El mercado automotriz costarricense sufrió una fuerte contracción durante el 2018.
La actividad económica de este sector reportó todo el año variaciones negativas debido a la reducción en la venta de carros, según datos del Banco Central, y la importación de vehículos, por su parte, experimentó una notable caída.
Entre las razones del bache en el negocio sobresalen la subida en las tasas de interés y en el precio del dólar, moneda más utilizada para el financiamiento de compra de vehículo (los precios de muchos automóviles nuevos también se anuncian en dólares).
Además, influyó las elecciones nacionales, el proceso de negociación de la reforma fiscal y la desaceleración general de la economía, coincidieron voceros de empresas de venta de automóviles.
Los problemas sufridos por la industria también afectaron las finanzas públicas, pues los ingresos fiscales por la importación de carros fue el tributo con mayor disminución durante el año.
Para el 2019, las compañías prevén una estabilización del negocio. Así como continuar la “negociación” con clientes durante el proceso de compra de automóviles.
Los números
El dinamismo del sector automotriz, medido por el índice mensual de actividad comercial del Banco Central, muestra que la industria inició el 2018 con una caída interanual de 2%.
A octubre anterior, la contracción se profundizó a 8,4%, según estas mismas cifras.
El resultado negativo del sector se inició en agosto del 2017, pero se profundizó durante este año.
La última vez que hubo una caída en la venta de automóviles fue entre agosto del 2008 y diciembre del 2009, durante plena crisis mundial, muestran los datos del ente emisor.
Para el BCCR la caída en la venta de automóviles fue la razón principal de que el comercio se desacelerara durante este año.
A octubre anterior mostró una variación interanual del 0,2%, comparado con el 2,8% al mismo mes del 2017.
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Para María Elena Molina, gerente de Promoción de Grupo Purdy Motor, la baja en la actividad del sector ocurrió por factores como el alza en el tipo de cambio del dólar y las tasas de interés.
“Se debe tomar en cuenta que atravesamos un año electoral, en los que históricamente se ha registrado una disminución en la intención de compra de los consumidores”, recalcó Molina.
Purdy Motor es el representante en Costa Rica de marcas como Toyota, Lexus e Hino.
La contracción de la industria también se reflejó en la importación de carros, tanto nuevos como usados.
Entre enero y noviembre entraron al país 48.142 automóviles, es decir, casi 10.000 menos que en el mismo periodo del 2017. Los datos del Ministerio de Hacienda muestran que la caída fue del 17%.
En el caso de los autos nuevos la importación fue de 31.008, 13% menos. Mientras que en los usados fueron 17.134 unidades para una reducción del 23%.
Miguel Gorrías, gerente de Mercadeo de Grupo Automotriz (representante de Ford y Volkswagen), resaltó que el 2018 fue difícil para toda la economía del país por variables como el nuevo plan fiscal y la huelga.
Nohelia Alfaro, gerente Regional de Mercadeo de Hyundai, recalcó que el sector automotriz venía en un crecimiento sostenido desde el 2011.
“Era de esperar que en algún momento el mercado hiciera una pausa. Hay razones bastante conocidas (...) como el sentimiento de incertidumbre antes ciertos momentos políticos y legislativos del país”, sostuvo Alfaro.
De cara al 2019
Durante el 2019, las empresas de venta de automóviles tienen claro que continuará el periodo de acomodo de la economía costarricense.
“Siempre hemos sido muy previsores en el tema de importación y venta. La situación país ha cambiado, y hemos tomado algunas medidas (...) contamos con promociones con descuentos especiales, planes de mantenimiento en modelos seleccionados”, comentó Gorrías, de Grupo Automotriz.
En el caso de Grupo Purdy Motor esperan que se dé un proceso de estabilización en los resultados del sector.
La empresa mantiene procesos de negociación con sus clientes en precio del vehículo, prima, accesorios o planes de mantenimiento.
Hacienda sufre por la baja en negocio automotriz
La contracción del mercado automotriz en el 2018 repercutió en los ingresos del Gobierno.
Entre enero y noviembre, la recaudación por la importación de carros –nuevos y usados– ascendió a ¢165.172 millones, es decir ,13% menos frente al mismo periodo del 2017.
Los datos del Ministerio de Hacienda muestran que la baja más fuerte ocurrió en los carros nuevos.
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Hasta noviembre anterior, la importación generó ¢134.732 millones al fisco, lo que implicó ¢17.100 millones menos comparado con el resultado del 2017.
En el caso de los vehículos usados, la recaudación fue de ¢30.440 millones, entre enero y noviembre pasados, lo cual significó ¢8.430 millones menos comparado con el año anterior.
Hacienda detalló, el pasado 18 de diciembre, que la menor importación de vehículos fue una de las causas de que los ingresos tributarios se desaceleraran durante el 2018.
“La menor importación de vehículos afecta la recaudación del impuesto selectivo al consumo, que para noviembre presenta una caída de 9,2% en su recaudación, con respecto a 2017”, detalló la entidad en un comunicado de prensa.
La importación de automóviles determina la evolución del tributo selectivo al consumo, pues anualmente significa el 80% del ingreso generado por este gravamen, según los datos de Hacienda.
María Elena Molina, gerente de Promoción de Purdy Motor, comentó que la incertidumbre general en la economía del país también se reflejó en el sector automotriz.
“Es importante conceptualizar que adquirir un vehículo representa una decisión trascendental para cualquier persona, por lo que, actualmente, es una decisión mucho más pensada y analizada por el consumidor”, enfatizó Molina.
El enfriamiento de la industria también se reflejó en la recaudación del impuesto al traspaso de vehículos.
Entre enero y noviembre pasado, dicho tributo generó una recaudación de ¢20.864 millones a Hacienda.
Prácticamente, se mantuvo en el mismo nivel comparado con el 2017, periodo en el cual el fisco tuvo ingresos por ¢20.238 millones, según el Ministerio de Hacienda.