Los paisajes son espectaculares, con bellezas escénicas imperdibles. Con solo ver un capítulo de la afamada serie Game of Thrones que se haya filmado en Croacia, se despierta un deseo insaciable por conocer ese país, por recorrer esos sitios medievales que permanecen intactos con el paso de los años, en un ambiente repleto de seguridad que a cualquiera deja con enormes deseos de regresar.
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Dicho programa de televisión tiene escenas filmadas en las ciudades croatas de Dubrovnik, Split y Sibenik, donde por cierto hay cascadas y ríos cristalinos que valen la pena visitar.
No todo el rodaje fue en este pequeño país europeo, cuya extensión territorial es de 56.594 kilómetros cuadrados, es decir, un poquito más grande que Costa Rica. Los productores también utilizaron locaciones de Islandia, Irlanda, Malta y Marruecos para encantar a su público con el fin de que no se pierdan un solo episodio.
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En Croacia, sensación del último mundial de fútbol al avanzar a la final para destrozar los pronósticos, vive desde hace dos años el costarricense Esteban Antillón Polini, de 38 años.
Por esas sorpresas que da la vida, Esteban se instaló en Zagreb, la capital croata, donde disfruta de una de las naciones más encantadoras del planeta y tiene a mano recorrer las murallas, torres, fortalezas y ciudades que Game of Thrones hizo sobresalir.
Este compatriota decidió mudarse por amor, al conocer a Stella, de nacionalidad croata y con quien vive en un lugar llamado Nuevo Zagreb, en la capital.
“Stella y yo nos conocimos porque trabajamos en la misma empresa, pero solo nos habíamos visto por Skype cuando teníamos reuniones juntos. En enero del 2016, la compañía hizo una actividad en Costa Rica y finalmente nos conocimos en persona. Después de ese viaje, ella se quedó en Costa Rica por unos meses y luego nos vinimos a Croacia. Decidimos casarnos en julio del 2016”, contó Esteban.
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Aunque este costarricense nació en San José, dice considerarse originario de Esterillos Oeste, en Parrita, Puntarenas.
Tiene un empleo que perfectamente ingresa en la categoría de trabajos soñados, pues le exigen estar en un determinado lugar, sino que su oficina está en la parte del mundo que él escoja.
“Trabajo en una agencia de mercadeo digital y tenemos gente de todos lados, pero en su gran mayoría somos de Denver, Croacia y Costa Rica. Lo único que necesito es una computadora e Internet”.
“La naturaleza de mi trabajo nos permite movilizarnos fácilmente entre Croacia y Costa Rica. Bueno, ese era el caso, pero adoptamos un gato (Leni) y ahora es más complicado”, señaló Esteban.
Por muchos factores, este tico dice estar fascinado de vivir en esa nación, cuyos vecinos son Eslovenia, Serbia, Hungría y Bosnia Herzegovina. Además, su costa está bañada por el maravilloso e imponente mar Adriático, que vale la pena disfrutar. Si se cruza en un ferry, se llega a Italia.
Recién llegado a Croacia, Esteban se sorprendió por la seguridad, pues dice que casi no hay crímenes, robos o asaltos.
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De inmediato olvidó los temores que muchas veces sintió al caminar por diferentes lugares de Costa Rica, pues no importa la hora, sabe que nada le sucederá en Zagreb.
De hecho, cuenta que en verano hay personas que pasean con sus perros o patinan incluso a las 2 a. m., con una paz y tranquilidad que él deseaba cuando estaba en nuestro país.
No es lo único positivo de vivir en Croacia.
“No hay presas. Esa es otra de las cosas que me di cuenta muy rápido. Al principio cuando la gente me decía ‘eso queda largo, es al otro lado de la ciudad’, yo pensaba ‘diay, hora y media en auto en un presón. Prepárese’. ¡Pero nada que ver! Aquí se llega a cualquier lugar en 20 minutos. Y además el servicio de bus y tranvía es supereficiente. También cuentan con ciclovía, pero hay que esquivar a los peatones porque no les gusta moverse”, comentó.
Al vivir a miles de kilómetros de la tierra que lo vio nacer, es imposible no tener algo que extrañar. Esteban desea saborear una taza de café negro humeante.
Allá es común que esa bebida se prepare al estilo italiano, que es bastante fuerte. Por eso, no le ha quedado más remedio que acostumbrarse a apreciar este otro sabor.
“De nuestra cocina también extraño los plátanos maduros. Todo lo demás lo puedo conseguir o sustituir con algo similar”, añadió.
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Si se anima a visitar Croacia y recorrer las tierras de Game of Thrones, prepárese porque la comida es deliciosa, barata y la sirven en una cantidad generosa.
Esteban aconseja que prueben el Cevapi, que es la versión croata del kebab y el gyros. “Son como una especie de choricitos, pero sin envoltura. Es una mezcla de carne de cerdo y res”, describió.
