Santiago. La policía de investigaciones (PDI) de Chile y la fiscalía allanaron este viernes las dependencias de los obispados de Temuco y Villarrica, en la región de la Araucanía, a raíz de denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, confirmó la policía.
La investigación, a cargo de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y liderada por el fiscal Ítalo Ortega, se inició el pasado 19 de junio para dilucidar las denuncias de abusos sexuales contra cinco religiosos, según la prensa local.
El operativo en la Diócesis de Temuco, donde funciona la Vicaría y el Archivo Judicial de la ciudad, y en el Obispado de Villarrica, se llevó a cabo tras la negativa de los obispos de estas ciudades de entregar la información solicitada por la fiscalía.
Según la prensa local, la documentación incautada corresponde a denuncias, investigaciones previas e investigaciones en curso así como aquellas enviadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe a partir del 2000.
Según fuentes cercanas al fiscal, la policía se llevó computadores y documentos.
El 22 de junio pasado el obispo de Temuco, Héctor Vargas, se reunió con el Fiscal Regional de La Araucanía, Cristián Paredes, para abordar estos casos, informa el diario La Tercera. En dicha reunión también participaron el vicario judicial de la diócesis y del fiscal Ortega.
Esta noticia se produce el mismo día en que otro sacerdote, Óscar Muñoz, quedó en prisión preventiva acusado de abuso sexual y violación a siete menores en el periodo 202-2018 en las ciudades de Santiago y Rancagua.
Mano derecha del cardenal de Santiago Ricardo Ezzati, Muñoz se autodenunció en enero y en otro allanamiento del arzobispado capitalino por la policía y la fiscalía, el 13 de junio, se hallaron los documentos inculpatorios. Muñoz se enfrenta a 15 años de cárcel.
La Iglesia católica chilena vive sus horas más bajas por el rosario de denuncias de pederastia contra el clero y por su encubrimiento por las autoridades eclesiásticas que han llevado al papa Francisco a tomar personalmente cartas en el asunto.
El pasado mayo, Francisco convocó a todos los obispos chilenos al Vaticano y al término del encuentro estos presentaron en bloque su dimisión. Hasta ahora el papa sólo ha aceptado la renuncia de cinco prelados. Cuatro de ellos están acusados de encubrir o ignorar las denuncias de abusos sexuales de sus subordinados.