Seúl. Corea del Norte advirtió a Estados Unidos de que contempla “seriamente” retomar su programa de desarrollo de armamento nuclear si no se levantan las sanciones económicas a este país.
Durante años, Pyongyang llevó a cabo una política conocida como el “byungjin”, que consistía en el “desarrollo simultáneo” de sus capacidades nucleares y de su economía.
El presidente norcoreano, Kim Jong Un, anunció en abril que habían abandonado el desarrollo de armamento nuclear y que el gobierno norcoreano se concentraría en la “construcción de una economía socialista”, ya que la península conocía un “nuevo clima de distensión y de paz”, explicó.
Sin embargo, el Ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores aseguró que podrían retomar la política del “byungjin” si Estados Unidos no cambiaba su postura respecto a las sanciones económicas.
“La palabra byungjin podría volver a aparecer y se contempla seriamente un cambio de política”, advirtió en un comunicado que apareció el viernes por la noche en la agencia estatal KCNA.
En la cumbre histórica de Singapur, Kim Jong Un y el presidente estadounidense, Donald Trump, acordaron una declaración conjunta, poco concreta, sobre la desnuclearización de Corea del Norte. Pero desde entonces las negociaciones prácticamente no han avanzado.
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Washington rechaza disminuir las sanciones mientras no se produzca una “desnuclearización final y completamente verificada”.
En cambio, Pyongyang condena “los métodos de gánster” de los estadounidenses y los acusa de exigir su desarme unilateral sin hacer ninguna concesión.
“La mejora de las relaciones y las sanciones son incompatibles”, añadió el comunicado firmado por el director del Instituto de estudios estadounidenses del Ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores.
En este texto, las autoridades norcoreanas recuerdan que esperan “la respuesta correspondiente de Estados Unidos”.
Corea del Norte, sometida a múltiples sanciones de la ONU y unilaterales de Washington, a causa de sus programas nuclear y balístico, se muestra cada vez más impaciente respecto a Estados Unidos.
Estados Unidos reacciona ante amenazas
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo este domingo en una entrevista que se reunirá “esta semana” en Nueva York con el número dos del gobierno de Corea del Norte, Kim Yong Chol.
Pompeo también declaró en la entrevista a FoxNews “no estar preocupado” por la advertencia de Pyongyang, que contempla “seriamente” retomar su programa de desarrollo de armamento nuclear.
Aunque no precisó la fecha, el encuentro debería realizarse a partir de mediados de la semana, ya que el martes se celebran en Estados Unidos elecciones de medio mandato.
“Tendremos una buena ocasión de continuar las discusiones sobre la desnuclearización del régimen norcoreano", afirmó Pompeo.
El general Kim Yong Chol, uno de los colaboradores más cercanos del presidente Kim Jong Un, es un interlocutor asiduo de Washington tras el reinicio del diálogo entre ambos países.
Más acusaciones contra Corea del Norte
La controversia por el programa nuclear que enfrenta a ambas naciones también ha sido atizada por un informe divulgado este domingo por la organización Human Rights Watch (HRW), en el cual se acusa a policías de Corea del Norte de cometer numerosos abusos sexuales contra mujeres norcoreanas.
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Corea del Norte rechazó el informe, calificado por Pyongyang de “artimaña política” para “perjudicar la imagen” del país.
Este informe de HRW basa su investigación en 54 entrevistas a tránsfugas norcoreanas y denuncia las violaciones y otros abusos sexuales cometidos por agentes de seguridad, como guardas fronterizos, pero también por altos responsables.
La asociación norcoreana para el estudio de los derechos humanos consideró que se trataba de un informe “grotesco” que formaba parte “de una artimaña política organizada por las fuerzas hostiles”, cuyo objetivo era “perjudicar la imagen del país.
“Se trata de una provocación muy peligrosa destinada a invertir la tendencia de paz y prosperidad en la península coreana”, afirmó el organismo norcoreano sobre el informe de HRW, una organización internacional cuya sede principal se encuentra en Estados Unidos.
Entre los que cometen estos abusos figuran gerentes de empresas públicas, guardias de seguridad en los mercados o en los puestos de control, pero también “policías, magistrados, soldados o revisores de trenes”, indica el informe de HRW.
“La violencia sexual en Corea del Norte es un secreto a voces, ampliamente tolerado y no tratado”, declaró Kenneth Roth, director general de HRW.