Moscú. Rusia detuvo a un ciudadano estadounidense acusado de espionaje en Moscú, anunció este lunes el servicio secreto ruso, en un contexto cargado de escándalos de este tipo entre Moscú y los occidentales.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) precisó en un comunicado que el estadounidense fue detenido el viernes "mientras llevaba a cabo un acto de espionaje" y que se había entablado un procedimiento penal en su contra, que puede acarrear penas de hasta 20 años de cárcel.
El comunicado identifica al estadounidense en ruso, con un nombre que podría transcribirse como Paul Whelan.
Por el momento, no trascendieron más detalles.
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En un breve comunicado, el Departamento de Estado estadounidense explicó que intentaba ponerse en contacto con su ciudadano, cuya identidad no confirmó.
“La convención de Viena obliga a Rusia a dar un acceso consular (al detenido). Lo hemos pedido y esperamos a que las autoridades rusas lo aprueben”, indicó la diplomacia estadounidense.
Esta detención se produce cuando los países occidentales implican a Rusia en varios escándalos de espionaje.
El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a los países occidentales de recurrir a tales escándalos para intentar socavar a el peso del país en el tablero político internacional. "Esto está relacionado con la afirmación del poder ruso", declaró Putin durante su reciente rueda de prensa anual.
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Entre estos casos de espionaje figura el envenenamiento del agente doble ruso Serguéi Skripal y de su hija en Inglaterra, atribuido a Moscú por los responsables británicos. El Kremlin desmintió cualquier implicación.
Y el de la rusa Maria Butina, detenida en julio en Washington por actuar como un agente extranjero ilegal en Estados Unidos. El Kremlin afirmó que se trataba de acusaciones "sin fundamento". Maria Butina se enfrenta a una condena de seis meses de cárcel, seguida de una probable expulsión.
Estos escándalos tensaron las relaciones entre Rusia y Occidente en el 2018.