El Gobierno prepara una nueva demanda contra Nicaragua, esta vez por ofrecer en concesión bloques de mar que pertenecen a Costa Rica para la explotación de petróleo.
Al finalizar ayer la reunión de ministros con la presidenta Laura Chinchilla, el canciller Enrique Castillo indicó que la demanda estará presentada antes de finalizar esta administración, el 8 de mayo.
“Estamos preparando una demanda contra Nicaragua por estar usurpando y ofreciendo territorio marítimo costarricense y haber fijado arbitraria y unilateralmente límites marítimos”, dijo Castillo.
El pasado 22 de julio, Castillo había denunciado que, desde el 2012, Nicaragua ofreció la concesión de 18 bloques en el Pacífico y 55 en el Caribe costarricense para exploración y explotación petrolera.
En esa ocasión, Castillo había advertido que cualquier empresa que eventualmente ganara concesiones en porciones de mar costarricense, no recibiría ningún derecho por parte del país.
Al contrario, agregó que se aplicarían los instrumentos legales que fueran necesarios para defender el territorio nacional.
De acuerdo con el documento circulado por el Gobierno de Nicaragua, estos bloques de mar podrían ser explotados a través de contratos de concesión, de producción compartida o “de cualquier otra modalidad contractual utilizada por la industria petrolera”.
La oferta del presidente Daniel Ortega planteaba que los bloques podrían ser de 4.000 km cuadrados.
El gobierno costarricense presentará además una queja –junto a Colombia y Panamá– ante la oficina reguladora de derecho marítimo de las Naciones Unidas (ONU), por las pretensiones de Nicaragua de extender su plataforma marítima. Sin embargo, la nueva demanda es un hecho, alegó Castillo.
Si bien todavía no hay fecha para su presentación, el canciller afirmó que no se quedará como una tarea para el próximo gobierno.
Esta demanda se suma al proceso que la administración Chinchilla entabló en La Haya, también contra Nicaragua, por violación de la soberanía al invadir isla Calero.
Con la cercanía del final del actual gobierno, en mayo, Castillo recomendó a las futuras autoridades no creer en “los cantos de sirena” de Nicaragua, en referencia a las tirantes relaciones que ambos países han mantenido estos años.