Solo dos países en el mundo han legalizado la marihuana (producción, distribución y consumo): nuestros lejanos vecinos del norte, Canadá, y nuestros lejanos vecinos del sur, Uruguay. Las manifestaciones de júbilo de miles de jóvenes y no tan jóvenes al saber que la droga era legal ocurrieron en 2013 en Uruguay y hace unos meses, en 2018, en Canadá. Te explicamos cómo les va a estas naciones con la “MJ”, una droga que, según el Instituto Costarricense sobre Drogas, a los ticos les gusta más que el tabaco.
Primero lo primero: ¿Qué es la marihuana?
La marihuana o mariguana, mota, hierba, pasto, porro, weed u otros apelativos, es una mezcla de hojas trituradas, tallos, semillas y flores secas del cáñamo --planta cannabis sativa-- que se fuma como droga.
Los principales componentes químicos de la marihuana son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). El primero es el químico psicoactivo, que estimula los receptores visuales y auditivos del cerebro, con un efecto leve de euforia para el usuario. El segundo, por su parte, provoca un efecto sedante sobre el cuerpo e inhibe ligeramente las transmisiones de señales de dolor y nervios.
En realidad la marihuana tiene más de 500 químicos aparte de estos, incluyendo más de 100 compuestos químicamente vinculados al THC. A estos los llamamos cannabinoides, pero ya llevamos mucho hablando del qué y no del cómo, así que viajemos a Montevideo.
Aprendamos juntos: ¿La marihuana es adictiva? Sip, según el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos, que afirma: “Con el tiempo, la sobre estimulación del sistema endocannabinoide por el uso de marihuana puede causar cambios en el cerebro que llevan a la adicción, una condición en la cual una persona no puede parar de usar la droga aún si el uso de la droga está perjudicando diferentes aspectos de su vida. Se estima que alrededor del 9 por ciento de las personas que usan marihuana se volverán dependientes a ella”.
Eso sí, es menos adictiva que el alcohol y la nicotina.
¡Bienvenidos al Uruguay!
Un país pionero. Aquí la marihuana es legal desde el 11 de diciembre de 2013. Por legal entendamos que el Estado legaliza y regula la venta y producción de marihuana con fines recreativos.
La regulación del cannabis en Uruguay le permitió a todo mayor de 18 años adquirir hasta 40 gramos de marihuana por mes de forma legal (10 gramos por semana), con calidad superior y a bajo precio. Todo mucho mejor que el mercado negro, al cual la ley quería taclear.
En 2018, 14 farmacias autorizadas por el Gobierno (5 de ellas en Montevideo) venden marihuana de forma legal por las dos compañías que tienen licencia para producirla: Symbiosis e Iccorp. Por ahora hay más de 35.000 compradores registrados en el sistema de control del cannabis uruguayo. En la agenda de debate está la instalación de puestos de venta separados de las farmacias para expandir el alcance y aumentar el número de consumidores.
Por ahora, según el ente regulador del cannabis, aproximadamente un 55% de los usuarios de marihuana en el país la adquieren de forma legal. El mercado ilícito se ha reducido significativamente porque es más caro que el estatal, pero los turistas no pueden acceder a este porque la ley impide que las farmacias le vendan a visitantes foráneos.
En Montevideo se ha hecho normal ver una cola de gente --principalmente jóvenes-- a las afueras de una farmacia conversando de forma amena, con paciencia, para adquirir su dosis de marihuana legal. Al comienzo, en 2013, la mayoría de la población se pronunciaba en contra de legalizarla, pero un lustro más tarde una ligera mayoría está a favor de la ley, según encuestas.
Por ahora los únicos dolores de cabeza parecen ser el pago, que debe ser en efectivo porque los grandes bancos, vinculados a los estadounidenses, no pueden tener cuentas que “involucren la fabricación, importación, venta o distribución” de la droga. Además de ello, se ha publicado que el control estatal a los puntos de venta hace que sea mucho mayor la demanda que la oferta, y esto obliga a algunos uruguayos a asomarse en el mercado negro.
