Mientras le cobraba ¢381.000 mensuales a la Asamblea Legislativa por el incentivo salarial conocido como dedicación exclusiva, el cual impide a los funcionarios públicos ofrecer su ejercicio profesional a terceros, el diputado Jonathan Prendas le vendió sus servicios como politólogo al Partido Restauración Nacional (PRN).
Así lo hizo durante cuatro meses, entre el 4 de octubre del 2017 y el 4 de febrero del 2018, cuando trabajaba en el Congreso como asesor del entonces legislador y candidato presidencial del PRN, Fabricio Alvarado, antes de ocupar la curul que hoy ostenta.
Durante ese periodo, la Asamblea le pagó a Prendas poco más de ¢1,5 millones por concepto de exclusividad, la cual equivale a un 55% del salario base. Sumando otros pluses, como las anualidades, el actual congresista recibía un salario mensual bruto de ¢1,4 millones.
No obstante, a la vez, el entonces asesor legislativo firmó un contrato con el partido político, por un monto de ¢1,2 millones, en el que se comprometió a ofrecer una serie de servicios en su condición de “periodista y politólogo”.
Así consta en el acuerdo contractual que lleva su firma y la de su compañero de bancada y presidente del PRN, Carlos Avendaño.
En ese documento, también se consignó que Prendas realizaría gestiones para atender a la prensa y que prepararía informes e insumos para que Fabricio Alvarado atendiera entrevistas, exactamente las funciones que él realizaba en la Asamblea Legislativa como periodista de Alvarado.
Sin embargo, en el informe que entregó al partido y en el que detalla los servicios prestados a Restauración, Prendas consigna que desarrolló una serie de labores, no propiamente de periodista, sino más bien en la parte de coordinación política en Heredia.
En específico, adujo que había desarrollado “un diagnóstico general de la provincia” y que generó “los espacios necesarios para la retroalimentación de los liderazgos”.
Además, enumera una serie de gestiones que ejecutó, como desarrollar una estructura político-territorial mediante estrategias de captación de votos, crear y consolidar equipos de trabajo, así como servir de enlace con la coordinación nacional política del PRN y el comando de campaña de Alvarado.
“Durante el periodo en mención se desarrollan diversas acciones encaminadas a mejorar la coordinación política de Heredia en función del objetivo de lograr al menos un diputado de Restauración Nacional en la provincia y de llevar a Fabricio Alvarado a la Presidencia de la República”, señala el documento que se titula “Informe de la coordinación política de Heredia, acciones desarrolladas”.
Prendas era, precisamente, el primer lugar en la papeleta de candidatos a diputados del PRN por Heredia.
Esos documentos fueron entregados al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) como parte de la liquidación de gastos de la pasada contienda electoral, pues Restauración busca que ese pago sea reembolsado con fondos públicos. Con base en el informe de los servicios prestados es que el TSE decide si aprueba el gasto o no, su ausencia implica el rechazo de inmediato.
Prendas también adjuntó fotografías de las reuniones que sostuvo con grupos de dirigentes de varios cantones heredianos y fotocopias de sus títulos universitarios, entre ellos, su bachillerato en periodismo y su licenciatura en Ciencias Políticas, ambos de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Es por el último título que el Congreso le pagaba el incentivo de dedicación exclusiva, según confirmó la oficina de Recursos Humanos de la Asamblea Legislativa, ante una consulta de La Nación.
El congresista no tenía impedimento para ejercer el periodismo, pues por ese título la Asamblea Legislativa no le pagaba exclusividad.
Jonathan Prendas niega haber fungido como politólogo para el PRN. Alega que si en el contrato se especifica que es politólogo es porque es parte de su carta de presentación y no la puede invisibilizar, pero que en la práctica solo realizó labores de comunicación.
Argumenta además, que su trabajo se basó en comunicación interna del partido, que en el informe de rendición de cuentas no aparece que él realizara gestiones de prensa como se detalla en el contrato, porque Restauración tenía una oficina para ello; sin embargo, esta se instaló hasta la segunda ronda, cuando a Prendas se le venció el contrato.
