Sao Paulo (AFP). Miles de manifestantes en Sao Paulo y Río de Janeiro bloquearon avenidas céntricas, destrozaron autobuses, incendiaron basura y se enfrentaron con la Policía para protestar contra el alza del precio del transporte público, a dos días del inicio de la Copa Confederaciones en Brasil.
En Sao Paulo, que no es una de las seis sedes de este torneo pero sí de la Copa del Mundo en un año, más de 5.000 personas marcharon gritando eslóganes de izquierda en el corazón de la ciudad, en la cuarta manifestación contra el alza de 7% de los boletos de autobús, metro y tren (de 1,5 a 1,6 dólares).
La policía militar, armada hasta los dientes, dispersó finalmente a los manifestantes cuando llegaban a la avenida Paulista, disparando balines de goma y lanzando bombas de humo y de gas lacrimógeno.
Más de 60 personas fueron detenidas, según el último balance policial. La prensa local da cuenta de decenas de heridos.
El diario Folha de Sao Paulo informó que siete periodistas de su staff fueron heridos, incluidos dos que recibieron balas de goma en el rostro.
Las protestas tienen lugar en momentos que Brasil atraviesa un débil crecimiento y un alza de la inflación, que han provocado una caída en la popularidad del gobierno de Dilma Rousseff.
“Queremos que se ponga fin al aumento del boleto y un pase gratis (de transporte) para todos”, dijo la estudiante Aline Bailo, de 23 años.
Pero el alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, insiste en que la tarifa se mantendrá porque el aumento es “bastante inferior al de la inflación”.
“Depredación, violencia y obstrucción de vías públicas no son aceptables. El gobierno de Sao Paulo no va a tolerar el vandalismo”, dijo el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, en su cuenta Twitter.
En Rio de Janeiro, una de las sedes de la Copa Confederaciones y puerta de entrada de turistas al país, una nueva protesta contra el alza del precio del boleto de ómnibus reunió a más de 2.000 personas, en su mayoría jóvenes estudiantes.
Los manifestantes bloquearon la céntrica avenida Rio Branco e incendiaron varios tachos de basura. La policía disparó bombas de humo para dispersar a la multitud y los bomberos fueron activados para apagar el fuego.
Un joven manifestante recibió una pedrada en la cabeza, y un policía también fue herido, según la televisión Globo News.
La protesta, que provocó el cierre de varias estaciones de metro en el centro de Rio, fue convocada para exigir la reducción del precio del pasaje de ómnibus, que subió de 2,75 a 2,95 reales (1,29 a 1,38 dólares).
“No aguantamos más estos aumentos en cadena, mientras se gasta millones con la Copa del Mundo”, dijo a la AFP una de las manifestantes, la estudiante Halux Maranhão, que marchaba con una rosa blanca en las manos.
Las ONG Amnistía Internacional (AI) y Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresaron su inquietud por la violencia y la represión policial y la prisión de periodistas.
La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó por su lado la actuación de la policía de Sao Paulo –con 20 millones de habitantes en su área metropolitana– hacia los periodistas que cubren las protestas callejeras.
Tres periodistas fueron arrestados el martes durante una protesta en Sao Paulo, y uno de ellos aún continúa detenido acusado de “asociación para delinquir” y “daño a la propiedad”, afirmó RSF, que pidió la inmediata liberación del reportero.
El martes de noche, unos 5.000 manifestantes marcharon por el centro de Sao Paulo e incendiaron autobuses, lanzaron bombas molotov, quebraron ventanas de bancos o tiendas y protagonizaron enfrentamientos con la policía.