Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió este jueves un segundo mandato de seis años, considerado “ilegítimo” por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la mayor parte de América Latina, que amenazan con aumentar la presión contra su gobierno.
Maduro, de 56 años, se juramentó ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), en un acto al que no asistieron representantes de la UE, Estados Unidos, ni de la mayor parte de América, excepto un puñado de mandatarios aliados.
Al calificar la investidura como una “farsa” y a Maduro como “dictador”, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, anticipó que el gobierno de Donald Trump aumentará la presión contra lo que llamó “régimen corrupto”, lo que augura más sanciones. La misma posición exteriorizó el vicepresidente Mike Pence en un Twitter.
Dictator Maduro’s inauguration is a sham. The US does not recognize the illegitimate result of a stolen election. We'll continue to stand w/ the people of Venezuela & against Maduro’s corrupt regime until freedom & democracy prevail in Venezuela! #Libertad https://t.co/Pa1zUnu5eq
— Vice President Mike Pence Archived (@VP45) January 10, 2019
En las primeras muestras del rechazo regional, Paraguay rompió relaciones relaciones diplomáticas, Canadá, Perú y Argentina denunciaron una “dictadura” y la Organización de Estados Americanos (OEA) declaró “ilegítimo” a Maduro.
En una declaración, la UE lamentó “profundamente” que Maduro comience un nuevo periodo emanado de “elecciones no democráticas” y amenazó con tomar “medidas” si aumenta el deterioro de la situación en Venezuela.
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La UE, Estados Unidos y el Grupo de Lima -13 países latinoamericanos y Canadá- desconocieron su reelección en los comicios del pasado 20 de mayo, boicoteados por la oposición, que los consideró un fraude.
En su investidura, el gobernante socialista acusó de “racismo” a la UE, a la que pidió respeto, y a Estados de Unidos de orquestar un “golpe de Estado”.
‘Guerra mundial’
“Venezuela es el centro de una guerra mundial del imperialismo norteamericano y sus gobiernos satélites”, dijo al defender como “legítima” su juramentación y pedir una cumbre latinoamericana para abordar la situación.
Heredero político del fallecido gobernante socialista Hugo Chávez (1999-2013), el exchofer de bus y exsindicalista gobierna con mano fuerte tras sacar del juego a sus adversarios, con el control institucional y el decisivo apoyo de los militares, a quienes dio enorme poder.
Más temprano, el presidente denunció la existencia de una “escalada” internacional contra Venezuela y pidió a los países del bloque regional Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) iniciar gestiones diplomáticas para “parar esta locura... que quién sabe hasta dónde nos puede llevar”.
En alusión a las críticas de la oposición y algunos gobiernos que lo señalan como “dictador”, Maduro se identificó como un “demócrata”.
Del Grupo de Lima, solo México envió un representante a la asunción, en tanto que asistieron los presidentes de Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua y delegados de otros países aliados como China, Rusia y Turquía, a los que Caracas se ha acercado más ante un mayor aislamiento.
Maduro, quien asumió el mando en pleno resurgimiento de gobiernos conservadores en Latinoamérica, reiteró este jueves que tomará medidas enérgicas contra el Grupo de Lima si en las próximas horas no rectifica su posición sobre Venezuela.
Con el apoyo de Washington y la excepción de México, el Grupo de Lima -donde ya debutó el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro- emitió el 4 de enero una declaración en la que le pidió no posesionarse y pasar el poder al Parlamento, lo que Maduro calificó de intento de golpe de Estado.
Desde la mañana, varios cientos de seguidores del gobierno y empleados públicos, con sus características camisetas rojas, se concentraron en los alrededores del máximo tribunal, ubicado noroeste de Caracas, para acompañar al mandatario en la ceremonia.
Las autopistas y avenidas de la capital venezolana amanecieron con escasa presencia de vehículos y transeúntes y en algunos puntos de la ciudad se observó la presencia de efectivos de la Policía custodiando las vías.
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En los postes de algunas calles fueron colgados pendones con los colores de la bandera venezolana y la frase “Yo soy presidente”.Entre banderas y pequeños carteles con el dibujo del rostro del gobernante y la leyenda “Maduro usurpador”, un puñado de opositores se concentró en una vía del este de Caracas para protestar.
Con su banda presidencial, Maduro acudió a la Academia Militar, donde, en una parada militar, 4.900 oficiales y soldados, encabezados por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, le juraron “lealtad y subordinación absoluta”.
Minutos antes, la Asamblea Nacional, único poder controlado por la oposición, llamó a los militares a desconocer a Maduro, a quien califica de “usurpador”. “Hacemos un llamado claro a las Fuerzas Armadas (...) Se debe desconocer lo que no fue producto del voto popular. Una elección se gana con votos, no se roba, y por eso no eres legítimo”, expresó el presidente parlamentario, Juan Guaidó.
Según la Constitución, Maduro debía jurar ante el Parlamento, pero el TSJ declaró en desacato a ese poder y en la práctica fue sustituido por la Asamblea Constituyente, integrada solo por chavistas.
¿Y el futuro?
En el inicio del nuevo periodo presidencial de Maduro, la desesperanza se palpa en muchos venezolanos, asfixiados por la peor crisis que haya sufrido en su historia moderna el país con las mayores reservas petroleras del mundo.
“Esto va a alargar más la agonía que hemos vivido en los últimos años. Todo ha decaído gravemente. Estamos atados de manos”, dijo la enfermera Mabel Castillo, de 38 años.
Los seguidores del mandatario le piden “mano dura con la economía”. “Es lo único que nos falta”, opinó Yosmari Jiménez, de 27 años, en una concentración de chavistas fuera del TSJ.
Expertos auguran un agravamiento de la debacle socioeconómica. Además de la escasez de comida y medicinas, los venezolanos lidian con una una hiperinflación que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), alcanzará 10.000.000% en el 2019.
En lo que considera la mayor migración de América Latina en décadas, la ONU calcula que 2,3 millones de venezolanos emigraron desde el 2015 por la crisis y estima que esa cifra subirá a 5,3 millones en el 2019.
Durante la gestión de Maduro, la economía se redujo a la mitad y se contraerá 5% enel 2019, según el FMI, el país y su empresa petrolera cayeron en default y la producción de crudo, fuente de 96% de las divisas, se desplomó a 1,4 millones de barriles diarios, la más baja en 30 años.
Al jurar el cargo, Maduro prometió procurar “la prosperidad económica y social”, con una serie de medidas que anunciará el lunes.