Washington. Una serie de posibles explosivos enviados a las viviendas de la excandidata presidencial Hillary Clinton, del exmandatario Barack Obama y a las oficinas en Nueva York del canal de noticias CNN fueron interceptados por las autoridades el miércoles, en un inusual intento de violencia contra figuras despreciadas por sectores de derecha.
Los paquetes fueron interceptados en medio de una fuerte polarización política con miras a las elecciones legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre, vistas como un referendo para Trump y Partido Republicano, que gobierna Estados Unidos.
Obama y la exsecretaria de Estado Clinton son las figuras de más alto perfil de la oposición demócrata, en tanto que CNN se ha distinguido por su agresiva cobertura del gobierno de Trump, quien reemplazó a Obama tras vencer a Clinton en el 2016.
La serie de supuestos explosivos se inició el lunes con la detección de uno en la residencia de Nueva York del multimillonario y filántropo George Soros, donante de la campaña electoral de Clinton.
“Los dispositivos parecen ser bombas caseras”, dijo Bryan Paarmann, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), quien habló del aparente envío de “múltiples paquetes similares”.
Prominentes demócratas afroestadounidenses también estuvieron entre los destinatarios, como el exfiscal general de Obama, Eric Holder y, según informes de prensa, la legisladora por California Maxine Waters, ambos críticos de Trump.
Un envío sospechoso hallado en la oficina de Manhattan del gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, resultó ser una falsa alarma, al igual que otros cerca de las oficinas de la senadora demócrata Kamala Harris.
En Florida, la Policía también investigaba un paquete sospechoso cerca de la oficina de una legisladora demócrata, Debbie Wasserman Schultz.
Todos los artefactos parecen venir de la misma persona, declaró John Miller, director del departamento antiterrorista de la Policía de Nueva York.
No ocurrió explosión alguna y nadie resultó lastimado.
Desde la Casa Blanca, Trump, cuyos críticos lo acusan de envalentonar a los extremistas de derecha y tolerar la violencia, hizo un llamado a la unidad.
“En estos momentos, tenemos que unirnos y enviar un mensaje muy claro y contundente de que los actos de violencia política de cualquier tipo no tienen lugar en Estados Unidos”, manifestó.
Agregó que “actos o amenazas de violencia política no tienen lugar en Estados Unidos ... en estos momentos tenemos que unirnos”.
”Estos hechos atroces son repugnantes”, dijo el mandatario.
No mencionó por nombre a ninguno de los destinatarios de los paquetes pero expresó: ”Estamos sumamente molestos, enojados y descontentos sobre lo que vimos esta mañana y llegaremos al fondo del asunto”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, manifestó que los responsables enfrentarán “todo el peso de la ley”, en tanto el FBI se abocaba a una investigación a gran escala.
Potenciales víctimas
CNN evacuó su oficina de Nueva York luego de detectar el envío de una supuesta bomba artesanal junto con un sobre que contenía polvo blanco. Un escuadrón antibombas aseguró el dispositivo y lo sacó para investigar.
El paquete de CNN iba dirigido al exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) John Brennan, frecuente invitado de la cadena como analista y fuerte crítico de Trump.
El Servicio Secreto, la agencia federal que vela por la seguridad de dignatarios y exdignatarios, indicó que halló el martes el paquete destinado a Hillary Clinton en la casa al norte de Manhattan que esta comparte con su esposo, el expresidente Bill Clinton.
La ex secretaria de Estado no se encontraba en la casa familiar porque asistía a eventos de campaña demócratas en Florida el martes y miércoles. Estuvo en un acto con la exsecretaria de Salud Donna Shalala, candidata al Congreso por Florida.
Bill Clinton estaba en la casa en Chappaqua en momentos que se interceptó el paquete en instalaciones del condado de Westchester, dijo una persona familiarizada con sus horarios. Añadió que el artefacto fue examinado en esas instalaciones y nunca estuvo cerca de la casa de los Clinton.
Temprano el miércoles se detectó el paquete dirigido a la residencia de Obama en Washington.
Ninguna persona ni grupo se ha atribuido el envío de los paquetes. Tampoco se informó de detenciones por este tema.
Hillary Clinton agradeció al Servicio Secreto y expresó su preocupación por lo que calificó como “tiempos difíciles” en Estados Unidos. “Es una época de divisiones profundas y tenemos que hacer todo lo posible para unir a nuestro país”, expuso en un acto en Miami.
Llamado a la moderación
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio condenó lo que llamó “un intento de aterrorizar”, y pidió a todos los políticos atenuar la retórica.
“No alienten la violencia, no alienten el odio, no alienten los ataques a los medios”, señaló. “Y esto debe comenzar desde arriba”, enfatizó
Trump recibió hace poco un torrente de críticas por respaldar a un legislador que había atacado a un periodista.
Legisladores republicanos también condenaron lo ocurrido. Los supuestos explosivos fueron enviados poco más de un año después de que un hombre enojado con Trump le disparó a cuatro personas durante una práctica de béisbol.
“La violencia y el terrorismo no tienen cabida en nuestra política ni en ninguna otra parte”, tuiteó el congresista republicano Steve Scalise, quien recibió un disparo y resultó gravemente herido en esa práctica en junio del 2017.
These attempted attacks that have been made are beyond criminal, they are acts of pure terror. Violence and terror have no place in our politics or anywhere else in our society.
— Steve Scalise (@SteveScalise) October 24, 2018
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, deploró lo que llamó un “intento de actos de terrorismo interno”.
Soros, objetivo del primer dispositivo y quien vive en Nueva York cerca de los Clinton, se ha convertido en blanco favorito de grupos de derecha que critican su apoyo a causas progresistas.
A principios de este mes, Trump acusó a Soros de pagar a manifestantes para protestar contra la reciente nominación a la Corte Suprema del juez Brett Kavanaugh, acusado de intento de violación.
Soros también ha sido señalado de financiar la caravana de migrantes que actualmente avanza desde Honduras en ruta hacia Estados Unidos.