Nom Pen. El partido del primer ministro Hun Sen reivindicó este domingo una victoria aplastante en las elecciones legislativas de Camboya, unos comicios criticados por la ausencia de la principal fuerza de oposición, disuelta el año pasado.
"Esperamos lograr más de 100 diputados" de los 125, aseguró el portavoz del Partido del Pueblo Camboyano (PPC), Sok Eysan, basándose en los resultados parciales aportados por la Comisión electoral camboyana.
“El PPC obtendrá más del 80% de los sufragios. Se trata de una victoria enorme para nosotros”, añadió.
Los dirigentes de la principal formación de la oposición, el Partido del Rescate Nacional de Camboya (CNRP), que se impuso en las legislativas de 2013 con el 44% de los votos, cuestionaron el valor de esta victoria.
Los resultados definitivos no serán publicados oficialmente hasta el 15 de agosto.
"Nuestros compatriotas eligieron la vía de la democracia", se felicitó en un mensaje en Facebook el primer ministro Hun Sen, en el poder desde hace 33 años.
"Vencer sin dificultad, representa un triunfo sin gloria", criticó Sam Rainsy, el fundador del CNRP, principal partido de la oposición disuelto el año pasado.
“Por primera vez desde las elecciones organizadas por la ONU en 1993, Camboya ya no cuenta con un gobierno legítimo que disponga del reconocimiento de la comunidad internacional”, añadió.
Tanto Washington como Bruselas retiraron su ayuda para la organización de estas elecciones, aludiendo a su falta de credibilidad.
Sin oposición
Hun Sen, de 65 años, en el poder desde 1985, reprimió toda disidencia antes de los comicios, aplastando a medios independientes, sociedad civil y opositores políticos.
Diecinueve pequeños partidos -muchos de los cuales son formaciones nuevas acusadas de estar ayudando a legitimar la votación- compiten contra el Partido del Pueblo Camboyano (CPP) de Hun Sen en ausencia de la principal fuerza de oposición.
Los colegios electorales abrieron a las 7 a. m. (6 p. m. del sábado en Costa Rica) y cerraron ocho horas más tarde.
Con un resultado ya conocido de antemano, la atención se centraba en la participación, en una votación considerada como un plebiscito sobre la popularidad del primer ministro, pero calificada de “farsa” por la oposición, que llamó al boicot.
"No fui a votar. Muchos de mis amigos tampoco lo hicieron", declaraba Khem Chan Vannak, exrepresentante del CNRP.
Sin embargo, según la Comisión Electoral, bajo control del régimen, los niveles de participación alcanzaron el 82%, una cifra superior a la de los comicios del 2013, cuando votaron el 69% de los electores.
Más de ocho millones de votantes estaban registrados para estas elecciones, que constituyen los sextos comicios generales desde la primera votación organizada por la ONU en 1993, cuando el país emergía de décadas de guerra.
Hun Sen había formado parte del régimen ultramaoísta de los Jemeres Rojos (1975-1979), que mató a una cuarta parte de la población del país, pero desertó y con 32 años se posicionó como líder durante la ocupación vietnamita en la década de 1980.
Pero la indignación por la corrupción entre una población joven con aspiraciones de modernidad y poca memoria sobre los horrores de los Jemeres Rojos puso en peligro durante los anteriores comicios la longevidad del CPP.
Sus votos ayudaron al opositor CNRP a obtener más del 44% de los sufragios en las elecciones del 2013 y un porcentaje similar en los comicios locales del año pasado.
“El CNRP representaba la promesa de un gobierno reactivo y no corrupto y la gente quería darle una oportunidad”, afirmó Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch (HRW).
Pero Hun Sen sintió la amenaza electoral, acusó al CNRP de participar en un complot para derrocar al gobierno e hizo detener a su líder, Kem Sokha
“Esta es la historia de cómo los sueños democráticos mueren bajo el puño del dictador”, agrega Robertson.
La Corte Suprema disolvió el partido en noviembre del 2017 y allanó el camino para la clara victoria del CPP este domingo.