¿Está preocupado porque su hijo no puede pasar un solo día sin encender una consola de videojuegos o la computadora para jugar?
Investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, le darían la razón, pero dependiendo de cuánto tiempo pasa el menor con este entretenimiento.
El 75% de los pequeños lo hacen diariamente y muchos no tienen dificultades evidentes. Sin embargo, otros sí desarrollan impedimentos para socializar.
Si sus niños juegan durante 60 minutos o menos, hay buenas noticias, pues ganarán habilidades, como concentración y perseverancia. Además, se relacionarán mejor con otras personas (tanto de su edad como de otras edades), que aquellos menores que pasan más de tres horas al día con este pasatiempo.
El estudio, publicado en la revista Pediatrics , halló que quienes pasan más de 180 minutos diarias con videojuegos –más de la mitad de su tiempo libre–, tendrán más obstáculos para socializar, compartir y escuchar a otros.
Los científicos no encontraron ni beneficios ni perjuicios en quienes usan estas consolas entre 61 y 179 minutos al día.
Paso a paso. ¿Cómo se llegó a estas conclusiones? Los investigadores reclutaron a 4.899 menores (2.436 hombres y 2.463 mujeres) de entre 10 y 15 años de edad.
A todos se les preguntó si jugaban videojuegos todos los días, durante cuánto tiempo, y se les preguntó cuán felices eran.
El 75% de ellos dijo jugar todos los días, pero solo el 10% de las mujeres y el 15% de los hombres dijo hacerlo durante más de tres horas cada día.
Después, los científicos hicieron varios grupos de juego donde ponían a los menores a divertirse entre ellos para ver cómo socializaban, ya que ninguno de ellos conocía a los otros participantes.
Así se encontró que quienes jugaban menos de una hora al día, tenían mayor facilidad para compartir con los demás menores, en comparación con quienes jugaban por lapsos superiores a las tres horas.
No obstante, los pequeños que dedicaban de una a tres horas para jugar, eran menos proclives a comenzar una conversación que los niños que jugaban menos.
En Costa Rica. Esta no es la primera vez que se advierte sobre el tiempo que se gasta con los videojuegos.
“A los hijos no se les puede quitar la oportunidad de jugar este tipo de juegos. Si nosotros, como padres, no les damos la oportunidad, van a buscarla en otras casas donde tal vez no haya supervisión”, advirtió desde el 2010 la especialista de la Unidad de Psiquiatría y Psicología del Hospital Nacional de Niños, Amanda Pérez.
“Si ven muy aislado o agresivo a su hijo, es mejor restringir un poco el uso de estos juegos”, añadió.
De regreso al estudio de Oxford, se señaló que hay otros factores que determinan el comportamiento de los niños y que van más allá de su contacto con los juegos de video.
“Los niveles altos de juego solo evidencian los mismos problemas que un niño puede tener, el estudio no indica que causen problemas mayores”, comentó en un comunicado de prensa Andrew Przybylski, autor principal del reporte.
“En estos niños influyen más las relaciones con sus padres, sus hermanos, sus compañeros de escuela y los vecinos, y a eso debe ponerse cuidado; se necesita investigar ese tema”, agregó el científico.