Washington. La Organización de los Estados Americanos (OEA) exhortó el miércoles al Gobierno de Nicaragua a dialogar con la oposición para acordar fechas para realizar elecciones anticipadas, después de tres meses de protestas antigubernamentales que dejan alrededor de 300 muertos.
En una resolución aprobada por 21 de sus 34 miembros activos, el organismo hemisférico también reiteró su “enérgica condena” a “todos los actos de violencia, represión, violaciones de derechos humanos y abusos, incluyendo aquellos cometidos por la Policía, grupos parapoliciales y otros actores contra el pueblo (...), según lo documentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”.
La OEA había condenado en su Asamblea General en junio la violencia desatada en Nicaragua desde el 18 de abril, pero sin responsabilizar al gobierno de presidente Daniel Ortega por la represión.
La resolución de este miércoles fue auspiciada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Estados Unidos, y aprobada durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, realizada en la sede en Washington sin la anuencia de Nicaragua.
Siete naciones, la mayoría del Caribe, se abstuvieron, y tres estuvieron ausentes, entre ellas Bolivia, que abandonó los debates molesta con la forma en que se tramitó su propuesta de enmiendas al texto, que finalmente retiró de la consideración.
La iniciativa adoptada urge a todas las partes a reanudar las conversaciones para “generar soluciones pacíficas” en Nicaragua, y exhorta al gobierno de Ortega a “que apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de diálogo nacional”.
LEA MÁS: Sergio Ramírez: ‘Quizá lo que Daniel Ortega quisiera es provocar una guerra civil’
Como salida a la crisis, la Iglesia católica, mediadora en el suspendido diálogo, propuso adelantar los comicios del 2021 al 2019. Pero esta posibilidad fue descartada por Ortega, un exguerrillero sandinista de 72 años que gobierna desde el 2007 por tercer periodo consecutivo, luego de detentar el poder entre 1979 y 1990.
"Desconocemos la resolución aprobada y la rechazamos categóricamente", dijo el canciller nicaragüense, Denis Moncada, presente en la sesión, tras denunciar los "embates terroristas" que sufre su país. "No hubo consenso, hubo una imposición. Quedó demostrada la política injerencista del Departamento de Estado de Estados Unidos".
“Tenemos instituciones que funcionan, un Estado de derecho, una Constitución que funciona. Por eso no es correcto que este Consejo Permanente se erija en una especie de tribunal que nadie ha autorizado ni dado facultades para juzgar a Nicaragua”, aseveró, minutos antes de la votación.
LEA MÁS: ‘Situación en Nicaragua es alarmante y cada día empeora’, advierte la CIDH
El gobierno es sujeto a “embates de grupos terroristas para derrocar a un gobierno legítimo” , insistió.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, apoyó la resolución vía Twitter. “¡Gracias hermanos países del continente americano que se han solidarizado con el dolor y la lucha del pueblo de Nicaragua!” , escribió.
¡Gracias hermanos países del continente americano que se han solidarizado con el dolor y la lucha del pueblo de Nicaragua! @CP_OEA @Almagro_OEA2015 @AmbCTrujillo @PaulaBertol
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 18, 2018
Una resolución para la "Restitución de la paz en Nicaragua", presentada por Moncada, cosechó solo dos votos a favor además del propio: el de Venezuela y el de San Vicente y las Granadinas.
Veinte países se opusieron y ocho se abstuvieron a este planteo, que condenaba las acciones de “grupos terroristas” en Nicaragua e instaba a la comunidad internacional a respetar la “autodeterminación” del país “para restablecer la paz y la seguridad”.
La sesión del Consejo Permanente estuvo marcada por interminables idas y venidas sobre forma y procedimiento y constantes interrupciones y puntos de orden, tanto de Nicaragua, Venezuela y Bolivia, como de Estados Unidos, Canadá, Argentina y Colombia, en particular.
Además, incluyó la proyección de dos videos.
El primero, presentado por Moncada y titulado Nicaragua: golpe terrorista, noches de torturas, mostró imágenes de presuntos simpatizantes del gobierno y policías asesinados o torturados, así como de sacerdotes supuestamente apoyando la violencia desatada contra la población civil.
El segundo, presentado por la delegación de Estados Unidos, exhibió imágenes de la represión oficial de las protestas, entre quema de casas y cadáveres atribuidos a paramilitares. También incluyó discursos de Ortega y Moncada denunciado un proceso de golpe de Estado. “SOS Nicaragua”, concluyó.
Al cerrarse la sesión, desde el público se oyó un cerrado aplauso al grito de "íViva Nicaragua libre!".
LEA MÁS: Gobierno de Daniel Ortega retoma el barrio de Monimbó, en Masaya, con violenta incursión
“Hoy avanzamos un paso más hacia la libertad; hacia el fin de los genocidios; hacia la liberación de nuestros presos; hacia la paz. Pero no podemos cantar victoria. Hay MUCHO trabajo por hacer! No vamos a descansar jamás hasta ver a Nicaragua libre de la tiranía”, tuiteó el líder opositor Félix Maradiaga, que asistió a la sesión.
Hoy avanzamos un paso más hacia la libertad; hacia el fin de los genocidios; hacia la liberación de nuestros presos; hacia la paz. Pero no podemos cantar victoria. Hay MUCHO trabajo por hacer! No vamos a descansar jamás hasta ver a Nicaragua libre de la tiranía. Te amo Nicaragua!
— Maradiaga (@maradiaga) July 18, 2018
Mientras la OEA llevaba a cabo su sesión, un grupo bipartidista de diez senadores estadounidenses presentó un proyecto de ley cuyo objetivo es imponer sanciones a los funcionarios nicaragüenses responsables por la muerte de manifestantes, violaciones a derechos humanos y actos de corrupción. También hicieron un llamado para una solución política negociada.
“No podemos mantenernos callados mientras Daniel Ortega y Rosario Murillo arremeten contra su propio pueblo, como es evidente por las imágenes en donde se ve que les disparan a estudiantes mientras buscan refugio al interior de una iglesia”, manifestó el senador demócrata Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y uno de los patrocinadores de la iniciativa de ley.