“No, yo me describo siempre como lo que soy, en las calidades académicas que tengo y en el detalla de la descripción (del contrato), ahí es donde se especifica todas las labores de prensa y comunicación política que yo hago, que eso es netamente de periodismo, yo no he conocido un politólogo que haga labores de prensa”, dijo el congresista. (Lea más adelante la entrevista completa).
¿Qué dice la normativa?
Con los servicios de politólogo ofrecidos al PRN, Jonathan Prendas habría infringido el Régimen de Dedicación Exclusiva, el cual fue normado mediante la resolucón DG-254-2009, del Servicio Civil, del 12 de agosto del 2009.
“El servidor no podrá ejercer la profesión comprometida con dicha exclusividad, ni actividades relacionadas con ésta o con su puesto, si no es con la institución con quien firmó dicho contrato”, reza el artículo 8 de ese reglamento.
Por la violación a ese apartado, esa misma normativa establece como sanción “la anulación inmediata del contrato y el reintegro al Estado de las sumas otorgadas por concepto de dedicación exclusiva" durante el plazo del incumplimiento.
Además, establece un impedimento de dos años para volver a firmar nuevos contratos de dedicación exclusiva con instituciones del Estado.
Casos similares en la anterior administración
El caso de Jonathan Prendas es similar a los que se presentaron durante la administración de Luis Guillermo Solís (2014-2018), cuando ocho miembros de su equipo jerárquico cobraron unos ¢189 millones en sobresueldos.
En específico, se trató de tres ministros y cinco viceministros, quienes recibieron el incentivo de prohibición a pesar de que no cumplían con los requisitos para ello.
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La prohibición al igual que la dedicación exclusiva impide al funcionario ejercer la profesión por la cual se le está pagando la compensación.
La diferencia entre una y otra radica en que la prohibición es inherente al cargo y la persona que lo ostenta no puede renunciar a ella, mientras que la dedicación exclusiva es una negociación que el trabajador hace con su jefe, existe un contrato de por medio y puede romperse en cualquier momento.
‘No tengo por qué ocultar o invisibilizar lo que soy’
A continuación la entrevista que Jonathan Prendas concedió a La Nación:
-A usted la Asamblea le pagaba dedicación exclusiva y aún así brindó servicios de politólogo al partido. ¿Por qué razón?
No, yo me describo siempre como lo que soy, en las calidades académicas que tengo y en el detalle de la descripción (del contrato), ahí es donde se especifica todas las labores de prensa y comunicación política que yo hago, que eso es netamente de periodismo, yo no he conocido un politólogo que haga labores de prensa.
-En el contrato dice que a usted lo contratan como politólogo.
No, yo presenté todos mis atestados como ambas profesiones, y en el detalle se especifica fielmente que es en comunicación. Y la parte de organización política, eso no es una profesión, eso es una calidad que se sigue gestando por las labores que uno realiza.
-En el contrato dice: La parte proveedora es periodista y politólogo. En esa condición, otorga al partido los servicios... O sea, también se le está contratando como politólogo.
No, en el detalle lo que dice y es lo que valida y avala el Tribunal (Supremo de Elecciones), es la parte 100% de comunicación. En el contrato en ningún momento se gesta o detalla alguna función de politólogo, en lo más mínimo.
-En el informe de rendición del servicio prestado no se habla de ninguna función de periodista.
Es en comunicación.
-En ese informe usted no menciona que haya organizado conferencias de prensa, entrevistas, preparación de comunicados de prensa, nada de eso aparece en el informe.
¿Qué es lo que se detalla en el informe?
-Como mucho gusto se lo leo. (...) En una serie de viñetas usted consignó, desarrollar una estructura político-territorial (…). Crear y consolidad los equipos de liderazgo (…). Sostener reuniones con equipos de trabajo (…). Desarrollar espacios para el diálogo franco y directo (…). Desarrollar reuniones con los coordinadores cantonales (…). Servir de enlace con la coordinación nacional política de Restauración Nacional y con el comando de campaña para la candidatura de Fabricio Alvarado (…). Atender las dudas y consulta sobre el proceso electoral en atención al partido Restauración Nacional y la legislación vigente.
