Tal vez el domingo pasado usted pasó por el centro de Aserrí y vio a varias personas dibujando, cuaderno y pluma o pincel en mano. Tal vez se los ha encontrado en otras ciudades de San José, Heredia, Cartago o Alajuela, o en alguna otra localidad del Gran Área Metropolitana e incluso fuera de ella.
Si se ha topado con algo por el estilo, es probable que se haya tratado de un grupo de croquiseros urbanos o urban sketchers, pertenecientes a la comunidad de dibujantes llamada Urban Sketchers Costa Rica.
Una comunidad abierta.
El colectivo Urban Sketchers Costa Rica fue gestado entre los años 2010 y 2012. Sus fundadores fueron William Cordero y Julia Stephan. Todo inició con un blog que invitaba a artistas y aficionados apasionados por el dibujo y el paisaje urbano a participar en los recorridos urbanos o sketchwalks y en las maratones de dibujo que organizaban. Pronto la comunidad creció y ahora realizan múltiples actividades al año.
Hace una semana estuvieron en Aserrí y antes de eso en San José Centro. No hace mucho coordinaron también, en conjunto con la organización sin fines de lucro Río Urbano, una serie de recorridos por los ríos josefinos Ocloro, María Aguilar, Tiribí, Virilla y Torres, con el objetivo de llamar la atención sobre las condiciones actuales de los ríos en la ciudad.
Por lo general se les ve en grupo, pero cotidianamente se les puede ver también en solitario. Sentados en parques, cafés y sodas, observan, captan y documentan –cada quien con su estilo personal– los exteriores e interiores de las ciudades y barrios con sus virtudes y defectos. Desde diferentes puntos de vista, los dibujos recogen hitos y monumentos arquitectónicos, pero también rincones y detalles de la multidimensional realidad urbana.
No existe un número determinado de miembros. La comunidad es abierta y siempre están dispuestos a recibir a cualquier persona que les quiera acompañar incluso en una sola ocasión. Las convocatorias, actualmente en manos de Cordero y de José Pablo Ureña, se hacen a través de las redes sociales.
La red global.
Urban Sketchers Costa Rica forma parte de la organización internacional Urban Sketchers fundada en el 2007 por Gabriel Campanario, español residente en los Estados Unidos.
Esta comunidad de extensión global reúne virtualmente –y en ocasiones también en simposios y talleres en distintos países– a una gran diversidad de dibujantes que dedica parte de su tiempo a retratar lugares in situ bajo el lema “El mundo, dibujo a dibujo.”
Usualmente se trata de dibujos rápidos y abocetados, es decir, sketches o croquis. Hay una inmensa variedad de herramientas y de soportes, de técnicas y de estilos, así como de enfoques, temas y contenidos.
Un manifiesto común dicta las reglas del juego. Una de ellas es: “Nuestros dibujos cuentan la historia de nuestro entorno, de los lugares donde vivimos y donde viajamos.”
Ciudad gráfica.
Esta semana, los días 26, 27 y 28 de octubre, Urban Sketchers Costa Rica presentará una exposición gráfica en el centro comercial Plaza Mayor, en Rohrmoser, como parte de la feria Viva el Arte, en su segunda edición en el Oeste.
La exhibición, titulada Ciudad gráfica, es una coproducción de Urban Sketchers Costa Rica y Viva el Arte y ha sido posible gracias al patrocinio de Auto Mercado y Plaza Mayor. Estará conformada por reproducciones en gran formato y obras originales y ha sido prevista para ser itinerante tras su debut.
La muestra está dedicada a la vida y al paisaje del Gran Área Metropolitana y reúne dibujos de los cuatro miembros más constantes del grupo: Daniel Campos Tioli, Isabel Niehaus, José Pablo Ureña y William Cordero.
Daniel Campos Tioli
Daniel Campos Tioli es miembro de Urban Sketchers Costa Rica desde el año 2013 pero, al igual que William Cordero, años antes se había integrado ya a la comunidad internacional de Urban Sketchers.
Este dibujante recorre las ciudades en busca de obras arquitectónicas patrimoniales con el fin de estudiarlas y documentarlas.
Sus “archivos gráficos” –nombre que da a sus croquis o sketches– no buscan, sin embargo, ser objetivos. Con la caligrafía y el dibujo orientales como referentes, su estilo es suelto, intuitivo y expresivo, antes que racional.
