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Praga. Los checos y los eslovacos conmemoran este martes el 50.º aniversario del aplastamiento de la Primavera de Praga por los tanques soviéticos, en un momento en el que algunos lamentan la persistente influencia rusa en la región.
Precursora de la perestroika de Mijaíl Gorbachov, la Primavera de Praga promovida por Alexánder Dubcek dio lugar a una reforma política y económica, el levantamiento de la censura y una liberalización de las actividades culturales.
En la madrugada del 21 de agosto de 1968, una treintena de divisiones soviéticas, apoyadas por unidades búlgaras, húngaras, polacas y de Alemania del Este, acabaron brutalmente con un sueño tan hermoso como efímero.
Solo durante el primer día de la ofensiva soviética murieron unos 50 checoeslovacos. El balance total de la intervención del Ejército Rojo en el país superó los 400 muertos.
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“La ocupación ha sido rechazada de forma categórica por nuestros ciudadanos. Sin embargo, una parte de la opinión pública en Rusia sigue considerándola como una ‘ayuda internacionalista’”, explicó Tomasz Peszynski, miembro de la rama checa de la iniciativa ciudadana proeuropea Pulse of Europe.
Esa ONG fue una de las organizadoras de una manifestación que reunió el lunes bajo banderas checas, ucranianas, de la Unión Europea y de la OTAN, a cientos de personas ante la Embajada de Rusia en Praga.
En las pancartas que llevaban los manifestantes se podían leer mensajes como “¡No olvidaremos jamás!” o “¡Basta de imperialismo ruso!”.
“Hemos escrito una carta para los ciudadanos rusos en la que los invitamos a alzarse contra el régimen actual que sigue llevando a cabo una política imperial como en la época de la ex-URSS”, manifestó Tomasz Peszynski.
"Una intervención como la de hace 50 años también se produce hoy en día, no con tanques esta vez, sino con la propaganda, noticias falsas y una influencia ejercida en las elecciones", afirmó, recordando que República Checa tiene un "presidente prorruso" y un gobierno populista "apoyado por los comunistas".
Numerosas ceremonias y conciertos están previstos este martes en República Checa.
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Un homenaje a las víctimas de la ocupación se celebrarán ante el edificio de la Radio, en el centro de Praga, donde unos 15 checos, en su mayoría jóvenes, murieron en agosto 1968 al intentar impedir sin armas la toma del edificio por los invasores.
El primer ministro, Andrej Babis, del movimiento populista ANO, pronunciará un discurso durante ese homenaje.
Por la noche habrá un concierto en la plaza Venceslas, en presencia de numerosas estrellas de la música pop, entre ellas la cantante Marta Kubisova.
En 1968, Marta Kubisova defendió abiertamente la Primavera de Praga. Poco después de la ocupación soviética, cantó la canción más célebre de aquella época, la Oración para Marta, cuya letra decía: “Que la paz permanezca por siempre con este país, que la rabia, la envidia, el rencor, el miedo y las peleas desaparezcan...”.
Otra cantante, Aneta Langerova, nacida en noviembre de 1986, cantará también en la plaza Venceslas. “Tengo un gran respeto (...) por quienes sacrificaron su vida por la libertad, por su país. Es esencial para mí, por eso voy a participar en este concierto”, expresó a la agencia CTK.
Durante el martes la televisión pública Ceska Televize emitirá programas especiales y, por la noche, un discurso del presidente eslovaco, Andrej Kiska.
Sin embargo, el jefe del Estado checo, Milos Zeman, a quien sus detractores acusan de llevar a cabo una política prorrusa, ha decidido guardar silencio.
Los partidos opositores de derechas criticaron con dureza la ausencia del excomunista Zeman en las ceremonias de conmemoración. Según el portavoz del presidente checo, éste ya había “mostrado su valentía al oponerse públicamente a la ocupación en 1968”.
En Eslovaquia, que se separó de República Checa en 1993, el acontecimiento más destacado será la inauguración en Kosice de un monumento para el periodista de investigación Jan Kuciak, asesinado el 21 de febrero con su novia. El 50.º aniversario de la intervención del Pacto de Varsovia se celebra exactamente seis meses después de la muerte del reportero.