Nada de eso es de politólogo, no sé si alguna vez ha visto alguna consultoría en comunicación, el que no se diga literalmente comunicados de prensa es porque había una oficina de prensa en la campaña, en el caso mío yo lo que era, era establecer enlaces de comunicación, liderazgo...
-Eso no fue lo que usted me dijo al principio, usted me dijo que función había sido “netamente” de periodista.
Sí, sí, si vos estas diciendo que para ser periodista, hay que hacer meramente comunicados de prensa, yo creo que estas rebajando mucho la profesión.
-En el contrato dice que a usted lo contrataron para hacer comunicados de prensa y eso no se refleja en el informe de los servicios prestados, no es coincidente.
No coincido con vos, usted puede consultar al Colegio de Ciencias Políticas cuáles son las funciones de un politólogo, para que podás cotejarlas, en ningún momento dice que es eso.
-En el contrato dice, atención a la prensa nacional, internacional y regional, envío de comunicados para generar exposición en medios de comunicación, preparar informes e insumos para atender entrevistas y insumos para atender entrevistas y reuniones del candidato presidencial con la prensa. Esto es muy distinto al informe que usted adjunta.
Sí, todo depende de cómo lo quieras entender, en todo lo que estás diciendo de liderazgos, generación de esto y lo otro, yo estoy diciendo exactamente lo mismo, yo llevo mucho tiempo desarrollando este tipo de actividades y el Tribunal incluso lo ha avalado, no veo ningún problema. El Tribunal de hecho avaló esa documentación.
-El Tribunal no lo ha avalado...
Ahhh... Eso lo desconozco, no estoy en la parte administrativa.
-No ha concluido la revisión de la documentación, no ha emitido un fallo, el TSE no ha avalado nada.
Por eso, siempre se ha hecho de la misma manera y nunca ha habido problema, porque expresamente se desarrolla de acuerdo a las obligaciones de las necesidades que haya en su momento. El conjunto de viñetas de propuesta se adaptan al momento de la ejecución, y se dice la verdad en cuento a la tarea que se hizo, y eso es comunicación, es comunicación interna de la organización, eso es parte de la función de comunicador, de un periodista.
-En el contrato dice que lo contratan en su condición de politólogo, usted dice que eso no es cierto, ¿miente el contrato?
No, yo me presento, cuando se dice las calidades son las dos profesiones que uno tiene, si eso se presta para malinterpretaciones, pues habría que ver en el partido porque lo describió de esa manera. Yo no tengo, en ningún momento, y siempre lo he sabido así, la posibilidad de ejercer como politólogo, esa es mi condición contractual con la Asamblea. A nivel de periodista, tengo especialidad en varios ejes, y en cuestión de estos es que yo desarrollo las actividades que tengo.
-En el contrato dice que en su condición de politólogo. No era cierto eso, nada más era una presentación suya. ¿Usted no iba a brindar servicios de politólogo?
Es mi presentación, siempre me presento como lo que soy, porque no tengo por qué ocultar o invisibilizar lo que soy. En la descripción se desarrollan las características básicas que se debería o puede desarrollar, a partir de ahí se gestan las funciones respectivas, que siempre estuvieron al conocimiento de las autoridades del partido y la campaña.
-Las condiciones que se describen en el contrato, son las mismas que usted realizada para don Fabricio en Asamblea Legislativa, o sea, estaba cobrando al partido por una función que se le pagaba en la Asamblea, ¿no es un doble cobro?
No, nos cuidamos siempre expresamente, siempre andamos dos personas cerca de Fabricio, uno era mi hermano, Francisco, comunicador, y la otra era yo, que veía las cosas de Asamblea, cuando eran cosas de campaña, aunque me llamaran a mí, yo le trasladaba la gestión a mi hermano, que era con quien siempre andaba Fabricio.