La inversión extranjera directa (IED) de Costa Rica acumuló cerca $1.200 millones al primer semestre del 2018, lo que representa una caída del 28% respecto al mismo periodo del 2017.
Este monto corresponde, en su mayoría, a recursos destinados a zona franca. Aun así, este régimen obtuvo un menor ingreso de recursos en el último año, mientras que el régimen definitivo (incluye a las empresas ubicadas fuera de las zonas francas, como la industria local y la mayoría de las firmas exportadoras del sector agropecuario), fue el único en atraer más inversión.
¿A qué se debe esta caída? Una explicación que brindan las autoridades locales, es que el país es víctima de una coyuntura internacional de contracción de la IED, donde la región de América Latina y el Caribe es la más afectada.
“La disminución en la IED no es un fenómeno nacional; responde a un entorno internacional desafiante, de desaceleración en los flujos globales y creciente competencia por atraerlos”, explicó Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior de Costa Rica.
El 2018, al menos a la primera mitad del año, está lejos de convertirse en el peor de la última década en cuanto a la atracción de inversión.
Sin embargo, sí forma parte de los cuatro periodos más bajos que ha experimentado este sector, en los primeros semestres de los últimos diez años (conformados por 2009, 2010, 2016 y 2018).
Lo anterior, según las cifras de la inversión directa en la economía declarante (que incluye capital, reinversión de utilidades y deuda), publicadas por el Banco Central.
Estas inversiones incluyen la llegada de nuevas empresas al país, pero también la ampliación de firmas extranjeras que ya operan en suelo costarricenses, y las compras que realicen foráneos de corporaciones o propiedades radicadas en Costa Rica.
De hecho, cerca del 90% de los recursos generados por la IED en el primer semestre del 2018, corresponden a reinversiones. En el 2017, dicha cifra fue del 75%.
El reto de atraer nuevas empresas está presente, aunque la más reciente cifra también es prueba de que el país logra sostener a las compañías ya instaladas.
Esto es muestra del arraigo de las compañías en el país, al mismo tiempo que recalca la necesidad de priorizar la mejora de las condiciones de competitividad, explicó Sandro Zolezzi, director de Investigación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Algunas de las reinversiones han sido encabezadas por Amazon, tras la creación de 350 puestos de trabajo por la apertura de Seller Support Hub, que significó una inversión de $10 millones. Otro caso es de Microtechnologies, que invirtió $15 millones en una planta de manufactura.
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Por su parte, Coca Cola anunció una inversión inicial de $50 millones en la instalación de una planta de concentrados en Liberia, Guanacaste, que ya inició su construcción.
¿Por qué cae la inversión en Costa Rica?
El país lucha contra los buenos resultados del 2017 en atracción de inversión y, además, tiene el desafío de hacerse más atractivo en un momento en el que la inversión extranjera del mundo experimenta una caída.
El 2017 fue un buen año para la atracción de nuevas inversiones (crecieron 50% interanual, al primer semestre), principalmente, en el sector turismo y zonas francas, pero estos regímenes no corren la misma suerte en el año en curso.
El año pasado, según reportó este diario, algunas de las inversiones extranjeras turísticas más importantes que se concretaron fueron hacia la Península de Papagayo, en Guanacaste, por aproximadamente $200 millones; la remodelación del Hotel Four Seasons, por $35 millones y la ampliación del Hotel Mangroove, por citar algunos ejemplos.
Sin embargo, la reducción del sector turismo y zona franca generó una caída de $460 millones en la IED, si se comparan la primera mitad del 2017 y el mismo periodo del 2018.
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Aunque bajaron las inversiones en la zona franca, este régimen representa el 50% de toda la inversión extranjera directa que llega al país. Los proyectos, confirmados por Cinde, generaron 13.754 empleos en el 2017.
En el caso de la caída en zonas francas en Costa Rica, existe de fondo una explicación de flujos de dinero, de acuerdo con Cinde.
Algunas sedes locales de empresas multinacionales hacen pagos a sus casas matrices por préstamos recibidos al momento de establecer operaciones en Costa Rica, o pueden reinvertir y crecer, explicó Zolezzi.
Esto se relaciona con la dinámica mundial.
La IED del mundo cayó 23% en el último año. Las inversiones pasaron de $1,87 billones, en el 2016, a $1,43 billones, en el 2017, según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2018, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
La afectación es mayor en la región latinoamericana.
En el 2017, América Latina y el Caribe experimentó una caída de 3,6% en las entradas de IED, contracción por cuarto año consecutivo, muestran datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Esta tendencia negativa es un motivo de preocupación a largo plazo para los gobernantes de todo el mundo, pero en particular en los de los países en desarrollo, que necesitan de manera fundamental la inversión internacional para lograr un desarrollo industrial sostenible”, explicó António Guterres, secretario general de Naciones Unidas.
Para 2018, se proyecta un crecimiento frágil.
Según la Unctad, es probable que las reformas fiscales en los Estados Unidos y una mayor competencia fiscal afecten significativamente las pautas mundiales de inversión.
Retos para Costa Rica
La caída de inversiones en el mundo genera una creciente competencia entre los países por atraer los flujos globales.
Aunque Costa Rica ha sido destacado por su talento humano, esto le será insuficiente si no atiende retos que lo embargan.
De entrada, la reforma fiscal y la consolidación de las finanzas públicas son una urgencia, por cuanto una crisis de este tipo es la peor señal que se puede enviar a los inversionistas, explicó Jiménez.
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El mismo programa macroeconómico del Banco Central para el periodo 2018-2019 señala el desestímulo del ingreso de capital por IED, como uno de los riesgos de la postergación de dicha reforma.
Además, existen otros factores que frenan la posibilidad de atraer más capitales de largo plazo.
En la acera del talento humano, es necesario capacitar a más recurso local según una mayor demanda técnica y profesional, así como el dominio de más idiomas, afirmó Zolezzi, de Cinde.
Los costos de la electricidad, la mejora de infraestructura clave y la facilitación de procesos de negocios terminan de componer el listado de pasos básicos por seguir para competir en un mercado internacional disputado.