Ambas son mujeres artistas, aunque de generaciones diferentes; ambas tienen trabajos incisivos, críticos y vigentes en que abordan, por ejemplo, los roles de género o la violencia sexual, la cultura popular, el espacio privado, la autorrepresentación y el cuerpo; ambas han transgredido estereotipos, lenguajes y técnicas; ambas, Victoria Cabezas y Priscilla Monge, son fundamentales para el arte contemporáneo de América Latina.
Cada una es irreverente y crea sin concesión alguna; juntas –¡cómo no había ocurrido antes!– generan un diálogo poderoso, como lo muestra la exposición Ejercicios de autonomía, que se presenta en TEOR/éTica (barrio Amón, 300 metros al norte del quiosco del parque Morazán).
Con 50 obras hechas entre 1972 y el 2017, distribuidas entre TEOR/éTica y Lado V (tan solo hay que cruzar la calle), Ejercicios de autonomía propone una revisión histórica de estas dos artistas, pioneras del experimentalismo en la región, como parte de un proyecto de investigación de aquellas mujeres artistas que han transformado los lenguajes artísticos en el istmo.
La exposición estará hasta diciembre en Costa Rica y en febrero del 2019 se inaugurará en el Americas Society en Nueva York, espacio más antiguo dedicado a la exhibición y promoción del arte de América Latina, el Caribe y Canadá en los Estados Unidos. TEOR/éTica trabajó en conjunto con Americas Society con el fin no solo de ampliar la resonancia de la muestra, sino también para editar un libro sobre las artistas.
Obras icónicas, inéditas y más
En Ejercicios de autonomía, las conexiones o los puentes que propone Miguel A. López, curador de la muestra, entre las piezas de las artistas se tornan en un recorrido en que hay humor, intimidad, duelo, sacudidas fuertes, intentos para dislocar la mirada, reflexiones profundas, espacios para tomar aire y continuar. Las obras le hablan al espectador acerca del deseo sexual, la idealización de lo femenino, la masculinidad, la violencia, el exotismo, la autorrepresentación, las ficciones domésticas, la teatralización del amor, el poder y la misoginia.
“Ambas artistas han buscado evidenciar y deshacer los estereotipos sociales a través de obras que fluctúan entre el humor y el dolor, entre la escenificación paródica y el registro documental, entre el reclamo por la autorrepresentación del deseo sexual femenino y la resignificación política del trabajo manual y los espacios privados”, detalla el curador en el texto de la exposición.
El camino incluye obras icónicas como El banano emplumado, de Victoria Cabezas, o Overall, de Priscilla Monge.
Esa escultura del banano, propiedad del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, es emblemática dentro de la producción de Cabezas. Es parte de una serie de trabajos en que ella trata, con una buena dosis de humor y desde los años 70, el exotismo con que los otros ven a América Latina y también desarrolla el tema de la masculinidad.
La propia artista, quien forma parte de la muestra Mujeres radicales: arte latinoamericano, 1960-1985 desde el año pasado, cuenta que comenzó a trabajar con bananos luego de que en Florida (Estados Unidos) se refirieron a Costa Rica como “Banana Republic”, después de que ella dijo dónde nació. La respuesta la desconcertó y comenzó a investigar dicho concepto; lo que encontró le generó gran indignación.
Ella canalizó su molestia en un trabajo paródico sobre la economía, la explotación y la virilidad. “Aquello me pareció una falta de respeto para los trabajadores de las bananeras (...) Comencé a colgar los bananos en árboles y a ponerlos en todo lado; ellos no tienen idea de cómo se producen”, contó esta mujer nacida en 1950.
Representó la visión del otro, pero a su manera. “Me acordé que me gustaba coser y me puse a hacer los bananos (…)”, agrega. Con este conjunto, se atrevió a usar la ironía y el humor; vio que le generaba buenos resultados para abordar temas complejos.
Con Overall, prenda confeccionada con toallas sanitarias, Monge saca al campo público lo que ha sido vedado al campo íntimo, a lo privado. Con toallas también hizo una bola de fútbol, reflexión acerca de la identidad ligada a un deporte.
Varias piezas inéditas hasta ahora forman parte de Ejercicios de autonomía. Una de ellas es Dear Priscilla (1997), bordado con una carta ficticia en que el padre se disculpa por el abuso que cometió. Es una pieza demoledora.
Monge había doblado y guardado esta obra. Con el curador, la búsqueda para esta exposición le permitió “hacer una revisión profunda y reencontrarme con algunos trabajos que deliberadamente dejé olvidados”, expresó esta artista de 50 años.
También salieron a la luz una fotografías en que Monge recrear la muñequita a la que le ponían vestidos de papel, como parte de su afán de trabajar el tema de la dominación, el poder y la cultura machista. Uno de sus trajes tiene flores rojas elaboradas con sangre.
“Como artista, me encuentro en un lugar de privilegio. Un artista es el que tiene la responsabilidad y la capacidad de responder, de visibilizar y de crear rupturas. Trabajo a partir de pequeñas historias; abro grietas y espacios dentro de la Historia”, manifiesta.
En el caso de Cabezas, hubo que hacer una labor de rescate de negativos e imágenes dañadas por el paso del tiempo. En sus series fotográficas, ella expone su intimidad, su cuerpo y su espacio en medio de la ciudad; el gato es una presencia constante, así como las telenovelas y la propia artista como modelo y protagonista.
Son especialmente atractivos los autorretratos en la técnica de plateado selectivo (inventado y patentado por ella) y El beso (1982), serie en que se realiza una teatralización del amor.
Aunque sus procesos y formas de trabajo son muy diferentes, el tiempo, lo íntimo, el ámbito doméstico y la experimentación son hilos comunes entre Cabezas y Monge. Tales puntos de encuentro los descubre el curador, ya que ellas se conocían, pero no habían visto antes estas similitudes.
Ejercicios de autonomía escribe un capítulo importante en la historia del arte de la región, en que dos mujeres crean y transgreden “sin concesiones ni complacencias” en una sociedad profundamente patriarcal.
¿Dónde está?
Ejercicios de autonomía se exhibe en la sede central de TEOR/éTica y en Lado V, ubicados 300 metros al norte del quiosco del parque Morazán en San José. Estará abierta hasta diciembre en el siguiente horario: lunes, martes y jueves de 9 a. m. a 5 p. m.; miércoles de 9 a. m. a 6 p. m., viernes de 9 a. m. a 12 m. y sábados de 10 a. m. a 4 p. m.