Es de destacar, eso sí, que en 5 años de legalización, Uruguay no ha registrado un solo altercado de violencia en los puntos de venta y tampoco se ha convertido en un país de 3.5 millones de zombies (la población de Uruguay).
Según CNN, en Washington y Colorado, estados de EE.UU. que administran sus industrias de marihuana, los consumidores también deben adquirir la droga en efectivo y en farmacias.
Bienvenus au Canada! / Welcome to Canada!
Aquí todo es más reciente que en Uruguay. La Ley para legalizar el consumo recreativo de la marihuana se aprobó el pasado 20 de junio, y no fue sino hasta el 17 de octubre que se hizo efectiva, acompañada de efusivas celebraciones de sonrientes canadienses.
Canadá es el primer país del G-7 y del G-20 en legalizar la “mari”, una promesa de campaña que el primer ministro Justin Trudeau cumplió a cabalidad.
Se estima que el mercado legal generará $6.500 millones el primer año, y se ha dicho que el 75% de impuestos irá a las provincias y el 25% será para la capital Ottawa. La idea de Trudeau es también contrarrestar el mercado ilegal.
Aquí la demanda es aún mayor que la uruguaya. Estimaciones oficiales indican que el 42% del país ha probado la marihuana alguna vez. Esto equivale a unas 15 millones de personas de las 32 millones que pueblan Canadá.
Tal y como en Montevideo, en las ciudades canadienses y principalmente en Toronto se ha vuelto común ver largas colas de jóvenes y adultos esperando por comprar su droga. En el país norteamericano hay un total de 188 productores autorizados, entre recreativos y medicinales. Las cuatro grandes empresas que encabezan el negocio son: Canopy Growth, Tilray, Aurora Cannabis y Aphria.
Los canadienses pueden poseer, viajar en vuelos nacionales y compartir con otros adultos unos 30 gramos de marihuana por persona. Lo suficiente para hacer unos 60 puros. En la mayoría de las regiones, esto rige a partir de los 19 años. En Quebec, la provincia francófona, la edad legal es 18. SIN EMBARGO: es un crimen federal darle marihuana a un menor de 19, y la pena puede ser hasta de 14 años de prisión.
Podés encontrar más detalles sobre el uso del primer país industrializado del mundo en decirle que sí al cannabis aquí: Canadá enciende su puro de marihuana
Hola, Costa Rica
En resumen:
En Costa Rica la marihuana no está legalizada.
PERO: La posesión de marihuana está despenalizada.
Cultivarla es técnicamente ilegal.
PERO: No hay pena por cultivarla para el consumo propio.
En 2016, el abogado Mario Alberto Cerdas Salazar sembró marihuana en la terraza de su casa, a unos 30 metros de los Tribunales de Alajuela. Llegó a tener hasta 177 plantas diferentes y fue a prisión preventiva acusado de cuatro delitos de cultivo para tráfico, pero fue absuelto porque no se probó que la siembra fuera para comercializar el producto.
En el mismo 2016, abogados consultados por La Nación aclararon que si una persona siembra marihuana en el patio de su vivienda para consumo personal, y es descubierta por la Policía, no afrontará consecuencias penales ni sanciones económicas. Las autoridades, eso sí, pueden decomisar el producto y destruirlo, como le pasó al jurista Cerdas Salazar.
El artículo 58 de la ley sobre estupefacientes castiga todo lo relacionado exclusivamente con el narcotráfico, pero no sanciona el consumo personal.
De hecho, en Costa Rica la gente cree que la marihuana se consigue fácilmente. Ojo con esta encuesta de la UCR: Casi 80% de los ticos tiene acceso fácil a la marihuana
En estos momentos en Costa Rica se tramita un proyecto de ley para legalizar la producción del cannabis con fines medicinales, industriales y alimentarios. Más detalles aquí: Plan permitiría al Gobierno cobrar hasta $2,5 millones por producir marihuana medicinal
Si entendés inglés y tenés tiempo, te recomendamos este especial de Vox.com: El boom de la legalización de la marihuana, explicado (también disponible en Netflix aquí)
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