Ciudad del Vaticano. La iglesia católica combatirá los abusos sexuales contra menores de edad, ‘uno de los peores y más viles crímenes posibles’, según declaró el papa Francisco en su mensaje de Año Nuevo al cuerpo diplomático ante la Santa Sede.
Esta declaración se produce luego de un año marcado por la revelación de una cadena de abusos sexuales del clero, especialmente en Estados Unidos y Chile. Además, coincide, con el inicio del juicio del cardenal francés, Philippe Barbari, por no denunciar agresiones sexuales cometidas por un cura de su diócesis.
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“La Santa Sede y toda la Iglesia están trabajando para combatir y prevenir tales crímenes y su ocultamiento, para averiguar la verdad de los hechos que implcan a eclesiásticos y para hacer justicia a los niños que han sufrido violencia sexual, agravada por el abuso de poder y de conciencia”, dijo Francisco.
El papa ha convocado para febrero a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, a una cumbre sobre la protección de menores, que se desarrollará en el Vaticano. “La reunión que tendré con los episcopados de todo el mundo [...] pretende cumplir un paso más en el camino de la Iglesia para arrojar luz sobre los hechos y aliviar las heridas causadas por esos delitos” afirmó Francisco.
El caso del cardenal señalado por no acudir a la justicia conociendo los casos de violación
El juicio al cardenal francés Philippe Barbarin y de cinco exresponsables de su diócesis por no denunciar ante la justicia agresiones sexuales contra menores comenzó este lunes en la ciudad francesa de Lyon.
Los jueces, que el lunes tratarán temas de procedimiento para luego dedicarse al fondo de la causa hasta el miércoles, deberán determinar si Barbarin y sus cinco coacusados reaccionaron como debían al enterarse de las acusaciones de agresiones sexuales contra menores de un cura de su diócesis.
Este caso salió a la luz en 2015 después de que varias víctima que habían sido scouts denunciaron por abuso al padre Bernard Preynat por hechos cometidos entre 1986 y 1991.
Las víctimas presentaron también una denuncia contra Barbarin por no haber acudido a la justicia, pese a que estaba al tanto de los abusos.
Después de seis meses de investigación y seis horas de interrogatorio del cardenal de 68 años, la fiscalía de Lyon archivó el caso en 2016. Pero varias víctimas lanzaron un procedimiento de citación directa, que en Francia permite a una víctima recurrir directamente a un tribunal penal.
La defensa denuncia un ensañamiento y espera que el juicio “restablezca la verdad”. “No se repara una injusticia con otra”, advirtió uno de los abogados de Barbarin, Jean-Félix Luciani.