Los bebés nacidos antes de tiempo tienen en la leche materna una llave para potenciar el desarrollo de su cerebro, algo que algunos casos puede verse comprometido al no haber completado su gestación.
Estas son las conclusiones de un estudio desarrollado por la Universidad de Edimburgo, Escocia, las cuales evidenciaron que los bebés prematuros que reciben leche materna reciben un “arma” que les ayuda a desarrollar su cerebro, en comparación con quienes reciben fórmula u otro alimento.
Las conclusiones de esta investigación fueron publicadas este sábado en la revista Neuroimage.
Los bebés prematuros son aquellos nacidos antes de las 37 semanas de gestación (un embarazo a término tiene 40 semanas). La ciencia médica destaca también a los prematuros extremos, los cuales nacen antes de cumplir las 28 semanas.
Diferentes estudios han determinado que entre más pronto nazca un bebé, mayores son los riesgos en su cerebro. Mientras se está en el vientre humano se producen cerca de 250.000 neuronas por minuto y un nacimiento prematuro interrumpe esta evolución. Entre más temprano nazca, mayores son los riesgos.
"La buena noticia es que el nacer de manera prematura ya no es sentencia segura de muerte y estos niños pueden sobrevivir a eso. Lo malo es que sí es muy posible que presenten secuelas en su desarrollo cerebral”, dijo a La Nación en una entrevista anterior David van Essen, del Laboratorio de Neurobiología y Anatomía de la Universidad de Washington, Estados Unidos.
La evidencia científica muestra que nacer antes de tiempo provoca cambios en la estructura en la parte del cerebro que ayuda a las células cerebrales a comunicarse entre ellas, también llamado materia blanca.
El nuevo estudio escocés representa una esperanza para algunos de estos menores, pues destaca que la leche materna podría ayudar a soportar esta estructura en la materia blanca.
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El estudio
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Los investigadores realizaron resonancias magnéticas a bebés nacidos antes de las 33 semanas de gestación. Estos estudios fueron realizados cuando los bebés llegaron a la fecha en la que habrían cumplido la semana 40 de gestación y hubieran nacido a término.
Los científicos también recolectaron información en cómo se alimentaron los bebés durante estas semanas, si con fórmula o con leche materna, ya fuera de su madre o de un donante –nodriza o banco de leche materna en un centro médico–.
Los bebés que recibieron leche materna durante al menos las tres cuartas partes de los días (ya fueran mientras estuvieran hospitalizados o en su casa) tenían mejor conectividad cerebral que quienes recibieron solo fórmula o recibieron una menor proporción de leche.
Entre más tomas de leche materna tuvieran los recién nacidos, mejores eran los efectos en su comunicación cerebral.
“Esta investigación evidencia la necesidad de entender mejor el rol de la nutrición durante los primeros días para mejorar las condiciones de los bebés prematuros”, aseguró en un comunicado de prensa James Boardman, coordinador de las pesquisas.
“Las madres de estos bebés deben recibir el apoyo necesario para darle leche materna a sus bebés. Y si no es posible para ellas, es necesario que reciban leche de una donante, porque así aumentan sus posibilidades de un cerebro más sano”, agregó.
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Más evidencia
Este no es el primer estudio que habla de las bondades de la leche materna para los prematuros.
En 2016, una investigación llevada a cabo por el Hospital Brigham and Women’s en Boston, Estados Unidos, encontró que la lactancia materna ayuda al desarrollo neuronal de estos bebitos.
Para ello, los científicos siguieron a 180 niños prematuros desde su llegada al mundo hasta los siete años de edad.
El reporte, publicado en la revista The Journal of Pediatrics, señaló que quienes recibieron leche materna tenían mayor cantidad de materia gris, un área importante para procesar y transmitir señales de las neuronas a otras partes del cerebro. Además, para cuando tenían siete años, reportaban un mayor cociente intelectual y presentaban más habilidades en matemáticas y en desarrollo motor.
Además, en agosto pasado, científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, comprobaron que las madres de quienes nacieron antes de completar las 37 semanas de gestación producen una leche con distintas cantidades de microARN (molécula que regula la expresión genética), que le dan los nutrientes y componentes necesarios a los prematuros para que puedan reponer el desarrollo que no lograron en el vientre materno.
Los resultados de dicho trabajo fueron publicados en la revista Pediatric Research.
Para los especialistas, el mensaje es claro: la lactancia materna es beneficiosa para todo bebé, pero debe ser reforzada de forma especial en los bebés prematuros.
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