Tener una buena noche de sueño no debería ser algo excepcional, sino algo cotidiano. En la vida actual, el ritmo acelerado puede hacer que descansar adecuadamente parezca un lujo inalcanzable. Sin embargo, el sueño es tan crucial para la salud como la dieta y el ejercicio. Un buen descanso es de fundamental importancia para la salud física, mental y emocional.
La falta de sueño de calidad puede aumentar el riesgo de diversas enfermedades, desde enfermedades cardíacas y derrames cerebrales hasta obesidad y demencia.
Según la Dra. Marishka Brown, experta en sueño del Instituto Nacioal de Salud de los Estados Unidos (NIH por su siglas en inglés), un sueño saludable incluye tres aspectos fundamentales: la cantidad de horas dormidas, la calidad del sueño (es decir, un sueño reparador e ininterrumpido) y un horario de sueño regular.
Estos aspectos pueden ser difíciles de mantener para personas con horarios nocturnos o irregulares. Además, situaciones de gran estrés pueden alterar las rutinas de sueño.
El rol del sueño en la reparación del cuerpo
El sueño no es solo un tiempo de inactividad para un cerebro cansado. La Dra. Maiken Nedergaard, investigadora de la Universidad de Rochester, explica que mientras dormimos, el cerebro trabaja activamente para prepararse para aprender, recordar y crear.
Nedergaard descubrió que el cerebro tiene un sistema de drenaje que elimina toxinas durante el sueño, similar a la función renal. Este proceso incluye la eliminación de proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, lo cual es fundamental para la salud cerebral.
El Dr. Kenneth Wright, Jr., de la Universidad de Colorado, señala que el sueño es vital para la reparación de todo el cuerpo, desde los vasos sanguíneos hasta el sistema inmunológico. Los procesos de reparación más efectivos ocurren durante el sueño, y su interrupción puede afectar negativamente la salud.
Según la publicación del NIH, la cantidad de sueño necesaria varía con la edad. Los niños en edad escolar deben dormir al menos nueve horas, mientras que los adolescentes necesitan entre ocho y diez horas. Los adultos requieren al menos siete horas por noche.
Contrario a la creencia popular, los adultos mayores no necesitan menos sueño, aunque su calidad de sueño puede disminuir y pueden tener más interrupciones debido a medicamentos.
Tampoco es efectivo “ponerse al día” con el sueño durante los fines de semana. Wright y su equipo encontraron que la falta de sueño constante no se compensa adecuadamente con más horas de sueño durante el fin de semana, afectando el peso y la capacidad de controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Dormir demasiado también puede ser un problema. La Dra. Brown sugiere que dormir más de nueve horas por noche sin sentirse renovado puede indicar problemas médicos subyacentes.
Por otra parte entre los transtornos del sueño podemos encontrar al insomnio ya que es el más común, implica dificultades repetidas para conciliar o mantener el sueño. Puede ser a corto plazo (durante algunas semanas o meses) o a largo plazo (tres meses o más).
La apnea del sueño es otra condición común, donde las vías respiratorias superiores se bloquean durante el sueño, lo que interrumpe el flujo de aire y provoca despertares nocturnos. Este trastorno puede ser peligroso si no se trata.
¿Cómo mejorar la calidad del sueño?
Para mejorar la calidad del sueño, el Dr. Brown recomienda priorizar el sueño como una necesidad biológica, no como algo prescindible. A continuación, algunos consejos prácticos:
- Mantener un horario regular de sueño: Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
- Crear un entorno adecuado para dormir: Asegúrese de que su habitación sea oscura, silenciosa y fresca.
- Evitar la cafeína y las comidas pesadas antes de acostarse: Estos pueden interferir con el sueño.
- Limitar las siestas diurnas: Las siestas prolongadas pueden dificultar el sueño nocturno.
- Realizar actividad física regularmente: El ejercicio puede ayudar a conciliar el sueño, pero evítelo cerca de la hora de acostarse.
Si los problemas para dormir persisten, consulte a un profesional de la atención médica.
*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.