El presidente colombiano, Iván Duque, subrayó la necesidad de una acción internacional para poner fin a la “dictadura” de Nicolás Maduro en Venezuela, que ha causado, dice, una “crisis humanitaria masiva” y la migración de millones de personas.
“La verdadera causa de este shock migratorio es la dictadura”, afirmó a la AFP Duque, cuyo país ha recibido “cerca de un millón de migrantes en menos de dos años”, de los 2,3 millones de venezolanos que han dejado su país desde 2015, según la ONU.
En visita oficial a Francia hasta el 13 de noviembre, el mandatario colombiano, que asumió en agosto, participó este domingo en el Foro por la Paz organizado por el presidente Emmanuel Macron.
Duque quiere exponer su "agenda de paz", que va "más allá de los acuerdos" con la antigua guerrilla FARC, firmados en 2016, y reafirmar sus estrictas condiciones para reanudar el diálogo con el ELN, último grupo rebelde del país.
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En esta entrevista, tras una visita el viernes a Leticia, en el departamento sureño de Amazonas, subrayó la necesidad de una acción de "todos los países del mundo" contra el narcotráfico. Aunque sin mencionar al glifosato, no descartó recurrir a este herbicida, cuya nocividad para la salud y el medio ambiente han denunciado expertos.
¿Cuál es, a su entender, el origen de la crisis migratoria venezolana y cuáles las soluciones?
“La verdadera causa de este shock migratorio es la dictadura. Y nosotros tenemos que emplear todos los mecanismos diplomáticos, todos los mecanismos multilaterales disponibles para propiciar que se acorrale esa dictadura y haya una transición hacia la democracia.
“Yo nunca he hecho referencia a apelar a mecanismos bélicos. Eso es justamente lo que el dictador siempre ha querido: tratar de crear un demonio sobre la base de una amenaza bélica, y a partir de allí aferrarse al poder.
"Por eso celebro tanto que el presidente Macron haya acompañado la denuncia hacia Nicolás Maduro en la Corte Penal Internacional por los crímenes que se están cometiendo contra el pueblo venezolano (...) para que el dictador sea sancionado.
“Venezuela es un país fronterizo que está teniendo una crisis humanitaria tremenda y Colombia está enfrentando una situación que es a todas luces no solamente extraordinaria, sino retadora. Hemos recibido cerca de un millón de migrantes en menos de dos años.
"Se necesita una ayuda grande y decidida (...) El esfuerzo va a tener que ser grande de todos. Que la comunidad internacional vea (...) la magnitud de esta crisis es importante y ojalá nos pueda cooperar con recursos que sean significativos para enfrentar este reto”.
Colombia ha luchado durante más de treinta años contra el narcotráfico y las plantaciones ilegales de coca, componente de la cocaína. Pero sigue siendo el mayor productor del mundo. ¿Qué soluciones recomienda, más allá de la erradicación y sustitución de cultivos ilícitos?
“Tenemos que romper la cadena logística para la producción de cocaína (...) poder reducir el flujo de precursores químicos hacia el país (...) que son utilizados en la producción de alcaloides, y en particular la cocaína. Me parece muy importante que (...) los países que son productores de precursores químicos puedan transparentemente mostrar al mundo a dónde están vendiendo.
“La lucha contra la droga (...) debe ser una lucha compartida”. “Todos los países del mundo debemos fortalecer nuestras prácticas y nuestras políticas para prevenir el consumo, y evitar que el consumo crezca.
“La aspersión es un herramienta necesaria”. “Es uno de muchos mecanismos y hay que ver según el tipo de producción, según las regiones, según los riesgos, cuál es la más eficiente para poder darle fin a esa espiral de crecimiento o expansión de los cultivos ilícitos...".
¿Cuál va a ser el futuro del acuerdo de paz con la exguerrilla FARC, diez de cuyos miembros están hoy en el Parlamento, y de las negociaciones suspendidas desde agosto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)?
“La presencia en el Foro por la Paz para mí es muy interesante porque es la posibilidad de mostrarle al mundo la agenda nuestra que es un agenda de paz más allá de lo que fueron los acuerdos con las FARC y más allá de los desafíos inmediatos que tenemos con otros grupos armados organizados.
"Yo nunca hice campaña diciendo que íbamos a destruir los acuerdos, sino a corregir aquellas cosas que no están saliendo bien en la implementación (...) como que en los últimos cinco años, los cultivos ilícitos pasaron de 50.000 hectáreas a más de 200.000 hectáreas. (...) Y esto es una amenaza para la seguridad nacional.
"Y por supuesto creo que el reto más grande es que haya proporcionalidad en las sanciones y que se garantice en esa proporcionalidad que quienes estén en cargos de representación política y sean juzgados por la justicia transicional y reafirmados en sus conductas violatorias de los derechos humanos, pues esas personas deberán tener penas proporcionales y deberán salir de la representación política.
"Mi mensaje al ELN es que estoy listo para sentarme a conversar con ellos si, y solo si, ellos liberan todos los secuestrados y le ponen fin a los actos de terrorismo y de violencia, y le ponen fin a sus actividades criminales". "Si eso no pasa, tendremos que actuar (...) con contundencia, con disuasión o capacidad ofensiva".
¿Cómo espera que sea la relación con Jair Bolsonaro, el presidente ultraderechista elegido en Brasil?
“Brasil no solamente es un país importante para Colombia porque es un país limítrofe, es importante por el mercado que representa, es importante por su peso en la geopolítica regional”. “Entonces mis intereses son seguir fortaleciendo los vínculos con Brasil.
“Si en Brasil se dan las condiciones para tener un gobierno que sea prodesarrollo del sector privado, prodesarrollo del comercio intrarregional, prodesarrollo de la inversión transfronteriza, pues creo que tendremos mucho éxito. Espero que esa sea la línea de trabajo con el presidente Bolsonaro”.