Buenos Aires. La moneda argentina profundizó su caída el lunes al perder 2,83% ante el dólar al cierre de los mercados y el Banco Central elevó de 40% a 45% la tasa de interés para reducir la presión inflacionaria de la devaluación.
La tensión cambiaria, atizada desde el viernes por el impacto de la crisis de Turquía en las monedas de países emergentes, depreció el peso 8,76% en las últimas dos semanas y el ministerio de Hacienda resolvió “discontinuar la venta de dólares”.
El ministerio dijo tener suficientes pesos para sus compromisos presupuestales por lo que interrumpe la venta de sus dólares provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esto no afecta las eventuales subastas que, por su cuenta, pudiera realizar el Banco Central en el mercado de cambios”, añadió el ministerio en un comunicado.
Pese a los anuncios, el mercado mantuvo la demanda de divisas. El tipo de cambio cerró a 30,72 pesos por dólar.
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El Banco Central, en tanto, dijo que el martes subastará $500 millones, en un claro intento por aplacar al mercado.
Paralelamente el Banco también aumentó la tasa de interés de referencia de 40% a 45%, al menos hasta octubre para evitar que la depreciación del peso estimule la ya alta inflación.
El banco dijo que su decisión es"en respuesta a la coyuntura externa actual y el riesgo de que implique un nuevo impacto sobre la inflación".
La expectativa de inflación anual llega a 32%, según el relevamiento del mercado que difunde el Banco Central, cuando el gobierno se había comprometido ante el FMI a que no supere 30%.
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Desde las corridas que arrancaron en abril, el peso acumula un retroceso de casi 40%.
Otra medida del banco fue que profundizará la eliminación de las letras Lebacs, tasadas en pesos y cuyo objetivo es evitar que los inversores se fuguen al dólar. El central intentará reemplazarlas por otras letras como las del Tesoro o las de Liquidez.
El FMI respaldó la medida por considerar que se ajusta a la pactado con Buenos Aires y dijo que fue “cuidadosamente diseñada por el gobierno”.
“La implementación de este plan debería eliminar una importante fuente de vulnerabilidad y contribuir a un marco de política monetaria más eficaz. El Fondo respalda los esfuerzos de las autoridades en esta área que son consistentes con los entendimientos alcanzados bajo el acuerdo stand-by”, dijo Gerry Rice, vocero del FMI.
El martes vencen $330.000 millones en Lebacs y el Banco Central tratará de que los inversionistas elijan otra opción y no se vuelquen a comprar dólares.
“Hay una pulseada por el tema Lebacs: fueron atractivas, pero ahora están desgastadas, está en duda el éxito de la renovación del martes”, dijo a radio FM La Patriada el economista Guillermo Nielsen.
Pese a las tentadoras tasas de interés de Lebacs (60% en el mercado secundario) y las del Banco Central, la nueva corrida cambiaria comenzó hace 15 días.
Se ahondó por factores internos, como la desconfianza en la marcha de la economía, y episodios externos como la crisis turca, según analistas del mercado.
“Los mercados están interconectados. Sería lógico que la moneda argentina hoy se devalúe siguiendo la devaluación de la moneda turca”, dijo Nielsen, exministro de Finanzas y negociador de la deuda pública argentina en el 2005.
El presidente Mauricio Macri dijo la semana pasada que en Argentina “se está viviendo un tormentón”. Pero reafirmó su política de ajuste fiscal que se ha vuelto impopular por los despidos, caída de consumo y alza de tarifas.
La primera revisión técnica del FMI desde su desembolso de $15.000 millones en junio comenzó este lunes. Argentina debe pasar el examen para recibir $3.000 millones en setiembre.
El riesgo país medido por JP Morgan supera los 700 puntos, el más alto desde que gobierna Macri, quien asumió en diciembre del 2015 con el discurso de acabar con “el populismo” de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.