Sus principales medios son los característicos del urban sketching: tinta china y acuarela. No obstante, Campos Tioli ha ido renunciando al uso de herramientas occidentales para optar por un instrumento de procedencia oriental empleado por artistas como el croquisero malasio Ch’ng Kiah Kiean. Se trata de una rama sin corteza con la punta cortada en bisel.
Esta técnica, acompañada de un cromatismo muy libre y pictórico, le permite mostrar también el agitado ambiente que transcurre diariamente en el entorno de los edificios.
Isabel Niehaus
Isabel Niehaus, alemana radicada en Costa Rica y médico de profesión, se unió a Urban Sketchers Costa Rica poco después de su fundación. Desde entonces lleva siempre consigo su bitácora y sus herramientas de dibujo: lápiz, tres plumas fuente, un rapidógrafo, un bolígrafo de tinta blanca, tres pinceles y una caja de acuarelas que perteneció a su abuelo.
Urban Sketchers ha sido su escuela. En el proceso ha ido desarrollando su estilo. También la rapidez en el trazo, requisito indispensable de todo croquisero urbano.
La línea negra domina sus composiciones. Sobre esta base añade luego la acuarela en tonos vibrantes. Usualmente el color se ciñe a los contornos; otras veces este se independiza por completo de la línea. La escritura, en calidad de comentario y de dibujo a la vez, también es característica de su trabajo.
Niehaus retrata vistas exteriores de las ciudades y los barrios con la intención de conocerlos mejor. Suele enfocarse en detalles que rehúyen de la típica imagen de postal. Muestra, en cambio, la vida cotidiana y los entornos más auténticos y desatendidos, como un tugurio o el patio de un hospital. Algunas veces su mirada es un poco crítica y en ocasiones también hay una carga de humor.
José Pablo Ureña
José Pablo Ureña es pintor de formación y profesor universitario de dibujo y de otras materias asociadas al arte y al diseño.
Como artista no se ha restringido solo al campo de la pintura, sino que constantemente explora medios, técnicas, estilos, temas y enfoques conceptuales. Estas búsquedas lo llevaron a acercarse al grupo Urban Sketchers Costa Rica, al que pertenece desde mediados del 2016.
En la actualidad ha asumido el papel de coordinador e imparte talleres de dibujo como parte de las diversas actividades.
Con un amplio repertorio técnico y de soluciones compositivas, Ureña dirige siempre su
mirada a lo no convencional, a lo no tan obvio. Un grafiti en el barrio josefino La California o una escultura posada en una tumba del Cementerio General, por ejemplo, adquieren dimensiones protagónicas en su trabajo. De este modo reflexiona e invita a reflexionar acerca de todas las caras y dimensiones de la ciudad y sus habitantes.
Uno de los principales aspectos que le atrae de participar en la agrupación es la interacción que se genera en cada salida o recorrido con los transeúntes y habitantes de los lugares que visitan. La curiosidad y el interés que se genera es, en su opinión, parte fundamental del proyecto y de su propio proceso creativo.
William Cordero
William Cordero empezó a interesarse en el urban sketching en gran medida gracias a su trabajo como arquitecto.
Observar, analizar e interpretar la compleja vida de nuestras ciudades tropicales, los edificios, las casas, los parques, las plazas, la gente y los otros elementos que componen sus paisajes es parte de su cotidianidad. Lo fue incluso antes de que fundara, junto con la economista alemana Julia Stephan (entonces residente en Costa Rica), el grupo Urban Sketchers Costa Rica, tras coincidir con ella en un simposio internacional de urban sketchers.
Para Cordero la bitácora es un laboratorio gráfico y cada croquis un experimento. El sugerente papel en blanco y una mirada acuciosa son el fundamento de toda construcción interpretativa que puede tomar distintas vías, siempre mediadas por la espontaneidad.
Por lo general sus dibujos se desarrollan en largos formatos apaisados que abarcan toda la extensión de un cuaderno abierto. Comúnmente estas vistas panorámicas se cimientan en el uso de una pluma o un rapidógrafo cuyo trazo se complementa con un rico cromatismo a base de acuarelas.
Sin embargo, en ocasiones, la veta experimental implica también trabajar con técnicas poco usuales: pastas elaboradas con tiza pastel y alcohol, manchas de café, vino o té, collages, etc.
Actividad para rato.
Lejos de comprimirse, todo apunta a que Urban Sketchers Costa Rica continuará creciendo y consolidándose. La osadía técnica y de enfoques y contenido conceptual con la que varios de sus miembros están trabajando nos muestra un hervidero creativo bastante interesante al que no deberíamos perderle la pista. En otras palabras, Urban Sketchers Costa Rica tiene vida para rato.