enriquecerse”.
“ Estamos regalando nuestro territorio a una empresa extranjera ”, sentenció el jefe de la oposición, Eduardo Montealegre.
La ley, aprobada con trámite relámpago en una semana, autoriza a Ortega –cuyo gobierno sigue manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán y no con Pekín– a suscribir hoy el Acuerdo Marco de Concesión con la HK Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKDN).
La firma obtiene los derechos para promover y decidir el “diseño, desarrollo, ingeniería, construcción, propiedad, posesión, operación, mantenimiento y administración” de una obra de unos $40.000 millones.