Unos 7.000 empleados del sector público trabajan actualmente bajo la modalidad de teletrabajo, es decir desde sus casas. Ellos representan el 2,3% de los 300.000 funcionarios del sector.
La meta del Gobierno en un mediano plazo es alcanzar que el 50% de las instituciones públicas cuenten con un plan de teletrabajo.
Como parte de esta iniciativa, el Ministerio Trabajo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) realizaron un primer foro "Hacia una Ley de Trabajo", cuyo principal fin, explicó la Gisela Kopper, jerarca del Micitt, es conocer las necesidades para avanzar hasta esta modalidad laboral y dar a conocer las experiencias relacionadas con esta práctica.
Según Kopper, uno de los principales aspectos a considerar para promover el teletrabajo es el tema de la conectividad y el acceso y apropiación de la tecnología.
Por su parte, el ministro de Trabajo Victor Morales Mora, aseguró que pese a que se cuenta con decretos y experiencias de teletrabajo exitosas en el sector público, uno de los principales escollos es la inexistencia de un marco legal.
Precisamente, destacó Morales, una legislación sobre teletrabajo no solo impulsaría esta práctica sino que permitiría por ejemplo llenar vacíos en áreas como salud ocupacional y accidentabilidad laboral.
"El incentivo pasa por una definición de reglas claras", puntualizó Morales.
El jerarca además mencionó algunos beneficios a nivel país, tales como la reducción de costos, mejoras en transportes y vinculación entre familia y trabajo.
Mitos.
Jorge Llubere, coordinador de la Comisión Nacional deTeletrabajo, explicó que en el país siguen habiendo ciertos mitos en cuanto al tema del teletrabajo.
"El primer mito es que la persona teletrabajando no se puede controlar, eso es falso porque aunque esté con mi jefe a la par, eso no garantiza que no esté en mi computadora haciendo otras cosas", aseguró.
Otra de las creencias está relacionada al tema de la productividad, pues muchos patronos temen que la persona que trabaja fuera de la oficina pierde su eficiencia. Según Llubere, hay datos cuantificados en el país de que la productividad aumenta entre un 25% y 30% cuando la persona labora bajo esta modalidad.
"El tercer mito es que la persona se aísla, eso hay que verlo con cuidado, porque hay que ver a qué llamamos aislamiento (...) a mi como empresario no me sirve que un funcionario llegue a la oficina solo a saludar y hacer relaciones públicas; lo que estamos haciendo qes ue los teletrabajadores puedan mantener una comunicación permanente entre ellos", añadió.
El experto agregó que uno de los mitos que ha provocado un estancamiento en los planes de teletrabajo, es que los jefes siguen acostumbrados a suponer que son jefes si tienen a la gente a la par.
"Ese es el que nos tiene un verdadero problema, hay que demostrarle al jefe que puede dirigir en forma virtual", concluyó.