Ciudad del Vaticano. El papa Francisco canonizará el domingo al arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, emblema de una Iglesia comprometida con los pobres, y al pontífice italiano Pablo VI, quien condenó la píldora anticonceptiva.
La ceremonia tendrá lugar en la plaza de San Pedro ante miles de personas, religiosos y autoridades de los dos continentes, entre ellos 7.000 salvadoreños que viajaron para la canonización de Romero (1917-1980), asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte mientras oficiaba una misa.
Por décadas acusado de ser "marxista" y cercano a la Teología de la Liberación, el nuevo santo latinoamericano será venerado en los altares como un ejemplo para los católicos de todo el mundo por su denuncia de las injusticias sociales y la defensa de los derechos humanos.
“Es un regalo de Dios para el pueblo salvadoreño, que está sufriendo por tanto crimen de la violencia social”, aseguró el hermano, Gaspar Romero, quien viajó a Roma para la ceremonia junto con otros siete familiares.
Los dos nuevos santos son figuras representativas de la iglesia que impulsa Francisco, “pobre para los pobres”, abierta al diálogo, pero también sin etiquetas: ni progresista ni conservadora.
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La canonización de Romero en el Vaticano, donde contó con numerosos enemigos, reivindica también la figura de un obispo que fue perseguido, humillado y amenazado inclusive por la propia curia romana y que el mismo Juan Pablo II poco escuchaba.
"El camino para llegar a ser santo estuvo lleno de dificultades. No era un revolucionario, pero varios cardenales latinoamericanos hicieron de todo para bloquear el proceso porque lo identificaban con la Teología de la Liberación", explicó en una charla con la prensa el profesor Roberto Morozzo Della Rocca, autor de una extensa biografía sobre el obispo salvadoreño.
La canonización de Pablo VI, pontífice de 1963 a 1978, figura histórica del Concilio Vaticano II, que modernizó la Iglesia y mejoró la mala relación con el judaísmo, premia a un jefe eclesiástico que pasó a la historia por irritar a los conservadores y a los liberales.
Con sus reformas molestó a los conservadores y luego a los liberales por haber firmado en 1968 la controvertida encíclica Humane Vitae (De la vida humana), que incluyó la prohibición de la píldora anticonceptiva, una decisión que alejó a numerosos creyentes.
Dos figuras influyentes en la historia de Caritas Internationalis se convierten en santos este domingo. Nuestro fundador, el Papa Pablo VI, y nuestro patrón, el Arzobispo Óscar Romero. pic.twitter.com/eskvD7YbcC
— Caritas (@iamCARITAS) October 12, 2018
Será el tercer papa que Francisco convierte en santo después de Juan XXIII (1958-1963) y Juan Pablo II (1978-2005).
“Los dos nuevos santos son figuras que representan el diálogo y el compromiso por los demás y por un mundo más justo”, comentó monseñor Vincenzo Paglia, postulador de la causa de canonización de Romero.
Milagros
Beatificado en mayo del 2015, el asesinato de Romero –el 24 de marzo de 1980– por un comando de extrema derecha marcó el comienzo de una dolorosa guerra civil en su país que duró hasta 1992 y dejó 75.000 muertos y al menos 7.000 desaparecidos.
Aunque no perteneció a la corriente de la Teología de la Liberación, reprimida especialmente durante el pontificado de Juan Pablo II, Romero fue un defensor de los pobres, denunció las persecuciones en su país, en particular de los campesinos expulsados de sus tierras.
“Comparten una visión patriótica positiva”, sostiene Morozzo.
El segundo milagro atribuido a Pablo VI, el primer papa viajero y el primero en pisar Tierra Santa, cuyo nombre era Giovanni Battista Montini, nacido en 1897, es la salvación de una niña nacida muy prematuramente en el 2014 a pesar de que los médicos habían aconsejado un aborto terapéutico.
Un milagro que reafirma la condena del aborto por parte de la Iglesia, tema al orden del día después de que Francisco volvió a arremeter esta semana en contra tildando a los médicos que lo aplican de “sicarios”.
Junto a ellos serán elevados a los altares los curas italianos Francesco Spinelli y Vincenzo Romano, las religiosas alemana Maria Caterina Kasper y española Nazaria Ignacia March Mesa, y el laico Nunzio Sulprizio.
Para llegar a ser santo hay que haber realizado dos milagros, uno para la beatificación (salvo que sea mártir como ocurre para Romero) y otro para la canonización.
El milagro atribuido a Romero es la curación inexplicable de la señora Cecilia Maribel Flores, que sufrió síndrome de Hellp mientras estaba embarazada. El domingo asistirá junto con su familia a la ceremonia en el Vaticano.
Francisco ha canonizado hasta ahora 892 personas, incluyendo los siete del domingo, marcando un récord al ser el pontífice que más ha proclamado santos en toda la historia.