Buenos Aires. La nueva política monetaria argentina tendrá su prueba de fuego el lunes cuando se ponga en marcha un sistema de bandas de flotación de la moneda con el que el gobierno espera poner fin a la crisis cambiaria.
"No tengo miedo de no poder controlar el dólar", dijo este sábado el ministro de Economía, Nicolás Dujovne quien pidió tiempo para ver los resultados del nuevo esquema cambiario.
Argentina definió como su principal objetivo reducir la tasa de inflación (24,3% de enero a agosto de este año) y conseguir el déficit fiscal cero.
El ajuste fiscal fue parte del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le amplió el crédito a $57.100 millones.
Para contener la inflación, Argentina impedirá el crecimiento de la base monetaria y permitirá la libre flotación de la moneda en un rango entre los 34 y 44 pesos por dólar. La banda subirá 3% por mes.
El Banco Central intervendrá en caso de que la moneda cotice por fuera de esos límites, aunque a razón de 150 millones de dólares diarios.
“La emisión de pesos va a ser cero y esa es la base de la estabilidad cambiaria. Si no hay emisión de pesos, no hay pesos con los que comprar los dólares”, explicó Dujovne en declaraciones a Radio Mitre.
El nuevo acuerdo con el FMI incluye la puesta a disposición anticipada de $19.000 millones en el último trimestre de 2018 y en 2018.
Desde abril Argentina sufre una corrida cambiaria que ya pulverizó más del 55% del valor de la moneda.
El viernes el peso cayó 3,36% y cotizó a 41,94 pesos por dólar. En septiembre, perdió 9,44%.
La crisis cambiaria ha tenido su correlato en la inflación que se proyecta por encima del 40% a diciembre.
Entre las medidas para contener la crisis cambiaria, el Banco Central elevó la tasa de interés al 60% anual, la más alta del mundo.
La actividad económica cayó 2,7% en julio interanual y el Producto Interno Bruto fue de -4,2% en el segundo trimestre comparado con igual período de 2017.
La pobreza aumentó al 27,3% y el desempleo se acerca a los dos dígitos (9,3%).
El ministro admitió que la tercera economía de América Latina estará en recesión este año y pronosticó “meses difíciles”.
"Recién la semana que viene el Banco Central empieza a licitar su deuda de corto plazo, que se llaman Leliq, con las que va a ir retirando pesos para cumplir su promesa de que la base monetaria no crece", indicó Dujovne.
El flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, dispuso una suba de tres puntos porcentuales a los encajes bancarios, el dinero que deben tener inmovilizado las entidades para respaldar los depósitos.
Los encajes ya habían sido elevados en cinco puntos en un intento por frenar la demanda de dólares.