Miles de migrantes que marchan juntos y sin papeles hacia Estados Unidos, bombas dirigidas a las casas u oficinas de personalidades demócratas, y una masacre sin precedentes en una sinagoga de Pittsburgh. Parecen noticias inconexas al primer vistazo, pero los tres son sucesos de alerta nacional en el país norteamericano y los tres son acontecimientos que toman lugar a solo unos días de las elecciones legislativas.
En este Explicador te resumimos primero cada caso, por si no has tenido tiempo de leer al respecto, y en seguida te contamos qué impacto pueden tener sobre las #MidtermElections de este 6 de noviembre, cuando sabremos si Donald Trump y su partido tienen respaldo o no en su país tras dos años de polémico mandato.
#CaravanaMigrante
Todo inició el pasado 12 de octubre. Unos 160 hondureños salieron de San Pedro Sula con dirección a México o a Estados Unidos. Dos días después eran 1.000 personas y para el 15 de octubre ya eran 1.600 hondureños los que se dirigían a Guatemala con el propósito de viajar a norteamérica sin papeles, huyendo de su país.
En su paso por Guatemala la caravana migrante se engrosó. Para el 22 de octubre los migrantes se agruparon en la frontera entre Guatemala y México, y Naciones Unidas estimó que los migrantes ascendían a 7.000.
En los últimos días el grupo se ha separado. Unos 3.500 migrantes continuaron viajando hacia el norte de México, aunque dispersos, mientras que 4.000 o 5.000 miembros de la caravana se han detenido a causa del cansancio.
Mientras tanto, Donald Trump anunció que enviará a más de 5.000 militares a la frontera con México para esperar la caravana que debería tardar semanas en llegar hasta el límite.
Las bombas al correo
Una ola de bombas caseras llegó a las casas u oficinas de demócratas, críticos de Donald Trump e incluso a las oficinas mundiales de CNN en Atlanta en los últimos días. Un sospechoso de fabricar y enviar los explosivos ya fue arrestado en Florida, y resultó ser un asiduo seguidor de Donald Trump. Su nombre es Cesar Sayoc.
En total se evitó que 14 bombas caseras de tubo estallaran en manos de sus destinatarios. Los artefactos fueron enviados a las direcciones de Barack Obama (expresidente), Hillary Clinton (excandidata presidencial), Joe Biden (exvicepresidente), Robert de Niro (actor), Cory Booker (senador), John Brennan (exjefe de la CIA), las oficinas de CNN, entre otros destinos, pero la policía los interceptó a tiempo.
De Sayoc se sabe que tiene 56 años, vive al norte de Miami, es descendiente de filipinos, conducía una van blanca con postales pro Trump y anti demócratas, participó en una conferencia de Donald Trump en 2017 llevando una cartulina con mensajes políticos (lo podés ver en este video), y usaba sus redes sociales con virulencia hacia las personas que quería atacar.
La masacre de Pittsburgh
El más mortífero ataque antisemita en la historia reciente de Estados Unidos. Un hombre armado irrumpió el pasado sábado 27 de octubre en una sinagoga de Pittsburgh y abrió fuego contra los presentes con un arma adquirida legalmente. Luego dijo a las autoridades que “solo quería matar judíos”.
El asesino en custodia es Robert Bowers, un supremacista blanco extremista, según el diario más importante de Pittsburgh, y un hombre que cree que la raza blanca está siendo víctima de un “genocidio” por “los migrantes”, de acuerdo con sus redes sociales.
Las víctimas mortales fueron 11 y tenían entre 54 y 97 años. Murió un par de hermanos y un matrimonio de 84 y 86 años.
Las elecciones legislativas
Aquí queríamos llegar. Las tres noticias ocurrieron a solo unos días de un momento crucial en Estados Unidos. El New York Times, CNN y el Washington Post han puesto los focos sobre las personalidades de Cesar Sayoc y Robert Bowers, sospechosos respectivamente de enviar bombas por correo a demócratas y asesinar judíos en un templo religioso.
Estos medios y algunos críticos de Donald Trump han señalado que los presuntos criminales son la versión extremista de los discursos del presidente, que ataca en sus conferencias a prominentes judíos (como Michael Bloomberg y George Soros) y vocifera sin parar contra demócratas.
Te recomendamos leer este especial (en inglés) del Washington Post: Críticos dicen que Trump ha creado el ambiente tóxico para la violencia política que él denuncia
Pero el mandatario más bien trata de usar estos dos sucesos a su favor, y es posible que lo logre (lo sabremos el 6 de noviembre).
Trump le echa la culpa de esta ola de violencia a los medios de comunicación que no comulgan con él. En su viaje a Pittsburgh para dar respeto a las familias de las víctimas, dijo que el país “aprenderá mucho de esto”. Su primera reacción sobre la masacre, sin embargo, fue atribuirle la culpa a las víctimas por estar desarmadas (algo así como culpar a una mujer violada sexualmente porque ella ‘se lo buscó’ por usar falda): “Los resultados hubiesen sido mucho mejores si en la sinagoga hubiesen tenido protección dentro. Si tuviesen algún tipo de protección en el templo, tendríamos una mejor situación. No la tenían”, dijo el presidente de Estados Unidos el sábado pasado.
Por su parte, en el caso de las bombas a direcciones de correo de demócratas y críticos de su gobierno, Trump denunció que el atacante admirador suyo estaba “demente desde hacía mucho tiempo”. Y también manifestó: “Las fake news (noticias falsas) han causando mucha ira”.
La #CaravanaMigrante es otra historia. Le sirve muchísimo a Trump y a su partido republicano. El presidente, que enviará a 5.200 militares a reforzar la frontera sur con México, dijo en Fox News el 29 de octubre: “A la gente que está en pandillas no la queremos en este país. Si quieren venir, tendrán que aplicar por asilo como los demás”.
Vox publicó un explicativo sobre este fenómeno migratorio y comenzó con esta frase: “Si la caravana migrante no existiera, el presidente Donald Trump hubiera tenido que inventarla”.
Sus seguidores, que lo eligieron a pesar de sus frases de campaña que encasillaban a los mexicanos migrantes como portadores de drogas, de crímenes y violadores, son quizás alérgicos a esta caravana de extranjeros, y estas noticias solo los convence más de votar para su líder. Y él lo sabe. De hecho ahora está promoviendo abolir la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos.
Las encuestas, por ahora, son favorables al partido demócrata para el Congreso pero no para el Senado, donde se espera que los republicanos sigan siendo mayoría. No olvidemos, eso sí, que en 2016 las encuestadoras favorecían con buen margen a Hillary Clinton y ella no es la que se sienta en la Sala Oval.
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