Washington. La Casa Blanca aseguró que la investigación del FBI sobre el candidato a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, la cual fue consentida por Donald Trump, será completamente independiente, aunque la oposición critica su naturaleza limitada y denuncia injerencia política.
Bajo la presión de los demócratas y de un puñado de republicanos, el presidente estadounidense ordenó el viernes al FBI “hacer una investigación complementaria” sobre Kavanaugh, tras dos jornadas dramáticas de audiencias apasionadas en el Senado.
Ante los senadores que deben aprobar la nominación del juez conservador, Christine Blasey Ford, de 51 años, acusó a Kavanaugh de haber intentado violarla en una fiesta bajo fuerte ingesta de alcohol en 1982, cuando ambos eran adolescentes.
Palabra contra palabra, el juez y su denunciante dijeron estar “100%” seguros de sus testimonios, 36 años después. Ella ratifica que él es su agresor y él niega categóricamente haber asistido a esa fiesta o haber tenido alguna vez comportamientos violentos hacia las mujeres.
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El FBI fue entonces llamado a la acción antes de la votación final sobre la nominación del juez en el Senado, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría.
Pero el alcance de la investigación adicional y el número de interrogados genera inquietudes entre los demócratas, que temen un procedimiento apresurado que conduzca a la confirmación del juez en pocos días.
“La Casa Blanca no interviene, no hacemos micro-management (microgestión)”, prometió Sarah Sanders, portavoz de la presidencia, este domingo en la cadena Fox News.
“Es el Senado el que dicta los términos” de la investigación, aseguró. Y la tarde del sábado, el propio Trump dijo que el FBI tiene “carta blanca”.
Proceso genera dudas
Sin embargo, según informó el New York Times, son realmente la Casa Blanca, junto a un grupo de parlamentarios republicanos, quienes decidirán la profundidad de la investigación.
Dos testigos que podrían contradecir las afirmaciones de Kavanaugh sobre su posible abuso del alcohol cuando era joven, aparentemente fueron descartados.
El FBI tiene la posibilidad de interrogar a Mark Judge, el amigo de juventud de Kavanaugh que según Blasey Ford estaba presente al momento de la presunta agresión contra ella. Él ya ha dicho que cooperará con la policía federal.
Este domingo en la cadena ABC, la senadora demócrata Mazie Hirono pidió una investigación “completa”. “Estamos a tiempo de llegar al fondo del asunto”, apuntó.
Mientras que en la cadena informativa CNN, su colega demócrata Amy Klobuchar dijo temer que el gobierno “intente limitar la investigación a algunos testimonios o les diga qué hacer”.
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Pero justo antes de ella, la consejera presidencial Kellyanne Conway había recordado las reglas de la investigación: “El alcance será limitado. Debe durar una semana, y ha comenzado el viernes. Ellos (los policías) no se supone que van a pescar a ciegas”.
Como Sanders, también Conway aseguró que le cree a los dos: Brett Kavanaugh y Christine Blasey Ford. “Puede que los dos tengan razón”, dijo, retomando la tesis de un posible malentendido sobre la identidad del agresor.
Los republicanos se han cuidado de criticar directamente a Blasey Ford, una investigadora en psicología, puesto que la impresión de sinceridad de su testimonio ha conmovido a los estadounidenses.
Kavanaugh es además objeto de acusaciones de otras dos mujeres, que él rechaza con vehemencia. Una, Deborah Ramirez, aparentemente será escuchada por el FBI, según la prensa.
Contactado por la AFP, el FBI se negó a hacer comentarios sobre la investigación, remitiendo cualquier solicitud a la Casa Blanca.
Asesora de Trump dice que fue víctima de agresión sexual
Kellyanne Conway, una alta asesora del presidente de Estados Unidos Donald Trump y una de las caras más públicas de su administración, reveló el domingo que fue víctima de una agresión sexual.
Conway hizo la revelación al periodista Jake Tapper en su programa en la cadena CNN, mientras defendía al asediado candidato de Trump a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, Brett Kavanaugh, quien es señalado de intento de violación.
"Me siento muy empática, francamente, con las víctimas de asalto sexual, acoso sexual y violación", dijo, antes de hacer una pausa para acomodar su garganta.
"Soy una víctima de agresión sexual. No espero que el juez Kavanaugh, ni Jake Tapper, ni Jeff Flake, ni nadie, sean responsables de eso. Cada quien tiene que ser responsable de su propia conducta", agregó visiblemente emocionada.
Tapper, que parecía haber sido tomado por sorpresa, le ofreció sus condolencias.
"Esta es la primera vez que te escucho hablar sobre algo tan personal como eso, y lo siento", dijo.
Tapper luego destacó que Conway continúa trabajando para el presidente Trump a pesar de que se han presentado numerosas acusaciones de conducta sexual impropia contra él.
Pero Conway, que anteriormente en la entrevista argumentó que el asalto sexual se estaba utilizando como pretexto para perseguir agendas políticas, volvió al mismo tema.
"No confundas aquello con esto, y ciertamente no lo confundas con lo que me sucedió a mí", respondió.
"No siempre traigan a Trump a todo lo que sucede en este universo. Ese es el error número uno", subrayó.
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La veterana encuestadora republicana fue promovida a jefa de la campaña electoral de Trump en agosto de 2016, a poco meses de finalizar la contienda, tras una reorganización, luego que el entonces encargado, Paul Manafort, enfrentara cuestionamientos respecto a sus negocios en Ucrania. Anteriormente Corey Lewandowski, fue también retirado del cargo.
Cuando Sean Spicer ocupaba el cargo de secretario de prensa de la Casa Blanca y sostuvo que la asunción del magnate había sido vista “por la mayor audiencia jamás registrada en una inauguración, sin dudas”, Conway lo defendió en el programa Meet the Press de NBC, diciendo que había ofrecido “hechos alternativos”.
Más de 20 millones de personas siguieron el jueves en Estados Unidos las audiencias ante el Senado de Brett Kavanaugh y de la mujer que lo acusa, Christine Blasey Ford.