Caracas. AFP y AP. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este miércoles de que tiene listo un decreto de “conmoción interior”, el cual implicaría la restricción de libertades, en caso de que se desaten hechos “golpistas violentos”.
“Es un recurso que tengo como jefe de Estado (...), y no lo dudaré para decretarlo si fuera necesario para combatir por la paz y la seguridad de este país. Lo tengo listo, cuando haga falta”, afirmó en un acto con seguidores en Guanta, en el estado Anzoátegui (este).
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Maduro no precisó en su declaración los alcances del decreto de conmoción interior, pero implicaría restricciones a libertades, tras el estado de emergencia económica y de excepción que declaró el viernes.
Según la Constitución, el estado de conmoción interior o exterior puede ser decretado por el mandatario “en caso de conflicto interno o externo, que ponga seriamente en peligro la seguridad de la nación”, y puede prolongarse hasta por 90 días, prorrogable por otro lapso igual.
El presidente socialista, contra quien la oposición impulsa un referendo revocatorio, sostiene que la oposición tiene como estrategia provocar violencia y propagar la idea de que Venezuela enfrenta una “crisis humanitaria”, para justificar una intervención de EE. UU.
Electricidad. Paralelamente, Maduro anunció la reducción del racionamiento eléctrico que se aplica en el territorio nacional, excepto en Caracas.
Dijo que han “salvado el Guri”, la principal represa del país, al implementar medidas como el plan de administración de carga eléctrica, reducir la jornada laboral de algunos empleados públicos a solo dos días por semana, decretar los viernes libres para los estudiantes y modificar el huso horario.
El discurso de Maduro se produjo tras una jornada en la que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se movilizó en una veintena de ciudades, que degeneraron en incidentes en al menos cinco puntos. Se reportaron, además, 17 detenidos, según sus organizadores.
Bloqueo y gases. Policías y guardias nacionales con bombas lacrimógenas y balas de goma bloquearon la marcha de varios miles de opositores que intentaban llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) para reclamar que se acelere el proceso de referendo contra Maduro.
Los roces entre los cuerpos de seguridad y los manifestantes que se registraron en Caracas y otras ciudades dejaron al menos cuatro heridos y unos 17 aprehendidos.
Al grito de “¡Urgente, urgente, un nuevo presidente!”, los manifestantes intentaron infructuosamente por más de tres horas movilizarse por algunas vías del norte de Caracas, pero cientos de policías y guardias nacionales les cerraron el paso hacia la sede del CNE, debido a que la marcha no tenía permiso.
Enfrentamientos. En algunos momentos, se produjeron incidentes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En los enfrentamientos resultaron heridas cuatro personas, dijo a la prensa el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado opositor Henry Ramos Allup.
Uno de los cinco directores del CNE, Luis Emilio Rondón, recibió un documento en el que la coalición opositora exigió acelerar la revisión de 1,8 millones de firmas que recolectaron en abril a favor del referendo.
El dirigente opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles afirmó que las autoridades deberán decidir si recurren a “los tanques, a los fusiles para atropellar al pueblo”, o van por el camino constitucional.
“Vamos a hacer que el señor Maduro entre por el carril; lo vamos a obligar a respetar la Constitución”, declaró.
Capriles dijo que la oposición seguirá con las movilizaciones para presionar por el referendo. Informó de que en otras 22 ciudades hubo marchas y que en varias se registraron hechos violentos.
El también gobernador del estado central de Miranda llamó la víspera a los venezolanos a desconocer el decreto de emergencia económica y estado de excepción que aprobó Maduro alegando que la normativa es “inconstitucional” e instó a las fuerzas armadas a decidir si están de lado de la Constitución o con el mandatario.
Maduro dijo la víspera que si sus adversarios quieren marchar deben hacerlo en el este de la capital, donde gobiernan los alcaldes opositores. El mandatario afirmó, sin presentar pruebas, que existen planes para convertir las marchas opositoras en “eventos insurreccionales”.
“Con el chantaje de la violencia no habrá referendo”, indicó el gobernante al expresar su rechazo a las acciones de la oposición, que apuesta a realizar la consulta este año para sacar del gobierno a Maduro, cuya popularidad ´fue golpeada por la crisis.
El oficialismo descartó que el referendo pueda realizarse este año y a pesar de que no se ha realizado una auditoría de las firmas, sostiene que en ese proceso se cometieron irregularidades.
En medio de los enfrentamientos entre el gobierno y la Asamblea Nacional, Maduro afirmó el martes que el Legislativo “perdió vigencia política, es cuestión de tiempo para que desaparezca”.
Las tensiones políticas crecen mientras los venezolanos enfrentan una desbordada inflación, que se estima podría alcanzar este año 720%, severa escasez de alimentos, medicinas y productos básicos y una recesión económica que tiende a complicarse por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos por exportaciones del país.