En los últimos 24 meses los ahorros han crecido un 20%, unos ¢4 millones de millones, de los cuales poco más de la mitad se han invertido en bonos del Gobierno, la otra mitad se ha depositado principalmente en el sistema financiero y una pequeña porción en depósitos electrónicos del Banco Central.
Así lo muestran los resultados de la riqueza financiera que calcula el Banco Central que contiene las distintas formas en las cuales los agentes económicos mantienen su dinero (en efectivo, en depósitos en el Sistema Financiero, en el Banco Central o en el Gobierno).
En el caso de los ahorros invertidos en el Gobierno se utilizan principalmente para financiar el déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos) y en el caso del sistema financiero para préstamos para consumo o producción; a medida que el sector público demanda más recursos estrecha la porción que el sistema financiero puede destinar a créditos.
Según analistas consultados por La Nación, ante la incertidumbre fiscal que vive Costa Rica, tanto personas como empresas reforzaron sus ahorros en colones y en dólares.
“La riqueza financiera ha venido en crecimiento principalmente por la coyuntura que vive el país, de mucha incertidumbre, lo cual hace que tanto las personas como las empresas estemos decidiendo aumentar el ahorro, prácticamente a través de una disminución del consumo y de la inversión productiva”, explicó Juan Pablo Arias, gerente de análisis económico de Consultores FECSA.
Por tipo de moneda, el crecimiento de los dólares es un poco más acelerado. Entre setiembre del 2016 y setiembre del 2018 el ahorro en moneda nacional creció 16% y en dólares 21%, excluido el efecto de las variaciones en el tipo de cambio.
En colones, los depósitos electrónicos del Banco Central son lo que más han aumentado por las atractivas tasas de interés que ofrecen; no obstante, este tipo de instrumentos representa menos del 1% del total de ahorros, un monto pequeño.
En dólares, el dinero se ha dirigido a los bonos del Gobierno, principalmente, pero este tipo de emisiones sí representa un porcentaje un poco mayor, cerca del 7% del total de ahorro, a setiembre del 2018.
Para el economista Vidal Villalobos y la gerenta de Prival Advisory Strategy, Karla Arguedas, quienes más invierten en bonos del Gobierno en dólares son las instituciones, pues las personas utilizan más el sistema financiero o Central Directo del Banco Central.
Ariel Barrantes, analista de Riesgo y Mercados de Banco Cathay, aseveró que el principal factor que motiva los ahorros es el continuo deterioro de las finanzas públicas, que genera una expectativa de mayor depreciación del tipo de cambio y por ello los inversionistas prefieren prestarle dinero al Gobierno en dólares, más que en colones.
Rossy Durán, gerenta corporativa de Finanzas del Banco de Costa Rica, añadió que se está presentando una mayor preferencia por instrumentos de inversión en dólares, derivado de un cambio en la riqueza financiera, que se asocia a la percepción de los inversionistas respecto a la fortaleza que le brinda la moneda del dólar antes escenarios de incertidumbre de la economía local, asociado al deterioro de las finanzas públicas.
La situación fiscal también ha empujado al alza las tasas de interés en colones y dólares, además de que internacionalmente los intereses también se han elevado, lo cual estimula el ahorro.
Mejores tasas
Por ejemplo, la tasa de interés promedio para ahorros en colones en el sistema financiero nacional pasó de 4,97%, en enero del 2018, a 5,75%, en setiembre del 2018, y en dólares de 1,32% a 2,07%, en ese mismo periodo.
Los rendimientos de los bonos del Gobierno también han aumentado, especialmente a plazos cercanos a tres años. Por ejemplo, el rendimiento del bono que vence el 26 mayo del 2021 era de 5% a inicios de año y actualmente, en el mercado secundario, tiene un rendimiento del 8%, informó Arguedas.
En el caso de dólares las personas también consideran la expectativa de devaluación, la cual, según la encuesta que realiza el Banco Central, se ubicó en 4,2% para los próximos 12 meses.
La inclinación de ahorros hacia dólares y la menor demanda de crédito en esa moneda ha hecho que las entidades financieras hagan ajustes para evitar un descalce de moneda en sus operaciones.
“Si se presentan periodos de excesiva liquidez en una moneda, que exceden las necesidades de colocación, se procede a realizar un proceso de ajuste paulatino en los procesos de captación y colocación, ya sea por volumen o por precio, con el objetivo de ajustar a las necesidades de la entidad conforme a sus requerimientos”, explicó Durán.
Barrantes añadió que eso es parte de la buena gestión del riesgo de liquidez que tiene que realizar la entidad, donde si bien hay un menor crecimiento en la colocación de créditos en dólares, las entidades también tienen la posibilidad de colocar su dinero en otros activos financieros de acuerdo a su nivel de apetito.