El tico que vaya a ese país no puede cruzar sus fronteras de salida sin antes comer sarma, que consiste en hojas de repollo rellenas de carne y arroz en una salsa roja (paprika).
También, antes del viaje debe anotar la siguiente recomendación que brinda este nacional.
“En casi cualquier panadería venden una especie de pastel de carne que se llama borek, que es una buena opción para desayunar y resistir hasta el almuerzo”.
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Sobre los croatas, esos hombres y mujeres que de un pronto a otro vieron cómo su país se puso de moda por la serie de televisión o el Mundial Rusia 2018, Esteban reseña que son muy agradables, aunque los latinos podríamos creer que son un poco toscos, sobre todo al tratarlos por primera vez.
Afirma que al entenderlo, es muy sencillo entablar una buena relación con ellos.
“Algo que me ocurrió al principio es que como buen tico, saludaba y le sonreía a todo el mundo que veía en el barrio, gimnasio o supermercado, pero eso les parece extraño, porque ellos son más serios que nosotros y les toma un poco más de tiempo para tomar confianza, sobre todo a la gente mayor”, apuntó Esteban.
Una particularidad que este compatriota no tardó mucho en notar, es la rivalidad futbolística, que es mucho más grande que la protagonizada acá por algunos aficionados del Saprissa y Alajuelense, los adversarios más fuertes. Allá los equipos más antagónicos son Dynamo (de la capital) y Hajduk (Dalmacia).
Según dice, las aficiones “se llevan ley de verdad. Uno no podría vacilar a ninguno de los aficionados con el equipo contrario o usar la camiseta del rival en la zona equivocada; aquí se lo toman muy en serio”.
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A Esteban le encanta la ciudad de Split, a casi 410 kilómetros de Zagreb, es decir, un viaje de unas cuatro horas.
La que en algún momento fue la capital del Imperio Romano, fue utilizada en Game of Thrones para dar vida a la cabecera de los Siete reinos de poniente y algunos lugares de Essos.
“Croacia es un lugar muy tranquilo y un tico no debería tener algún problema. La mayoría de la gente joven habla inglés y, por lo general, están dispuestos a ayudar a los extranjeros. ¡Todo el mundo sabe quién es Keylor Navas, lo cual es una excelente forma de romper el hielo!”, aseveró.
Si en su lista de viajes soñados está Croacia, Esteban le aconseja ir entre mayo y junio, sobre todo si quiere recorrer la costa Adriática. ¿La razón? El clima es perfecto, pues no hace demasiado calor ni frío, y la mayoría de croatas no han salido de vacaciones de verano, así que no habrá tantas personas.
Al momento de hacer el presupuesto, considere que le resulta más caro comer aquí que en Croacia, por ejemplo.
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Según Esteban, se pueden encontrar opciones de almuerzo y desayuno cómodas, entre los $4 (¢2.300) y ¢8 (¢4.600), que van de café y pastel de carne, repostería o pizza hasta el equivalente al plato del día, que suele ser abundante.
El hospedaje puede rondar entre los $40 y $50, que se traducen en ¢23.000 y ¢28.700 la noche.
“Croacia es un lugar muy cómo para vivir, siempre y cuando uno soporte el invierno, porque puede llegar hasta -15 grados. En esa época, es la ideal para ir a Costa Rica.
“También me encanta que es muy plano y las aceras y la ciclovía hacen que sea muy fácil transitar por toda la ciudad en bicicleta o patineta. Yo puedo llegar al centro en patineta en 15 minutos y me regreso en tren”, indicó Esteban.
Para llegar, no piense solo en la opción del avión. Pruebe llegar en autobús o tren desde Eslovenia, así como en bus desde Budapest, Hungría.
¿Cómo es el día a día de este costarricenses en ese país?
“Es muy variable, normalmente me gusta trabajar en la madrugada o muy temprano en la mañana para aprovechar la mayor parte del día. Nos gusta mucho ir a patinar por la ciudad o ir a un parque que está relativamente cerca, que se llama Jarun. Zagreb cuenta con un gran número de parques, los cuales nos encanta visitar”, concluyó.
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Esteban es enfático, le dice a los ticos que se animen a visitar ese país, porque en cada rincón encontrarán un paraje imborrable, digno de una fotografía.
De paso, puede darse una escapada a alguna de las ciudades que son tierra de Game of Thrones.
Datos de Croacia
Capital: Zagreb.
Extensión territorial: 56.594 kilómetros cuadrados; poco más de 5.000 metros cuadrados más grande que Costa Rica.
Población: 4,1 millones de habitantes, unos 900.000 más que en Costa Rica.
Idioma: Croata.
Visa: No es necesaria para los costarricenses que ingresan como turistas.
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Esta es la cuadragésima segunda historia sobre costarricenses que dejaron su país por diferentes circunstancias, se adaptaron a otra tierra, pero guardan el cariño por sus raíces.