Bruselas. El porvenir del acuerdo del brexit sigue en el aire al término de una frenética cumbre en Bruselas, donde la Unión Europea (UE) reiteró su oposición a renegociarlo a una mandataria británica, Theresa May, que pidió “garantías” para lograr su difícil aprobación en el Parlamento de Westminster.
Llamados a “confiar”, “conversación acalorada”, declaraciones conjuntas modificadas en el último momento... La reunión de mandatarios de la UE, con el brexit como protagonista, terminó dos días después sin un cambio de posiciones y con la pelota anclada en el campo británico.
“Todavía queda trabajo por hacer y mantendremos en los próximos días conversaciones sobre cómo obtener las garantías adicionales que el parlamento británico necesita para poder aprobar el acuerdo”, aseguró la jefa de Gobierno al final del encuentro, convencida de esta posibilidad.
Sus socios europeos excluyeron de nuevo “cualquier tipo de renegociación del acuerdo de retirada”, en palabras del jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, y subrayaron que el problema está en Reino Unido, donde el acuerdo enfrenta una mayoría hostil de diputados de todos los grupos.
“Esto ya no corresponde a la UE, corresponde al Gobierno británico y al Parlamento británico”, aseguró el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien espera conocer “en breve” cuáles son las “garantías” que necesita May para poder garantizar el apoyo del Parlamento.
Aunque la primera ministra logró superar esta semana una moción de censura de sus propias filas, el rechazo de Westminster al acuerdo de divorcio sigue planeando por el mecanismo de último recurso para evitar una frontera para bienes entre Irlanda e Irlanda del Norte, conocido como backstop.
Los defensores del brexit temen quedarse atrapados en un “territorio aduanero común” con la UE y no recuperar su libertad comercial, si este mecanismo, acordado entre Londres y Bruselas, se aplica al no lograr una alternativa mejor en la negociación de la futura relación comercial.
En un gesto hacia May, los 27 reiteraron el jueves su promesa de trabajar “con celeridad” durante el período de transición para evitar la entrada de vigor del backstop y, en caso de que entre, poner “el máximo empeño” para substituirlo con otro pacto.
Sus socios decidieron, no obstante, retirar de su declaración un párrafo sobre su disposición a otorgar nuevas garantías, ante la “confusión” de las palabras de la premier en su discurso de la víspera previo a la cena de mandatarios, precisó a la AFP una fuente diplomática.
Una inquilina del número 10 de Downing Street contra las cuerdas en su país defendió este viernes esa declaración de los 27, que subrayan que el backstop se aplicará “solo temporalmente”, y aseguró que cuenta con “valor jurídico” por ser las conclusiones de una cumbre.
Su principal aliado en el Parlamento, el artido unionista norirlandés DUP, no lo acaba de ver así. Su líder, Arlene Foster, quien reiteró la oposición de la cámara al pacto, criticó la respuesta de la UE y aseguró que “la primera ministra ha prometido conseguir cambios legalmente vinculantes”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con quien la jefa del Gobierno británico reconoció haber mantenido una “conversación acalorada” captada por las cámaras, llamó a “calmar el juego”, ya que “existe un texto de Westminster que va contra la UE”.
Ante una posible derrota, Theresa May decidió reportar el voto previsto el martes al 21 de enero, a más tardar, e iniciar una ofensiva en Europa para lograr las “garantías correctas” de sus socios de que el backstop no se utilizará.
Aunque el mandatario austríaco, Sebastian Kurz, que ejerce la presidencia pro témpore de la UE, abrió la puerta a una “discusión común en enero” si la votación no se celebra en el Parlamento o si rechaza el texto, su par belga, Charles Michel, dijo que “no se decidió” todavía una eventual cumbre.
En este contexto, los europeos, que se oponen a tocar ni una coma del acuerdo del brexit negociado durante 17 meses y al que dieron su visto bueno el 25 de noviembre, urgieron el jueves a acelerar los preparativos de un temido divorcio sin acuerdo.
A meses de la retirada prevista el 29 de marzo, la Comisión debe publicar el próximo miércoles las informaciones sobre los preparativos para el temido divorcio sin acuerdo, contra el que advirtieron instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) por su impacto negativo.