
Londres. Más de medio millón de personas participaron en “la mayor manifestación sobre el Brexit”, este sábado en Londres para reclamar un referendo sobre el acuerdo final entre el reino y la Unión Europea (UE), que sigue negociándose a sólo cinco meses del plazo para que el país salga de esa coalición política.
Se trata también de la protesta más numerosa en el país desde la que movilizó a los británicos en contra de la guerra de Irak en 2003, se ufanó la organización “People’s Vote” en un comunicado, un movimiento que milita por un “voto popular” y que agrupa a numerosas asociaciones eurófilas.
Según este movimiento, unas 570.000 personas participaron en la manifestación. La policía británica no comunicó cifras.
Bajo un suave sol otoñal boreal, una compacta multitud llenó por la tarde el frente del Parlamento británico y las calles aledañas, agitando numerosas banderas europeas. Esto luego de haber recorrido Londres y haber cruzado el barrio de los ministerios.
“Parece una fiesta”, confió a la AFP Lucy Dogget, de 23 años, estudiante en Liverpool. “Pero ésta bien, podría ser la última antes de que se apaguen las luces” con el Brexit previsto el 29 de marzo de 2019, agregó.
En las pancartas las consignas eran en contra de la salida de la UE o burlándose de la incapacidad de la primera ministra conservadora, Theresa May, para negociar un acuerdo de divorcio con esa comunidad política. “Detengan el Brexit”, “El Brexit es malo”, “Quedémonos juntos” o “Tengo 16 años y el Brexit me roba mi futuro” rezaban las pancartas de los manifestantes.
Entre los marchantes que llegaron a Londres desde todas partes del país transportados por más de 150 autobuses, había numerosos ciudadanos de otras naciones de Europa. Ellos estuvieron representados por “The3Million”, un grupo de presión que defiende los intereses de los cerca de 3,4 millones de ciudadanos de otros países europeos residentes en el Reino Unido.
La última gran marcha hacia el Parlamento británico para pedir un nuevo referéndum reunió en junio a unas 100.000 personas.
Un acuerdo que ha cambiado
Los organizadores creen, además, que los británicos que entonces votaron por el Brexit modificarían ahora su posición, al tomar conciencia de las consecuencias reales de abandonar la UE
“Creo que la gente se equivocó de varias maneras”, dice el empresario Peter Hancock, entrevistado por la AFP, mientras anuda una bandera europea en torno al cuello de su gran perro pastor.
“Queremos seguir siendo europeos”, añade su mujer Julie. “No vemos los beneficios” del Brexit, añade.
La marcha congrega a una multitud unida en la difícil tarea de convencer a la primera ministra británica, Theresa May, de que convoque una segunda consulta popular sobre el resultado de sus negociaciones con Bruselas.
Pese al ambiente festivo, el mensaje es grave: el Brexit que sus partidarios prometieron antes del referéndum del 23 de junio de 2016 –en el que el 52% de los británicos votaron por dejar el bloque– no tiene nada que ver con el que se está negociando ahora.
La primera ministra ha dejado muy claro que no tiene ninguna intención de permitir que se vuelva a consultar a los ciudadanos sobre esta cuestión.
“Ahora quieren un segundo referéndum para volver a dirigirse al pueblo británico y decirle ‘Oh lo sentimos mucho, creemos que se equivocaron’”, lanzó Theresa May el miércoles ante la Cámara de los Comunes en Westminster.
“No habrá un segundo referéndum. La gente votó y este gobierno lo llevará a cabo (el Brexit)”, enfatizó.
Por su lado, los organizadores subrayan que a pocos meses del Brexit, previsto para el 29 de marzo de 2019, las negociaciones entre Londres y Bruselas están bloqueadas en especial sobre el tema de la frontera en la isla de Irlanda. Además, alegan, persiste la incertidumbre sobre la manera en que el Reino Unido abandonará la UE.
La semana que viene se entregará a la Cámara de los Comunes más de 100.000 tarjetas postales denunciando el Brexit.
“Es hora de que volvamos a tomar el control”, lanzó a la multitud el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, que desfiló al frente de la columna.
“Está claro que somo más”, declaró por su parte la diputada conservadora pro europea Anna Soubry.

En un mensaje por video, la primera ministra escocesa, Nicolas Sturgeon, dio su apoyo a la organización de un segundo referendo, recordando que los 35 diputados del SNP (Partido independentista escocés) en Westminster votarán a favor si se plantea el tema.
La idea de un nuevo referéndum ha tenido cada vez más adeptos estos últimos meses en Reino Unido, y es apoyada por varios políticos, entre ellos el exprimer ministro laborista Tony Blair.
Los reproches políticos sobre cómo llegó el país a esta situación tras dos años de negociaciones están dejando a May cada vez más sola, criticada por la oposición y, sobre todo, por prominentes figuras de su propio partido.