Ciudad de Guatemala
Una ola de indignación provocó en diversos sectores de Guatemala la decisión del Congreso de no levantar la inmunidad al presidente Otto Pérez para ser investigado por su vinculación a casos de corrupción que mantienen al gobierno en una crisis institucional.
"El Congreso está reaccionando corporativamente en función de defender la impunidad y la inmunidad de todos. El mensaje que le está dando a la población es que el presidente junto a las bancadas mayoritarias están buscando protección", afirmó el analista político Sandino Asturias.
La víspera, el Congreso guatemalteco sometió a votación la solicitud de levantar los fueros a Pérez, pero no alcanzó los 105 votos requeridos de 158 diputados, para ser aprobada.
De acuerdo con Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala, la decisión de los diputados es un mensaje negativo para la población que solo "demuestra la capacidad de protegerse entre políticos".
Para demostrar su descontento, organizaciones civiles convocaron a la población a protestar este sábado en las distintas plazas centrales del país.
En julio, una comisión legislativa, dirigida en su mayoría por diputados opositores, recomendó al Congreso quitar la inmunidad a Pérez para permitir una investigación judicial por su presunta responsabilidad en un fraude descubierto en las aduanas nacionales en abril y otros actos de corrupción.
El escándalo en las oficinas tributarias desató manifestaciones masivas contra la corrupción que causaron la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti el 8 de mayo.
Sin sorpresa. La directora del Movimiento Pro Justicia, Carmen Aída Ibarra, mencionó a la AFP que la decisión del Parlamento era "algo predecible" por la alianza que a su juicio existe entre el gobierno y el partido derechista Libertad Democrática Renovada (Líder), mayoritario en el Congreso.
"Lo único que están haciendo es sostener un gobierno de mentira y con una fachada jurídica que mantendrá al presidente en el cargo", precisó la activista.
Además del caso en las aduanas, la acusación contra Pérez se basa en la adjudicación anómala de un contrato de medicamentos en el Seguro Social que llevó al arresto del presidente de la entidad, Juan de Dios Rodríguez, un militar muy cercano al gobernante.
Según Ibarra, Guatemala enfrenta una de las peores crisis con el Ejecutivo "completamente paralizado" y un poder Legislativo "atrincherado sin trabajar" por estar inmerso en las elecciones generales de setiembre.
Por su lado Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), dijo que la decisión del Congreso de mantener la inmunidad a Pérez aumentará el rechazo a la ya desgastada clase política del país.
Linares también mencionó que levantar los fueros llevaba un mensaje de advertencia a los futuros gobernantes para no cometer actos de corrupción.
La decisión del Congreso cayó como un balde de agua fría para los guatemaltecos indignados por los casos de corrupción en el gobierno y generó llamados a nuevas protestas para este sábado.
Desde la red social Facebook, varios grupos de ciudadanos han corrido la voz para abarrotar la Plaza de la Constitución en el centro de la capital, núcleo de las movilizaciones desde abril, cuando se empezaron a revelar las estafas.
Pérez ha pasado algunos momentos incómodos por manifestantes que le han reprochado los actos de corrupción y exigido su renuncia en varias ocasiones.
Uno de estos hechos espontáneos ocurrió la noche del jueves cuando una mujer le gritó "corrupto, vas a agarrar fuego", mientras el mandatario salía de una iglesia católica en el centro histórico de la capital, donde acudió por la feria patronal de Ciudad de Guatemala en honor a la Virgen de la Asunción.
"Las manifestaciones han logrado muchas cosas, deben seguir y profundizarse, junto a la participación en la promoción de reformas. Tenemos que desplazar y rechazar a esta clase política que no responde a los intereses nacionales y por lo tanto hay que sacarla de la vida política del país", puntualizó Asturias.