Naciones Unidas. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, rechazó el jueves que Estados Unidos sea el “único mediador” en Oriente Medio, al día siguiente de que Donald Trump anunció un nuevo plan de paz “equilibrado” en unos meses.
“Este gobierno ha renegado de todos los compromisos estadounidenses anteriores , y ha socavado la solución de dos Estados” y emitido “declaraciones falsas de preocupación sobre las condiciones humanitarias del pueblo palestino”, se quejó ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El presidente estadounidense sorprendió el miércoles al inclinarse en la ONU por la solución de dos Estados, el israelí y el palestino, una vía que sus predecesores defienden al menos desde el 2001, pero con la cual Trump no simpatizaba.
“Estados Unidos no podría ser el único mediador”, afirmó Abás, y sostuvo que Trump está “sesgado” hacia Israel desde que llegó al poder.
“Tenemos a nuestra disposición un Cuarteto, ¡muy bien! Estados Unidos puede participar del Cuarteto”, agregó en referencia al Cuarteto sobre Oriente Medio
que reúne a Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU.
Recordó que Washington reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, cortó la ayuda estadounidense a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), y cerró la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington.
“Todas esas decisiones amenazan la causa nacional palestina y constituyen un ataque a la ley internacional y a resoluciones relevantes de Naciones Unidas”, manifestó Abás.
“Es irónico que el Gobierno estadounidense hable aún de lo que califican como ‘acuerdo del siglo’. ¿Pero qué le queda a este gobierno para darle al pueblo palestino? ¿Soluciones humanitarias?”, expresó.
La UNRWA recibió el jueves promesas de contribuciones por $118 millones de países donantes para intentar compensar el corte de la ayuda estadounidense.
Alemania, Suecia, la Unión Europea, Turquía y Japón son algunos de los países que propusieron ayuda extra para la UNRWA durante una reunión celebrada al margen de la Asamblea General de la ONU, dijo el canciller jordano, Ayman Safadi, en una rueda de prensa.
Pero el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró –por su lado– en la Asamblea que está “impaciente” de trabajar con Trump en el plan y se felicitó “del apoyo indefectible” del Gobierno estadounidense a Israel.
“Me gusta la solución de dos Estados”, expresó Trump antes de reunirse con Netanyahu en la ONU. Aunque sea “un poco más difícil, funciona mejor porque cada uno gobierna por su lado”.
Pobres expectativas
Un cuarto de siglo después de los acuerdos de Oslo, las perspectivas de un acuerdo parecen muy alejadas. La última iniciativa estadounidense fracasó en el 2014. Los líderes israelí y palestino ya no hablan de paz.
La violencia continúa, y Gaza “puede explotar de un minuto a otro”, según la ONU. La colonización israelí sigue. La Autoridad Palestina está desacreditada ante su gente y los rivales islamistas del Hamás, que controlan desde el 2007 la franja de Gaza, persisten en su negativa de reconocer a Israel.
Israel tiene el gobierno más a la derecha de su historia. Integrantes importantes del gobierno se niegan a escuchar palabra de un Estado palestino y defienden la anexión de al menos ciertas partes de Cisjordania.
Tras un discurso en el cual apoyaba públicamente la idea de un Estado palestino en 2009, Netanyahu dejó a muchos de sus interlocutores la convicción de que esta toma de posición era circunstancial.
Según la prensa israelí que lo acompaña, Netanyahu citó el miércoles el ejemplo del yerno y consejero de Trump Jared Kushner para decir que cada uno "interpreta el término 'Estado' palestino de manera diferente".
Dijo estar de acuerdo en que los palestinos tengan “la autoridad para gobernarse a sí mismos”. Pero repitió que en todo escenario Israel, y no los palestinos, deben estar a cargo de la seguridad al este de su territorio (o sea en Cisjordania) hasta la frontera jordana.
La fórmula fue presentada como la de un Estado minus, un Estado sin todas sus prerrogativas.
Trump alimentó la sensación de vaguedad al reiterar que otras soluciones como la de un solo Estado siguen siendo contemplables. “Yo estoy contento si ellos (israelíes y palestinos) están contentos. Solo soy un facilitador”, manifestó..
“Jerusalén no está en venta” y “los derechos de los palestinos no son negociables”, replicó Abás. “Queremos un Estado con fronteras bien definidas”.