Washington y Caracas. Estados Unidos se niega a reconocer la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro, que este jueves asumió un segundo periodo presidencial, y promete aumentar la presión sobre el mandatario venezolano, según el aasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
“Estados Unidos no reconocerá la toma de posesión ilegítima de la dictadura de Maduro. Seguiremos aumentando la presión sobre el régimen corrupto, apoyando a la democrática Asamblea Nacional (Parlamento) y pidiendo democracia y libertad en Venezuela”, escribió Bolton en Twitter.
The US will not recognize the Maduro dictatorship’s illegitimate inauguration. We will continue to increase pressure on the corrupt regime, support the democratic National Assembly, and call for democracy and freedom in Venezuela.
— John Bolton (@AmbJohnBolton) January 10, 2019
Maduro, quien ganó el 20 de mayo unos comicios boicoteados por la oposición, comenzó un nuevo mandato de seis años al frente del país.
La Unión Europea y los países del Grupo de Lima, que incluye desde el 2017 a países de América Latina y Canadá, anunciaron también que no reconocerán el segundo mandato del presidente venezolano.
Washington ya anunció nuevas sanciones financieras contra personalidades y empresas en Venezuela.
El mandatario venezolano, de 56 años, fue investido ante el Tribunal Supremo Electoral (TSJ) y no ante el Parlamento, la única institución en manos de la oposición.
“Juro, a nombre del pueblo de Venezuela (...) Lo juro por mi vida”, expresó Maduro, quien recibió la banda presidencial del jefe del Tribunal Supremo de Justicia (de línea oficialista), en un acto al que no asistió ningún representante de la Unión Europea (UE) ni de la mayor parte de América.
Maduro asumió el poder en medio de la peor crisis económica que haya sufrido en su historia reciente el país con las mayores reservas petroleras del mundo, y en momentos en que se afianzan gobiernos conservadores en Latinoamérica.
Seguidores de Maduro, con banderas de Venezuela, ovacionaban al mandatario en las afueras del TSJ, en el centro de Caracas, fuertemente resguardado por policías y militares. Otros sectores de la capital, como el este (feudo de los opositores) lucían desolados. Muchos negocios y escuelas suspendieron actividades.
Casi en paralelo, en Washington, la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebrará una sesión extraordinaria sobre la situación en el país sudamericano.